Capitulo V

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El ambiente era tenso, Audrey escasamente hablaba, miraba con nerviosismo su comida como si supiera que más de uno desea que se envenene y le duela a su padre o algo así.

—Entonces... —habló Kate incómoda. 

—¿Has estudiado todos estos años en tu casa? —pregunto por salir del momento tenso.

—En el Acrópolis, no es mi casa —respondió al instante un tanto enojada, Kate no disimuló su cara de asombro, cosa que Audrey notó y se ruborizó al instante. No debió decir eso probablemente.

—¿O sea que no vives ahí? —preguntamos al tiempo Kate y yo.

—Sí, pero me refiero a que no lo considero un hogar, algo cálido.

Nadie lo hace... Nadie tiene familia.

—Ah.

Ese fue el fin de nuestra breve conversación, estábamos vigiladas, no podíamos preguntarle más, el único lugar donde no se estaba vigilado era a las afueras de la ciudad y para llegar ahí había que cruzar ciertos filtros, solo los trabajadores podían ir allí, ya que, estaba muy pero muy cerca de la conexión con los de arriba.



Más tarde en mi casa encontré a mis padres, con ojeras y sucios. Exhaustos.

Trabajaban casi que todo el día, nunca teníamos una conversación decente sin que se durmieran, no los culpaba, veía su esfuerzo en escucharme pero sé lo mucho que trabajan.

—A tu madre la han dejado sin empleo. —fue lo primero que dijo papá sin ni siquiera un "hola"

¿Qué?

—Es por condición médica y en esos casos el Acrópolis está obligado a darme un subsidio, tema arreglado.

—¿Asunto médico? ¿Pasó algo?

Mis padres vacilaron, el ambiente se puso extraño pero no tenso.

—Estoy embarazada —respondió con una sonrisa dulce que iluminó sus ojos cansados.

—¿En serio? Wow, genial —dije, en realidad no me sentía totalmente feliz, estaba confundida.

—Recuerda que el gobierno te da ese subsidio, ya tengo dos meses de embarazo, hasta que tu hermano o hermana tenga cinco años de edad recibiré el subsidio y podré estar más pendiente de ti, podré cuidarte y...

—Bien.


La idea era extraña, rara vez los mineros tenía el tiempo de "reproducirse" como dirían por ahí.

No todos los días llegaba alguna mujer a decirte que está embarazada. 

Probablemente sea el inicio de algo bueno... o, ¿algo malo? 


El destino de la rebeliónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora