La intimidad no solo habla de sexo, o de estar con una persona entre sabanas, es esa confianza que puedes llegar a compartir o a demostrar con alguien, son aquellos momentos que puedes abrirte cómo eres totalmente, dónde puedes explotar tus sentimientos y tus acciones, sin el temor de ser juzgado, se basa en momentos tan simples como el verte cambiarte de ropa sin la necesidad de morbosearte, solo basta el contemplar tu cuerpo como la obra de arte que eres, es más bien del poder bañarse juntos sin pena alguna, de jabonar tú espalda, de abrazarse debajo de la regadera y sentir como cae agua por sus cuerpos, de poder dormir abrazados toda una noche o dejarme dormir sobre la cama donde duermes a diario sin recibir un comentario negativo, como si está sucio o si huele mal, la intimidad te expresa tantas cosas difíciles de entender, pero que cuando alguien te da la facilidad de entenderla, no hay vuelta atrás, solo queda apreciar todo lo que sucede.
Si me dejas entrar en tu intimidad no defraudare esa confianza, estoy aquí para quererte no para juzgarte.
