DOS

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—Miralo, allí esta otra vez —dice Samay mirando embobada a Erick, el capitán del equipo de baloncesto. Esta bastante bien; es musculoso, tiene ojos color miel con la piel oscura y el pelo completamente rizado.

—Tiene una larga lista de chicas detrás de él, tendrás que ponerte a la cola, tranqui yo no me incluyo—le digo antes de que entremos a la puerta del aula. No se porque Erick no se fija en una chica como Samay, es muy guapa y no porque sea mi amiga; es medianamente alta, tiene el cuerpo muy bonito, los ojos azules y el pelo largo rubio con ondas. No tiene nada que envidiar a nadie <<cada rubia tiene su morena>>

—Que "waterparties" eres —que dice con carita de pena.

Las horas de clase transcurren como prácticamente siempre.
Es sexta hora y nos toca educación física, para algunos su asignatura favorita o la más fácil.... ¿pero con esta mujer? Es un mundo.
Parece que todas las mañanas se pega un chute de Red Bulls o algo parecido porque tiene la energía de todos nosotros juntos y encima se cree que tenemos tanta energía y ganas como ella <<que cansina es>>

Después de dar vueltas por el campo, practicar pases y toques de volleyball y hacer un mini partido, quedan diez minutos para que finalice la clase y mientras estiramos . Recoge ella sus cosas y nos dice ;

—No he recibido ningún alumno hablandome sobre la excursión que propusimos la Junta directiva

—¿Cual excursión? —me pregunta Samay con una ceja levantada <<aich>>

—Se me pasó decírtelo— tampoco es tan importante¿no? —Es una excursión para ir a la montaña, a ir a un hotel cuatro días y aprender a skiar—le comunico en voz más baja para que no me regañe la profesora

—Pues suena bastante bien —dice pensativa.

—Si bueno—le respondo secamente cogiendo la mochila y apoyando una tira de esta en el hombro mientras salimos del gimnasio y llegamos a la puerta de salida. Odio tener gimnasia a última hora y estar sudando con el frío que hace con la nieve, pero bueno, a aguantarse.

Llego a mi casa , ayudo a mi madre a terminar la comida y poner la mesa. Nuestra relación no es que sea de las mejores, no nos contamos casi nada, ella se esfuerza pero a mi no me nace contarle mis "problemas" como si fuera Samay, bueno, si es un caso muy grave claro que cuento con ella.

—Bueno mamá, ¿que tal el trabajo? —le pregunto cortando el silencio mientras comemos.

—Bien Abbie, aunque hoy estoy un poco más cansada que de costumbre —dice mientras apoya en codo en la mesa, tocándose la cabeza.

—¿Ha pasado algo? ¿O es cansancio ?

—Tu padre es lo que me ha pasado—dice con tono más agresivo—Tienes ya 17 años y me debe años de manutención que reclamo—hace una pausa —Así que he hablado con los abogados pero ya sabes, la justicia aparte de no ser justa, es muy tardosa—mira apenada la sopa a la vez que pensativa. Le tengo mucho rencor guardado a mi padre, nos abandonó a mi madre y ami cuando solo tenía ocho años , y como no es de esperar, le puso los cuernos a mi madre con una mujer más joven y con mucho más futuro que mi madre. Lo peor de todo es que parece que nunca le he importado de verdad aunque sea su hija, desde el día que nos abandonó, no volví a verlo, ni un mensaje, ni una carta, ni ninguna señal, no se cuál fue la razón para todo aquello pero así fue.

—Lo siento mamá, no se que decir al respecto.

—No, no te preocupes, ya veré que hago—termina de comer y se levanta a recoger los platos y la mesa.

Termino de comer, voy a mi cuarto y ya después de hacer los deberes de hoy, salgo al pequeñísimo balcón mientras observo como cada copo de nieve se posa en cada cosa de la calle, pensando en mi padre.

Nieve de invierno [en proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora