Me eres tan útil, que siempre te tengo que llevar conmigo, aun que no seas lujosa me encantas, ya sea por tu sencillez o por las funciones que me brindas, me das calor cuando tengo frío, me prendes los cigarros cuando ando intranquilo, quemas mi enojo y lo conviertes en senizas, me quemas cuando te calientas, me prendes en segundos, cuando te pierdo nose que hacer sin ti, cuando te encuentro me siento aliviado, aun que no quiera te llevo a todos lados, eres mi mal, eres quien alimenta mi vicio, eres un complemento de mi día a dia.
Quiero que seas mi encendedor eterno, que nunca se te acabe la llama para que me mantengas encendido siempre, y aun cuando se te acabe no te desechare, al contrario, te recargare para que me sigas funcionando.
Si aceptas ser mi encendedor te prometo que te cuidare en las pedas, en el trabajo, en mis momentos más duros, en todo momento, no permitiré que te roben de mi, no permitiré que nos separen.
Eres mía y solo mía.
Hay que aclarar que no te comparo con ningún objeto, eres más valioso que cualquier encendedor y aun más valioso que cualquier puto objeto, a ti no te compro en ninguna tienda departamental, a ti te quiero machín, te quiero bien, te quiero en privado, te quiero en público, te quiero en un cuarto para que con tu fuego encendamos todo el cuarto, y quemarnos en la hoguera de tu intensa pasión, quemame que no me da miedo morir quemado y menos si es en medio de tus piernas.
Quemame como mi encendedor quema mi cigarro, como quema mi alma.
