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Un poco antes de llegar al centro de reunión se prepararon para cualquier cosa que podría pasar, se colocaron chalecos antibalas y se aseguraron de tener la suficiente munición.

Cuando la hora acordada llegó, el superintendente se empezó a acercar junto con volkov a la entrada, Ivanoff y los demás esperaban ocultos en diferentes lugares de la propiedad abandonada, preparados por si la mafia decidía atacar.

Volkov se posicionó a lado de su amigo con un portafolio en mano, observó la entrada y los alrededores buscando algún tipo de indicio de trampa, escuchó la puerta de metal abrirse dejando ver dos hombres vestidos de negro.

Uno de ellos tenía arma apuntando justo en la frente de conway.

-El trato ha cambiado súperintendente- 

Horacio y Pablito estaban eran los que más cerca estaban de la entrada y podían observar claramente lo que sucedía en la entrada del edificio.

-Me lleva la verga, sabía que esos hijos de puta no la pondrían fácil- se asomó por los arbustos dónde estaba escondido.

-¿Qué hacemos Pablito?- horacio acomodaba mejor su chaleco detrás del árbol en el que estaba.

-Pues qué más joto, ir a por ellos- recargó su pistola listo para salir de su escondite.

-¿No crees que deberíamos hacer un plan?- 

-Yo tengo un plan joto, atacar- apuntó justo en la cabeza de uno de los hombres.

-¿Eso no es un diálogo de una película?- 

Sin esperar otro segundo disparó directo en la frente del hombre con el arma, volkov aprovecho esto para empujar al súperintendente y resguardarse entre unos botes de metal que estaban a su derecha. 

Gustabo movía sus muñecas con fuerza intentado quitarse las sogas, había escuchado un disparo a fuera y la mayoría de los hombres que lo resguardaban habían salido de la habitación corriendo hacia la entrada, no sabía que pasaba y cada vez se sentía más ansioso.

Unos 10 hombres empezaron a salir apuntando directo a los contenedores y los arbustos donde estaban Pablito y Horacio.

-Estoy sorprendido, el gran súperintendente ¿necesitando ayuda?- el que parecía ser el líder se paseaba por todo el frente del edificio observando los alrededores- ¿Cuánto son?, ¿5?, ¿8?, ¿Cuantos necesitas para rescatar a tu noviecito?

Ivanoff y Trujillo se habían acercado más pero con cuidado de no ser vistos, no querían revelar su ubicación antes de tiempo.

Segismundo y Jhony eran los que más estaban escondidos, eran considerados los refuerzos de los refuerzos, tenían en su mano un radio esperando instrucciones.

-De acuerdo, empezaré a dar mis condiciones, si en 10 segundos el superintendente no se entrega a nosotros procederemos a eliminar a Gustabo.-

Conway empezaba a temblar de la rabia que sentía, por más que era obvio que no solo dando el dinero acabaría todo esperaba que fueran los suficientemente idiotas como para no saber realizar un maldito secuestro.

Los había subestimado.

-empiezo a contar- se quedó quieto frente a los contenedores-uno-

-dos- conway miró a su compañero que tenía a lado.

-tres- volkov asintió entendiendo.

-cuatro- tomó la radio entre sus manos apretando el botón superior.

-cinco- todos se pusieron alertas preparándose para cualquier cosa.

-seis- conway se levantó saliendo del contenedor tirando su arma a los pies del lider.

Sonrió viendo al súperintendente acercarse hasta entrar frente a él, hizo una seña con los dedos ordenando a sus hombres inmovilizar al hombre frente suyo.

Los dos hombres guardaron sus armas y lo tomaron de los brazos sosteniendolo con fuerza, el líder tomó la arma que tenía a sus pies, sacudió un poco el polvo que tenía está y quitó el seguro, la colocó apuntando a la frente contraria.

-Es una lastima que no te hayas despedido de el- 

Un fuerte disparo que escucho dentro del edificio haciendo un eco que taladró los oídos de todos, conway grito con fuerza golpeando a los hombres que lo tenían inmovilizado, había logrado derribarlos y cuando iba a atacar al líder recibió un disparo en la pierna que hizo que galleta al suelo.

-pablito... Gustabo- 

-Me los voy a cargar a todos- 

Todo estaba oscuro, no escuchaba nada mas que un fuerte pitido en sus oídos, un fuerte dolor de cabeza azotaba sin parar haciéndolo flaquear.

-¡Gustabo!-

Escuchaba su nombre pero no sabía de dónde, no sabía que pasaba, lo último que recordaba era intentar escapar para ayudar a su novio que se encontraba afuera, su novio, ¡Jack!.

Abrió los ojos con fuerza mientras respiraba con fuerza intentado llenar sus pulmones de aire, miro alrededor buscando algo que le indicara que pasaba, sonrió cuando vio a segismundo y a Jhony frente a el.

-segis, Jhony, están aquí-

-claro que si gus, ni estando muerto te dejábamos solo en esto-

Segismundo desató sus manos y piernas ayudándolo a pararse, movió sus piernas y manos intentado quitar el entumecimiento que sentía, pudo ver cómo un cuero estaba tirado cerca de la puerta.

-Rapido Gustabo, que tu novio se termina muriendo a este paso- salieron corriendo fuera de la habitación.

-como supiste que estaba aquí-

-No lo sabia, el plan era entrar sin que se dieran cuenta y sacarte, ví una puerta negra que decía no entrar con un dibujo muy raro y supuse que era ahí.-

-Era obvio-

Corrieron hacia la entrada y se escondieron cerca de las ventanas para observar a fuera, y saber que hacer.

-segis, dame una puta pistola-

-¿Que?-

-Que me des una puta pistola, nadie le dispara a mi conway y sale ileso-

- Te daré una, pero antes hagamos un plan- le mostró su radio ajitandolo un poco en el aire-

Apretó algunos botones y lo acercó a su boca.

-Hey mafia sexy, es hora de hacer nuestra aparición-

Carolcons

12/05/2020

SecuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora