I have questions | Minayeon.

#5: ¿Por qué no fuiste quien juraste que serías?

La botella iba acabándose pero poco le importaba. De hecho no le importaba nada más que el dolor que sentía en aquél momento, ese que la dejaba paralizada en aquella silla por segunda vez.

"Recuerdo cuando dijiste que yo era el amor de tu vida y que querías casarte conmigo en un futuro, muy lejano. Qué irónico que tu boda con Dahyun vino en uno tan temprano. Prometías tantas cosas que no cumpliste, como esa de invitarme más seguido a casa de tus padres o de ir conmigo a casa de mi hermana Sunhee. Promesas que quedan en el olvido"

Tenía tantas ganas de gritarselo en aquellos momentos.

"Nunca fuiste la maravilla que pensé que eras, lo sé justo ahora. Ya no debería importar, porque ya me tragué todas las mentiras sin chistar"

Recordó después de escribir eso último una de las conversaciones que Mina tuvo con su padre una de las pocas veces que visitaron juntas a los señores Myoui.

—Deberías cambiar el trato que le das a esa chica—La voz del hombre hizo detener en seco a Nayeon quien iba de nuevo a la piscina después de haber llamado a su madre para avisarle que estaría allí—. Sabes que debes demostrarle tu cariño no solo con palabras. Jaemin me contó que no la llamaste todo el fin de semana y que solo apareciste el lunes.

Escuchó el bufido de Mina, ese tan típico de ella.

—Papá, estuve en Japón y yo se lo dije. No tuve mucho tiempo de llamarla, solo me quedaba tiempo de dormir.

Akira dejó caer con fuerza su mano contra la mesa.

—Cambia esa maldita actitud, Mina. La aburrirás, se cansará de que no le demuestres nada.

Mina suspiró y asintió.

—Sí, sí, lo haré.

Nunca lo hizo. Siguió con esa actitud que Nayeon odiaba pero que no se quejaba. Nunca fue lo que prometió que sería y esa era la mejor prueba de ello.

Nayeon sorbió su nariz y caminó con el cuaderno y la botella hacia la habitación, sus pies se arrastraban sin mucho ánimo y sus ojos rojizos dolían.

Pronto todo acabaría y lo sabía.