Queen [SMUT] - INEFABLE

¡Lo siento, profesor! [Maylor]

Pareja: Maylor [Brian May & Roger Taylor]

Advertencias: +18, *risa malvada*

[INEFABLE]

A Brian, ser idiota era algo que nunca se le había dado.

Era meticuloso con su trabajo, dedicado, observador. Sí, algo controlador pero aun con una comprometida paciencia. Sereno. Aceptando que jóvenes estudiantes hay muchos de diferentes tipos y el tiempo marcaría su progreso (aún la desesperación llegará al ver tantas notas bajas), consciente de que nada malo tenía marchar a paso lento con todos.

Pero nunca supo de donde llegó el colapso nervioso que lo tomó desprevenido. Equivocándose, y cobrando muy caro ese primer error. Se sentía fatal al cómo, de unas horas para otras, su vida se venía abajo.

"¿Y bien? ¿No quieres un poco de adrenalina, profesor May? Vamos, han pasado muchos años para ti. Camina con paso lento por el borde de un acantilado solo para sentir la emoción en el corazón y deja que la sangre te revitalice".

Suspira pasando una mano por su rostro, dejándose caer en su silla, soltando el papel que tenía en sus manos para formar parte de la colección que estaba sobre la mesa. Observa con cansancio, verdadero cansancio, y escucha el sonido del pequeño vapor salir por la tetera de hojalata que calentaba en la estufa.

Truena un poco su cuello, mientras arruga la nariz y su cabeza duele. Era migraña, una vieja amiga que durante años ya lo había acompañado cada día. Masajea su sien, cerrando los ojos y escuchando afuera los autos andar. Definitivamente estaba cansado.

"¿No es una fantasía que cualquiera tiene? ¡Vamos, maestro! Es imposible que alguien se entere de lo que hicimos y, ¡venga! ¡Que no sucederá nada malo!"

Sí, nada malo.

Coloca sus brazos en la mesa y deja caer su cabeza con pesar. Había actuado mal, se dejó llevar por la situación y ahora estaba pagando el precio. No tenía trabajo. Tantos años en la misma escuela secundaria lo habían oxidado para acostumbrarse a uno nuevo. Y su reputación caería en picada, estaba seguro que el chisme por el lugar no tardaría en propagare y por fuera de éste también, dificultando su búsqueda de algún empleo.

¿Pero en qué estaba pensando? Además de equivocarse, había actuado por completo como un tonto, estúpido, arrogante y rayaba mucho en lo ridículo. Era posible que en ese justo momento fuera el hazmerreír de los que fueron sus compañeros en el trabajo.

"A las diez de la mañana en tu oficina. Es el primer descanso y nadie se enterará de lo que sucede, todo el mundo está almorzando y, ¿en serio crees que se preocupen sí el profesor de física Brian May falte a una comida? No, ten por seguro que pensaran que te quedaste atorado en un libro o revisando los estúpidos exámenes de estúpidos adolescentes".

Ya habían pasado tantos meses...

Ni siquiera estaba seguro de querer seguir con lo tenía con él, que tanta estabilidad le había dado. Su vida profesional apenas se recuperaba de las acusaciones falsas que algunas chicas dieron en su contra por ser un acosador cuando ya tenía más encima aunque pocos sabían su carácter gay. Y en su momento no reconsideró bueno reflorecer las sospechas con su extraña actitud. Ya no valía la pena seguir con eso. Tal vez ya no tener un objetivo fijo en la vida laboral después de que fuera él mismo quien había dado mucho por aquella escuela, lo hacía delirar.

¿Delirar?

Un concepto que sonaba un poco aterrador. Incongruente. Tenía que plantar sus pies sobre la tierra, enfrentar lo que era, y con reflexión lógica el resentimiento lo tienen ahí, campaneando en la consciencia.