Cap 11 (parte 2)

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Pov. Max

-Abuela, yo ya sabía que Max era pariente de los duendes- comentó Alejo

Lo miré mal pero admitia que ese mal chiste aligeró un poco el ambiente. Incluso la abuela sonrió por un momento, y aquello me ayudó a relajar un poco los hombros.

-Veran- soltó un suspiro y se quedó el silencio por unos segundos, quizás buscando una manera de explicar toda la situación- ¿recuerdan las historias que su padre les contaba cuando eran niños? Sobre vampiros, brujas y todos esos seres que a simple vista no parecerían reales.

-¿Eran reales?- pregunté captando su indirecta.

-Sí, su padre es un vampiro y su madre un licantropo- nos miró fijamente- Eso significa que ustedes son híbridos.

-Bueno- dije tratando de tomar la situación con calma- eso es algo sorprendente- admití con una sonrisa nerviosa- pero aun no entiendo por qué tanta preocupación, abuela.

-Chicos este problema comienza en la juventud de sus padres. Hace varios años estos clanes, vampiros y lobos, estaban en guerra, en una guerra territorial, dicho conflicto se era llevado a cabo en este pueblo.

-Espera- la interrumpí casi inconscientemente- ¿cómo es que la gente del pueblo no estaba enterrada de eso?

-Si lo estaba- soltó con el ceño fruncido- todos en este pueblo están conscientes de la existencia de estos seres, pero simplemente preferimos ignorarlos y seguir viviendo una vida ignorante de lo que pase a nuestro alrededor. Cada quien se ocupa de lo suyo y aparentemente eso es suficiente para llenar el vacio emocional de muchos- finalizó, pero pude captar cierta indiferencia e irritación en su voz.

-Bueno, entonces, ¿qué pasó con nuestros padres?- cuestionó Alejandro volviendo al tema principal.

-Pues, ellos se enamoraron- desvió la mirada- Vivieron un romance de película a escondidas de los clanes. El solo hecho de estar juntos ya estaban rompiendo las leyes, pero todo empeoró cuando Lucia quedó embarazada por primera vez- sus ojos estaban bajos pero pude notar un auge de terror en ellos- En ese punto la ira de los clanes explotaron, se culpaban los unos a los otros porque según ellos, todo había sido un plan de los contrarios para descifrar planes a futuro, ataques y demás. Y bueno, es mas que obvio que los clanes castigaron a sus "traidores" a su modo...

-Pero, abuela, ¿por qué no interveniste? Pudiste hacer algo por papá, no?- dije sin poder asimilar aún el pasado tan oscuro y conflictivo que tenían nuestros padres.

-Niños- soltó otro suspiro con pesadez para luego mirarnos con tristeza- yo no soy su abuela biológica- y ahí estaba otra vez esa sensación. La de sentir como si un balde de agua HELADA te cayera encima- Su padre no es hijo mío. En realidad lo encontré en mi puerta hace varios años y lo crie con esa idea- bajó la mirada y sonrío levemente- Poco despues lo envie al clan de los vampiros para que lo cuidaran ya que yo no era capaz de hacerlo completamente, no tenía idea de cómo cuidar a un vampiro y menos a un preadolescente.

-Pero- ahora la palabra la tuvo Alejandro- si papá no tenía ningun alido, entonces...?

-Su padre si tenía un aliado- interrumpió la pregunta- Yo. Los rescaté a los dos y les di refugio por un tiempo. Hasta que ambos niños nacieron, fue en ese momento que decidimos que debían de irse del pueblo antes de que algo malo les pasara.

-Bien- dije en un murmuro- me gustaría asimilar toda esta información en la compañía de mi almohada, pero aún me queda una duda. ¿Qué pasará con nosotros?- le miré un tanto preocupado.

-Los vampiros y lobos hicieron una alianza para poder matarlos- Alejo y yo nos tensamos al oir aquello- El punto es que hace mucho existió una profecía. Supuestamente de dos "demonios" los cuales serian culpables de un "armagedon"- comentó con sarcasmo pero también se notaba molesta.

Un Amor Poco Natural (Gay-Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora