Salgo del metro. Estoy a punto de llegar a casa y la adrenalina me recorre todo el cuerpo. Solo puedo pensar "por favor, que estén bien mis abuelos". Voy por una calle que conozco muy bien. Aquí solía patinar de pequeña.
A mi lado pasa corriendo un animal. No logro saber qué es. Es un poco más grande que un lobo, es de color negro carbón, tiene unos colmillos bastante grandes y unos ojos verdes pero mientras se va acercando se les van volviendo color rojo fuego.
Me alejo de él lo más lejos posible pero choco contra la pared de la calle. Mierda, ¿por qué es tan estrecha la calle? Mi respiración va a mil por segundo. En una milésima de segundo que apenas logró apreciar pega un salto y aplasta el suelo de la calle. La acera retumba y empieza a agrietarse, eso obviamente no lo puede hacer un lobo ni de lejos. Mientras el suelo se agrieta, empiezan a aparecer más animales. No logro distinguirlos debido a los nervios y salgo corriendo. Lo que sí estoy segura es que había una especie de tigre blanco y un león con la melena rojiza.
Definitivamente esos no eran animales normales. Me agarro del collar que me regaló el abuelo por mi décimo cumpleaños para que me dé seguridad y sigo corriendo hasta llegar a la puerta de casa.
Ya está anocheciendo pero las luces de la casa no están encendidas. Espero que no hayan salido con esos animales tan extraños deambulando por ahí. Entro en el edificio y los llamo. No contestan, recorro la casa pero tampoco los veo por ningún lado. Solo encuentro papeles y bolis tirados por el suelo de mi habitación. Los armarios de la casa están todos abiertos y descolocados como si alguien hubiese estado buscando algo en ellos. Pero sigo sin encontrar a mis abuelos.
Subo al desván donde tenemos una rampa de esas antiguas por si hay peligro y hay que esconderse. Nadie ha estado aquí porque está todo como la última vez que vine. Pero hay un vaso de agua con unos hielos sobre una mesa muy pequeñita metida a presión en el pequeño espacio que hay para esconderse.
Cojo el vaso y me doy cuenta que pesa un montón. Cuando lo levanto la pared empieza a moverse y se abre una pequeña puerta por donde cabría perfectamente un gnomo. Me agacho un poco aunque no sé si entrar. Al final me decido por entrar porque los abuelos no podrían estar en otro sitio si ya he registrado toda la casa.
Dentro hay libros abiertos y hojas arrancadas pero lo que más me sorprende es ver una bola de cristal. Esto es una locura, ¿cómo van a tener los abuelos bolas de cristal de las películas de magos y brujas? Toco la bola para comprobar que es de mentira y empieza a aparecer humo dentro de la bola. Suena un sonido parecido al del microondas y empieza a hablar.
- Hola, su huella dactilar indica que usted es la nieta del Mago Leonardo y la bruja Laura,¿es eso cierto?-una voz femenina empieza a salir de la bola de cristal
!!!!Qué!!!! Esos son los nombres de mis abuelos debe de ser una broma.
- Repito¿Es eso cierto?-me dice ahora sin ese tono dulce de antes
- Mis abuelos se llaman Leonardo y Laura pero no son magos y no estoy en un momento para que me gasten bromas-respondo empezando a enfadarme
- Si ellos son tus abuelos entonces tienes que escucharme atentamente porque esto es muy importante- pongo cara de enfado pero sigo escuchando- tus abuelos han sido capturados por las criaturas que han aparecido después del parón en mitad del mundo. Tu tienes lo que las criaturas andan buscando, parte de la llave del portal al mundo de Aigam. Si te quitan el collar abrirán por completo el portal y ningún ser humano conseguirá vivir a lo que se encuentra tras él. Monstruos y bestias inimaginables. Por supuesto hay criaturas buenas pero como siempre dice tu abuelo. No hay que fiarse de nadie.
Yo todavía sigo paralizada. Desde que ha empezado la explicación no he podido moverme del sitio ni articular palabra. Creo que la cabeza me va a explotar. El abuelo me había hablado de Aigam en sus cuentos pero no puede ser que sea un mago, me lo habría dicho o lo habría descubierto. Y eso de monstruos y bestias ¡no tiene ningún sentido!
- Si eso que acabas de decirme es cierto, ¿cómo sabía mi abuelo lo que iba a ocurrir y por qué no me lo había contado?
- Tu abuelo es un mago que nació en Aigam y descubrió una profecía que decía se iba a abrir una grieta en el portal. Vino a la Tierra para investigar más sobre el tema y se enamoró de tu abuela. Le enseñó la magia y fueron descubriendo poco a poco que en marzo de este año se abriría el portal pero no podían hacer nada. Con los años también conocieron que sólo podría cerrarse el portal otra vez con una llave y que su nieta formaría parte del plan. Por eso tu abuelo te dio el collar, porque estás destinada a cerrar el portal para que no entren las criaturas de Aigam. Te contó todos esos cuentos para que supieras un poco de qué iba la cosa, pero te quería mantener protegida y que nadie se enterase que tú llevas parte de la llave del portal. Si eso ocurriese todos irían a por ti.
- Creo que me volveré loca antes de cerrar el portal-me estoy frustrando y sigo sin entender porque el abuelo no me lo explicó todo. Me habría ahorrado esta confusión y respondido a las miles de preguntas que flotan en mi cabeza.
- El collar está hecho de una piedra de Aigam con poderes sanadores y otros que descubrirás con el tiempo. Tus abuelos no encontraron cuántas piezas forman la llave ni quién las posee pero confían en ti para conseguirlo. Y recuerda que no hay que fiarse de nadie, algunas criaturas de Aigam son engañosas y se guían por sus propios intereses.
Salgo corriendo del desván con la cabeza llena de dudas. Tengo que volver con Paula aunque es lo que menos me apetece. Es la única amiga que me queda. Mi familia ya no está y mis primos no viven en la ciudad. Abro la puerta de la entrada principal y me encuentro unos ojos esmeralda mirándome fijamente.
Holaaaaaa, ¿qué tal? Esto se va poniendo interesante. Si os preguntáis de donde viene el nombre del mundo "Aigam" es magia al revés. Original ¿verdad? Jajajajajajajaj. En realidad me ayudó mi familia a elegirlo.
Espero que estéis disfrutando el libro.
Besosssss
ESTÁS LEYENDO
No te olvides de los cuentos
AdventureMaría no escucha los cuentos de su abuelo porque dice que ya no es una niña pequeña. ¿Qué ocurrirá si las criaturas de esos cuentos empiezan a aparecer en su vida pero ella no se acuerda de las más peligrosas? ¿Podrá salir sana y salva de su propia...