Capitulo Siete

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Somos como caminos paralelos,

que siempre vanos en la misma dirección

pero separados el uno del otro que si poderlo evitar,

hay momentos en que nos cruzamos para abrazarnos

besarnos con ardientes y frenética pasión.

¡Oh, que desconsuelo! Porque a pesar de lo largo

de nuestros caminos es muy efímera nuestra cruzada de amor,

en un abrir y cerrar de ojos cada quien sigue su ruta

infinita que está marcada por el destino.

Somos dos caminos paralelos,

que la vida ha querido mantenernos distanciados

aunque a volvamos a cruzar muestras vías

y así seguiremos en esta porfía dando vueltas

para llegar de nuevo al sitio de partida.

Sin saber dónde y cuándo nos crucemos nuevamente,

para enlazar nuestros cuerpos ardiente ávidos de la pasión

serán breves momentos de dicha y felicidad,

sin preocuparnos que sorpresa nos traerá el mañana

así seguiremos alrededor del mundo,

con la firme esperanza de volvernos a cruzar.

Adjunta Omar

Al sentir que el niño se había quedado dormido, Candy le dio un dulce beso sobre la frente y lo coloco suavemente dentro del carrito. La rubia miro hacia Terry. El chico estaba sentado en la banca, con los codos posicionados en las rodillas y las manos en su cabeza, se le miraba agotado. Totalmente devastado. Y como siempre en silencio, encasillado en sus pensamientos.

- ¡Terry! – sutilmente, Candy tomo asiento a un lado del joven y pregunto algo apenada - ¿Cuándo nació tu hijo?

- Hace dos años y Susana murió cuando dio a luz – recargando su cuerpo en la banca, dio un fuerte suspiro y continuo con un tono de vos seco y llena de culpa: Candy yo a ti no te puedo engañar. No fuimos felices, nunca pude ser su pareja. No cumplí mi palabra, no la hice mi esposa; mucho menos mi mujer

Las lágrimas del chico comenzaron a brotar. Sabía que estaba con la única persona, que lo había mirado en sus peores momentos y no lo juzgaría. Candy confundida, miro hacia donde estaba el pequeño. Terry observo la duda enmarcada en el rostro de la chica

- Un día, después de una discusión, Susana sufrió una crisis; salió de casa y- cada palabra que salía de la voz del chico, era corta por sus sollozos. Había llegado a su límite. Temeroso por la reacción de Candy, continuo con su confesión - cuando la encontraron ¡Había sido brutalmente golpeada y ultrajada!

Para mi Amiga MienaWhere stories live. Discover now