2.El bosque.

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CAPITULO 2

Mi habitación estaba a oscuras, la única luz era la de la linterna...Aún no había sido lo suficientemente valiente como para abrir los ojos y enfrentarme a lo que fuera que me estuviera alumbrando la cara.

—¡Sid!—una voz llamó mi nombre mientras con una mano helada me sacudían de un lado a otro—Sidney, ¡Despierta!—esta vez si pude identificar la voz.

—¿Que mierda Jack?—me senté de golpe mientras me estrujaba los ojos con la palma de la mano.

—¡Despierta idiota!—No podía ver su cara gracias a la oscuridad, solo veía la luz amarilla de su linterna.

—¡Quita esa cosa de mi cara imbecil!—dije y él obedeció—¿Cómo mierda entraste aquí? ¿Qué hora es?

—Subí por el balcón y entré por tu ventana—miro su celular—Son las dos de la mañana.

—¿Las dos de la mañana? ¿Que diablos quieres?

—Mack nos espera abajo, vamos de camino al bosque y decidimos pasar por tí, esta vez no pienso aceptar un no por respuesta.

—¡No!—exclamé y me volví a acurrucar entre mis sabanas.

—Vamos Sid...Hay ruidos raros que vienen desde el bosque, algunos dicen que provienen de los osos...Pero ¿Y si es algo más?

—Definitivamente te volviste loco.

—¡Por favor Sid! ¿Que tal si son...extraterrestres?

—¡Ojalá!, así te llevan de vuelta al planeta de donde probablemente te escapaste, aunque pensándolo bien, de seguro te hecharon por no dejarlos dormir—seguí acurrucado en las sabanas sin mirarlo.

—¡Muevete!—exclamó al tiempo que me arrancaba las sabanas.

Me enojé...Tenía ganas de matarlo, pero me contuve y me limité solo a ponerme de pie. Me puse mis botas. Me abrigué bien y salimos por la ventana haciendo el menor ruido posible.

—¡Voy a matarlos a los dos!—exclamé mirando fijamente a Mack.

La nieve caía por montones y el frío me hacia temblar, estaba oscuro y las únicas luces eran las de nuestras linternas.

—¡Va a estar increíble!—dijo Mack con entusiasmo mientras nos abrazaba a Jack y a mí—La primera aventura en que nos acompañas Sid...¿Cómo te sientes al respecto?—habló imitando la voz de esos reporteros matutinos de la radio.

—Pues...Siento ganas de matarlos a todos—dije con una enorme sonrisa.

—¡Dinos algo que no sepamos!—dijeron ambos al unísono

—Vamos, la camioneta de mi padre está a una esquina de aquí.

—¿Robaste la camioneta de tu papá?—dije mirando a Jack.

—Pues, digamos que mas bien se la tomé prestada—me guiñó un ojo.

Caminamos cautelosamente entre la oscuridad y en silencio hasta llegar a la deteriorada camioneta negra del padre de Jack.

Jack, se puso al volante poniendonos en marcha con cautela. De aquí al bosque hacían falta unos veinte minutos. El lugar era enorme y lleno de arboles y cuevas de animales que buscaban algún refugio para pasar el invierno. Habían montañas que los mas arriesgados solían escalar y que se veían hermosas al revestirse de nieve.

Salimos de la camioneta dejándola parqueada debajo de un árbol y nos dispusimos a caminar bosque adentro, lugar de donde según Jack provenían "Ruidos extraños". Sentía como mis labios temblaban por el frío y salía humo de mi nariz con cada respiración. La nieve caía sin parar sobre.

MELINA (Concurso Books)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora