Capítulo 2

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Paco

Llegue al departamento que sería mi casa durante mi estadía en México, no entendí porque no paraba de pensar en esos ojitos de estrella que había conocido hoy. Entre a su chatt de WhatsApp y me quedé viendo su foto de perfil, decidí guardarla. Deje el teléfono a un lado y me dispuse a prepararme algo de comer cuando de repente sonó mi teléfono, era una vídeo llamada con Anna, decidí atender.

- Hola, mi amor, cómo te fue hoy en tu primer día?

- Me fue increíble, hay gente demasiado talentosa y Manolo hizo que me sintiera como en casa.-mientras le decía eso trataba de sonar un poco interesado en esta plática, lo cierto era que mi matrimonio se estaba yendo al culo y no sabía cómo solucionarlo, en realidad no sabía si quería solucionarlo.

- Me lo imagino, algún amigo nuevo en especial? Algo que no te gustará? Vamos quiero saber más.

- No hay mucho que decir, Anna, hoy solo me mostraron mi camerinos y el vestuario de "Maria José", creo que empiezo a grabar en unos días.

- Y entonces cuál era la urgencia de Manolo que estuvieras allá? Así me ayudabas a terminar de editar Arde

- Tengo que conocer al equipo con el que voy a trabajar y lo sabes perfectamente, pareces nueva en esto, Anna.-lo dije con un todo molestó, sentía que ya no podía aguantar más.

- Bueno, lo siento-esto lo dijo con algo de culpa en su cara, ella estaba intentando salvar esto y yo no hacía nada para ayudar.

-Tranquila, es que no sé, no he comido y quizás eso me tenga de mal humor, sabes? Hoy conocí a la que será mi pareja en la serie, tiene demasiado rollo y por lo que pude ver es una exelente actriz.- no pude no sonreír al recordar a Ceci.

- Ayy amor, ojalá estuviera allí para cocinarte y consentirte,  cómo se llama la actriz, amor?- cuando dijo que le gustaría estar aquí, solo pensé en que sería un caos total, no la quería cerca y es algo estúpido porque es mi esposa, no una desconocida.

- Se llama Cecilia Suárez, la vas amar, seguro serían grandes amigas.

- Si a ti te agrado no dudo que igual a mi- después de eso hubo un silencio incómodo y solo decidí preguntar por la razón de mi vida.

- Cómo está mi hija? Quiero ver a Manuela.

- Nuestra hija- me corrijo- Y ya te la busco- se levantó de dónde estaba y fue a buscar a Manuela, estaba en su cuarto haciendo algunos dibujos.

- Malú, Papi está al teléfono- la sonrisa de mi hija al escuchar eso inexplicable.

- Papiiii!!

- Como está la princesa más hermosa del planeta?

- Estoy muy bien, aunque te extraño mucho, quiero que regreses.

- Ayy mi vida, yo también muero por estar allí contigo.- eso era, mi hija era lo único que me ataba a Anna.

- Qué tal son los mexicanos, Papi?

- Son lo máximo, princesa, tienen una manera muy divertida de contar las cosas.

- Quiero irrrr- dijo mientras me hacía un puchero.

- Prometo traerte pronto, si? Mientras tienes que hacerle compañía a mamá, no la puedes dejar sola.

- Está bien Papi, promesa.

- Malú.

- Si?

- Te amo muchísimo, mi amor, nunca lo olvides, si?

- Te amo muchísimo más, Papi.

- Cuéntame como vas en el colegio?- y así pase unos 20 minutos hablando con Manuela acerca de su día y de sus dibujos, ya al cortar la vídeo llamada me dispuse a cocinar, mientras cocinaba no podía evitar pensar en lo bien que se siente estar así, solo, sin el aire tenso del hogar, extraño a mi hija, pero desde que empezaron los problemas con Anna ya no siento paz.

Una Noche Para ConfundirnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora