Capítulo 5: El calor de un amor verdadero.
Ash y Pikachu seguían observando a su alrededor, no hacía falta explicación de que hacía que alguien quedara recluido a tal tormento, claramente era que la traición era lo más deplorable que cualquiera podría cometer a sus más cercanos seres que siempre lo dieron todo con fe y aprecio por ese que optó por abandonarlos por un mero capricho, por un mero beneficio propio dejando de lado todo aquello que estos hicieron por él. Los diversos Pokémon de hielo, algunos pequeños, otros colosales, observaban al joven que avanzaba sin miedo y sin duda hasta quedar a los pies de la pirámide, observó las estatuas de Giratina y empezó a subir por esta, entró por el enorme marco abierto en la cima y ahí, justo al centro de la sala había un enorme altar.
—Debe ser aquí... me pregunto si...—Ash se acercó y colocó la mano en el mismo altar, tal como en la entrada y nuevamente un portal se abrió a su alrededor y lo llevó a una habitación oscura, poco a poco esta empezó a dejarle ver que había.
— ¿Ash? —Pronunció una voz muy familiar.
— ¿Dawn? ¡Dawn al fin te encontré! —Soltó corriendo hacia ella, la pared de energía oscura pareció desvanecerse pues ese brillo nomas entrar el azabache desapareció completamente.
—Sabía que vendrías por mí, yo sabía que vendrías por mi—Sonrió llorosa abrazada a él, el joven no hizo otra cosa que corresponderla, el calor de aquel abrazo le había regresado mucho de todo lo que había hecho durante esa travesía.
—Por ti no me importaba que tan profundo debía bajar, mucho menos porque gracias a eso es que me di cuenta de lo que realmente siento por ti—Sonrió acariciando el rostro de la chica.
—Ash... creí que... tú tenías a alguien más.
—No Dawn, nunca hubo nadie más, y aunque este viaje fuera difícil me permitió finalmente entender todo lo que sentía por ti y lo que realmente vales para mi... te amo Dawn—Sonrió Ash.
—Yo también te amo, Ash, nunca dude que estaría contigo, que estarías aquí para sacarme de este lugar—Sonrió aun llorosa acercándose a su amigo, poco era lo que faltaba para que un beso se marcara en sus labios pero una presencia cortó aquello.
—Entonces lograste salir del octavo círculo, conseguiste llegar aquí atravesando el noveno... y finalmente sabes cuál es tu verdadero sentimiento por ella... pero eso no es suficiente—Expresó aquel ser haciendo acto de presencia ya no como sombra sino en su forma física.
—Me di cuenta de lo que de verdad vale para mí, superé todo por su libertad, por volver a estar con ella ¡¿Por qué no simplemente nos dejas ir?!
—Aun no has cumplido con la última parte del trato, así hayas aclarado tus sentimientos por ella aun no demuestras que tan lejos estas dispuesto a llegar por ella.
— ¡He atravesado todo el abismo! ¡Conquistado hasta el último de mis errores y superado mis tentaciones! ¡¿Qué más debo demostrar?!
—Que estás dispuesto a enfrentar la oscuridad misma por ella... o mejor dicho, dispuesto a salvarla de mi—Ante aquellas palabras Giratina exhaló un viento helado que convirtió a Dawn en una estatua de hielo.
— ¡Ash! —Fue el grito vacío que dejó ella con una expresión de preocupación frente al joven.
— ¡Dawn! ¡No! ¡¿Qué le has hecho?!
—Ella está bien, pero eso garantiza que ninguno escapará si no cumples con tu última prueba... pero por lo que se, ya usaste hasta tu último acompañante, y no creo quieras arriesgar a ninguno por lo agotados que están.
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Un Romance en los abismos
Fanfiction¿Que tan dispuesto está un hombre a hacer para salvar a la persona que ama? Siendo que en ocasiones uno mismo llega a ser el más grande enemigo al no comprender todo error que carga, es hasta que una fuerza más grande nos llega a guiar para entender...