Wendy (Extra)

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Era una fría noche de invierno, la nieve caía como flechas congeladas en busca de un blanco a quien destrozar, el ambiente era pesado, este no había sido particularmente el mejor año para la ciudad, las heladas causaron que el turismo cayera, los cultivos se quemaron a causa del intenso frio, la producción no alcanzaba ni siquiera para sostener a los que se encargaban de las tierras, y por si fuera poco la reciente caída de la bolsa no cooperaba a que la situación de todas esas pobres personas mejorara.

Una de las consecuencias de la precaria situación que estaba pasando el país fue el aumento de la tasa de mortalidad, la situación era insostenible, muchos lo perdieron todo y nadie podía hacer nada, porque las deudas tenían a la mayoría hasta el cuello.

La mejor solución que se le ocurrió al gobierno fue dar incentivos a las almas caritativas que donaran parte de su dinero para sacar a flote a las familias afectadas, de todo esto nació un milagro no antes visto, uno de los hombres más adinerados de la nación hipotecó una gran porción de sus propiedades para donar la suma a la caridad, el hombre murió poco después y se comprobó por sus allegados que estuvo a muy poco de quedar en bancarrota pero gracias a su aparente desinteresada acción, le perdonaron las deudas y ningún familiar tuvo que heredarlas.

Una de las propiedades del magnate quedó a la deriva por su baja demanda, lo que causó que fuera pasando de mano en mano, algunas más efectivas que otras pero al final nada resultó como querían y cayó en la quiebra, obligando a su entonces dueño a tramar un plan para incendiarlo y hacer que pareciera un accidente, cosa que logró sin demasiado esfuerzo, culpando a las personas que vivían en los alrededores de entrar e iniciar la llamarada sin que la seguridad pudiera detenerlos. No hace falta decir el infierno en vida que les hizo sufrir a todas esas personas, que en el mejor de los casos les fueron arrebatadas las pocas pertenencias que les quedaban.

Con el tiempo y las administraciones que iban tomando la ciudad el lugar surgió como un refugio clandestino para gente sin hogar, debido a que cada candidato se encargaba de ir construyendo un piso más sin ningún sentido, y así pasaron cuatro gobiernos, tres pisos y un lobby, hasta que un inversor anónimo generosamente puso orden a las cosas y sacó adelante el edificio como un hotel de renombre que abría sus puertas a los más cotizados magnates de la región.

La desgracia no tardó en llegar al hotel, solo fue cuestión de dos años para que el establecimiento cayera en la bancarrota. Todo empezó como un rumor de que en el lugar se realizaban actividades ilícitas, y después se comprobó que que el gerente lavaba dinero, y terminó con el arresto de Kenneth Wesley el dueño del predio por varios cargos que nunca le fueron aclarados al público.

Después de casi dos décadas el hotel fue comprado por las hermanas Wallace, de las cuales no existe ningún tipo de información, ya que no se encuentran dentro del registro oficial, simplemente pagaron con un seudónimo. Desde entonces el establecimiento cerró sus puertas al público, nadie en la ciudad tenía la certeza de que siquiera alguna de ella viviera allí, solo se escuchaban rumores que en época de invierno existía un pequeño flujo de personas, pero nada de eso se pudo comprobar, en conclusión desde que las Wallace lo adquirieron el hotel se volvió objeto de teorías por lo más curiosos, debido a la no presencia de sus dueñas.

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