— Despierta dormilón — dijo el español haciéndole cosquillas —. Hay que ir al colegio
— Mmm... No quiero pa — dijo divertido sonriendo —.
— Dale hijo — dijo cargandolo y llevándolo al baño para lavarle la cara —.
— Mmm pa' — se quejó —.
Eras tan feliz sin saberlo.