Sacrificios y Prejuicios

Capítulo 30

Scorpius hablaba con Albus de todo lo que había pasado hace unas horas. Albus peleaba con una de sus amigas en los patios delanteros, había que tener mucho valor para ir a aquel lugar donde había mucho movimiento pero no más que en el Gran Comedor.

— ¿Y qué harás una vez que esto haya terminado?— pregunto Scorpius

— primero lo que haré será irme a otro lugar, estaba pensando ser un profesor pero no en Hogwarts, si no que en Ilvermorny, nuevas personas, materias y reglas... ¿Que es eso?— Albus miro detenidamente hacia el exterior, Scorpius miro a las afueras y casi se vomita del susto al ver Miles de Mortífagos acercarse al colegio— Scorpius no importa lo que suceda sabes que nunca te voy a olvidar— los chicos se abrazaron— peleamos como los mejores amigos

— amigos no... Hermanos

Las explosiones no se hicieron esperar, los chicos desaparecieron en un humo de polvo y destrucción a causa de estás. La Biblioteca no pudo soportar y se derrumbó, lo mismo sucedió con algunos salones y pasillos, se habían derrumbado, sala de enfermería se derrumbaba con los heridos en sus camillas, los que estaban bien hacían estallar las rocas para que no golpeará a los heridos.

Hermione corría a toda prisa con Draco sujetado de la mano, se dirigían al Gran Comedor dónde iban a pelear, Abraxas desvió un hechizo que iba dirigido a Levana, la jóven Scamander cubrió a Abraxas de un hechizo que iba hacia él, los dos se cuidaban las espaldas.
Scorpius choco contra un muro, Albus peleaba con un Mortífago que había llegado con ellos.

— ¡Depulso!— grito Scorpius y el Mortífago salió volando, Albus sujetó el brazo de su amigo y los dos corrieron por los pasillos alejándose de ese lugar que no tardaría en derrumbarse

— ¿¡Harry dónde está Voldemort!?— gritó Hermione al encontrarse con su amigo que había asesinado a un Mortífago

— ¡No lo sé Hermione!

— ¡Avada Kedavra!— Draco esquivó la maldición que iba dirigido a él.— ¡Mira en su mente!— grito el rubio

— ¡No puedo con tanto jaleo!— Harry acompañado por Hermione, Draco, Ron y Ginny salieron del Gran Comedor y corrieron por los pasillos para poder ver en donde se encontraba Voldemort. Harry se tomó un momento y entro en su mente

Se podía ver una sala que conocía perfectamente, Voldemort estaba en ese lugar junto a sus fieles seguidores y los únicos que quedaban de su generación. Al salir de la mente de Voldemort miro a sus amigos.

— está en la casa de los gritos, no pude sentir su miedo o coraje, parece estático sin vida. Algo no me gusta, siento que es mucho más peligroso

— ¿Quieren ir allá?— pregunto Ron mirando a los demás

— tenemos que ir, aquí ya no es cosa de querer o no, mira tu alrededor Weasley, si no lo detenemos esto no acabará— dijo Draco. Ron miro al Malfoy molesto

— chicos por favor, este no es el momento— Hermione extendió su mano— hagámoslo juntos por una vez en la vida— Draco, Harry y Ginny también la extendieron— Ron por favor— este último dudo un poco pero la extendió, Hermione no se hizo esperar y todos desaparecieron.

Abraxas corría de la mano de Levana hacia el Gran Comedor, al entrar habían Mortífagos y estudiantes corriendo de un lado a otro peleando a muerte, los Aurores tampoco se rendían mucho menos los estudiantes de los otros colegios, los habitantes de Hogsmeade peleaban también con todas sus fuerzas. Abraxas entró a la pelea asesinando un Mortífago. Scorpius corría aún con Albus a su lado pero el Potter salió volando por los aires.

— ¿Aún creen que pueden ganar esto?— Clover Wood sonreía burlón

— desde cuándo quería pelear contigo, ¡Desmaius!— Scorpius lo atacó primero

— ¡Protego!, ¡Levicorpus!— Scorpius se elevó por los aires— ¡Ah!— bajo su varita con fuerza y el cuerpo de Scorpius golpeó el piso tan fuerte que se escuchó como los huesos de su pecho crujían

— ¡Avada Kedavra!— Clover se movió a un lado, el hechizo impacto la pared haciéndola estallar

— vaya Albus, nunca lo imaginé de ti, ¡Expelliarmus...!— Clover cayó al suelo antes de que el hechizo atacará a Albus, Scorpius se había abalanzado sobre él.

Le dió un puñetazo en la cara tan fuerte que la sangre brotó de su boca. Albus tomo a su amigo y lo retiro del lugar.

Los más grandes habían llegado a la casa de los gritos, se quedaron afuera unos segundos para ver si no había movimiento, todo se encontraba muy quieto. Harry entro a la casa acompañado de sus amigos, los chicos estuvieron al pendiente de todo lo que pudiera pasar, Harry abrió la puerta donde había visto a Voldemort y ahí se encontraba, sus Mortífagos al verlo levantaron la varita al igual que los otros.

— ¡Alto!— grito Voldemort— ¿Cuánto tiempo muchacho?, Pero veo que ya creciste mucho— Voldemort se levantó de su asiento— aún recuerdo la vez que nos confrontamos en aquel cementerio, también en Hogwarts aquella noche

— dejemos de tanta plática— Ron expulso a uno de sus seguidores, otro atacó a Ginny y la hizo caer del segundo piso.

Voldemort estaba a punto de desaparecer pero Harry se le lanzó encima, Hermione corrió en su ayuda mientras Draco y Ron entretenían a los demás. Un Mortífago tomo del cuello a Ginny y la lanzó hacia la puerta con gran fuerza, se quitó la máscara que tenía puesta y se percató de que era Greyback.
Harry estaba encima de Voldemort pero este no hacía nada, solo sonreía.

— vamos, hazlo, se siente bien a la primera— Harry tomo su varita y la apunto contra Voldemort

— Claro que sí, cuando asesinas a tus enemigos, ya te mate una vez, ¿Porque no hacerlo de nuevo?

— vamos, sabes el hechizo, solo hazlo y ya— Harry se levantó de Voldemort

— claro que lo sé, pero eso sería darte gusto, estás muerto, ¡Incendio!— Voldemort grito mientras su cuerpo se revolvía en llamas— ¡Expuslo!— Voldemort salió expulsado por la ventana y cayó del segundo piso, el cuerpo se había incinerado rápidamente pues solo eran algunos trozos de piel y huesos

— ¡Los Mortífagos!— grito Ron. Estos se detuvieron y se quejaban de dolor, Draco también se arrodilló en el piso, Hermione le descubrió el brazo y se pudo ver cómo la marca tenebrosa desaparecía mientras la serpiente parecía estar sufriendo.

Abraxas estaba a punto de ser asesinado por Thorfinn hasta que se detuvo como todos los Mortífagos del colegio, los que estaban bajo el hechizo Imperius volvieron a recobrar el sentido.

Harry y sus amigos llegaron a Hogwarts tiempo después, veían a todos los Mortífagos siendo arrestados por los Aurores. Draco y Hermione corrieron adentro del colegio para ver a sus dos hijos. Todo había acabado.