Purificado por fuego, bailando con hadas

Capítulo 24

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de la franquicia Fate que pertenece a Kinoko Nasu y Type-Moon.

Purificado por fuego, bailando con hadas

Capítulo 24

La Luna brillaba con una luz fría y plateada, proyectando largas sombras en los terrenos del Templo Ryuudo. Una brisa helada sopló sobre la cima de la montaña, crujiendo entre las hojas y aullando entre los edificios de madera del complejo del templo.

Con un brillo de luz, Servant Assassin se desvaneció a la vista, de pie ante las puertas que conducen al templo, y mirando hacia la escalera que pasaba entre los árboles, a lo largo de la ladera de la montaña hacia la carretera principal. Con los ojos entrecerrados mientras el viento azotaba su cabello y su ropa, el Siervo de Asesinato alzó la vista al cielo ligeramente nublado y al pálido disco de la Luna.

"Vienen." Dijo suavemente. "Mis enemigos."

Dentro de los terrenos del templo, los monjes celebraron una vigilia nocturna a la luz de las lámparas de aceite, cantando monótonamente mantras como uno solo mientras se arrodillaban en el suelo ante una estatua de madera del Buda. Parpadeando para sí mismo, Issei Ryuudo dejó de cantar y bajó las manos entrelazadas en dirección a las puertas corredizas de madera y papel a un lado.

"¿Qué pasa, Issei?" preguntó su padre suavemente. A su alrededor, los otros monjes continuaron orando, ignorando a los dos que habían roto su vigilia.

"…No lo sé." Issei dijo después de un momento. "Pero…"

"Pero…?"

"... Tengo un sentimiento extraño ... presentimiento, yo ... creo ..."

"No dejes que tus ansiedades te desvíen, Issei". Su padre suavemente reprendió. "Guárdalo aquí y ahora, donde pertenece".

"Pero, ¿no se supone que también debo sintonizarme con el flujo y reflujo del mundo que me rodea, y así ser consciente de cuándo y dónde podría llevarme y qué podría traerme?"

"Sí, pero no a expensas del presente". Dijo el padre de Issei asintiendo. "Ten en cuenta dónde estás parado, tal como eres del mundo que te rodea".

"Si padre." Issei dijo con un movimiento de cabeza. Su padre también asintió y se movió para continuar orando. Sin embargo, notando que su hijo todavía parecía ansioso, inclinó la cabeza inquisitivamente.

"¿De qué estás tan ansioso, Issei?" preguntó.

"... Estoy ... no estoy realmente seguro, para ser honesto. Está ... no aquí ... creo ..."

"Entonces, si no está aquí, es un asunto para otro momento".

"Si padre."

Respirando profundamente para fortalecerse, Issei cerró brevemente los ojos y luego juntó las manos ante él nuevamente. Dejando que su conciencia se hundiera en el zumbido de fondo de los monjes y aprendices que cantaban su mantra, Issei se sintonizó y en unos instantes se deslizó sin problemas en el coro del canto meditativo, y volvió a la vigilia.

Mientras se concentraba una vez más en la tranquila serenidad de la vigilia, Issei se preguntó brevemente cuán fácilmente se había distraído, sin duda por las ansiedades subconscientes nacidas de cómo el tiempo dedicado a su entrenamiento como monje podría ser tiempo dedicado a actividades académicas. Entre otras responsabilidades, por supuesto: como presidente del Consejo Estudiantil, tenía mucho en su plato.