Capítulo 3: Los círculos superiores.
Qué imagen puede ser la que uno tiene del tormento, que puede uno esperar al pensar en el castigo de los condenados. Ash aun armado de su voluntad y su fe por salvarla, observó como al terminar de bajar lograron llegar a lo más bajo, lo más profundo de las escaleras y teniendo una imagen más que macabra, si bien arriba las cosas eran claramente algo ligeramente inimaginable, aquí la situación era mucho más drástica. Observó como condenados eran azotados continuamente por ráfagas de viento, tormentas de rayos violetas golpeaban en la lejanía y los gritos que se escuchaban no eran nada similar a lo que él conocía. Lo más tétrico de todo yacía en como ciertas figuras femeninas espectrales acompañados de Pokémon de rasgos femeninos pero con claros rasgos demoniacos torturaban a los que ahí se veían recluidos.
— ¿Qué lugar es este, sombra?
—El segundo circulo de estos reinos, aquí todos los que se dejaron corromper por la lujuria se ven apresados... no hablo de simplemente entregarse al deseo carnal, sino a figuras que gozando del poder se atrevieron a dañar a otros, a su propia gente solo por sus más bajos deseos, aquellos que por el simple deseo pasional permitieron que otros sufrieran o pagaran por sus actos.
—No esperaba una imagen tan... grotesca...—Expresó avanzando, su Pikachu le seguía con cierto temor sujeto a su hombro pero se mantenía fuerte por él también.
—Pocos son los que pueden tolerar las atrocidades del abismo, Ash, en ti yace ese privilegio porque tu camino aquí no es permitido por cualquiera.
— ¿Sabes por qué no nos están atacando? —Cuestionó viendo como aquellas torturadoras y sus Pokémon de pequeños instantes les observaban avanzar pero solo optaban por proseguir a su objetivo.
—Porque ninguno de esos espectros son tus demonios, aquí todos pagan por sus errores y es algo que ni en las alturas ni aquí abajo se sentencia, uno mismo rinde cuentas de sus errores... pero eso no significa que no debas enfrentar a tus propios demonios—Finalizó con aquella frialdad mirando frente suyo una joven de cabello azulado y ojos naranjas.
— ¿Miette? ¿Qué haces tú aquí? —Preguntó confuso.
—Vine por ti... ¿Porqué no renuncias en esta búsqueda tan insignificante y te quedas aquí conmigo? Puedo darte mucho más de lo que ella jamás podría, enseñarte placeres y actos que en tu vida podrías haberte imaginado... puedo hacer que sientas un verdadero paraíso—Expresó seductora muy cerca de él, tocaba insidiosamente sus brazos y se acercaba dejando que el joven sintiera su cuerpo mientras trataba de alcanzar sus labios.
—No estoy para bromas, alguien muy valiosa me necesita así que apártate... no quiero hacerte daño—Soltó sujetándola de las muñecas y apartándola, pero al querer continuar un ataque de tormenta de hojas en tonalidad violeta le cortó el paso.
Giró el cuerpo y tanto él como su Pokémon notaron que su traje había cambiado, vestía algo similar a un traje de lencería pero negro con adornos en picos y en metal, su cuerpo era bastante voluptuoso y tan revelador su atuendo que poco faltaba para que se mostrase desnuda solo por las botas negras de tacón. Le acompañaba lo que parecía una Gardevoir con similar apariencia pero con cuernos y cola de demonio sujetando un látigo con espinas. Ash estaba en blanco, no sabía que estaba frente suyo pero al buscar a su guía no logró encontrarlo, debía ocuparse entonces él solo de aquello. Llevó su mano a la cintura y tomó una Pokebola de este liberando a su Infernape que aun cuando salió atónito por lo que miraba la mirada de su entrenador lo había hecho entender que debían superar esto.
—Serás mío de una forma u otra, Ash—Gimió maliciosamente mientras su Pokémon arremetía con un latigazo envuelto en ese brillo.
— ¡No te contengas! ¡No es lo que parece Infernape! ¡Ataca con todo!
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Un Romance en los abismos
Fanfiction¿Que tan dispuesto está un hombre a hacer para salvar a la persona que ama? Siendo que en ocasiones uno mismo llega a ser el más grande enemigo al no comprender todo error que carga, es hasta que una fuerza más grande nos llega a guiar para entender...