Capítulo 21

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Los chicos habían vuelto a Hogwarts, todo normal, ya no habían más miradas de asquerosidad o algo por el estilo hacia Scorpius y Aradia a Excepción de los Potter quienes aún no les hablaban para nada pero a ellos les daba igual. En el Gran Comedor se anunció que la seguridad aumentaría por lo que tenían reglas estrictas y una de ellas era no salir del castillo a menos que tengan una clase a la intemperie como, Vuelo, Herbologia, Cuidado de criaturas mágicas, Etc. Tambíen anunciaron que hay un escudo en todo Hogwarts para evitar ciertos ataques, Aurores custodiaban los pasillos para evitar algún motín o cualquier acontecimiento, y estás eran solamente algunas de las muchas que habían.

Fabián había entrado a la sala de Menesteres buscando algo con desesperación, hizo estallar colinas de cosas inservibles, pero luego de buscar por varios minutos se desesperó más hasta que se acordó de lo que le habían dicho, respiró unos segundos y camino por todo el lugar hasta encontrar lo que estaba buscando... Un Armario Evanescente, quitó la cobija que lo cubría, ahí estaba pero ya viejo, descuidado y algo quemado pero se podía arreglar aunque le tomaría unos días, lo volvió a poner bajo las cobijas y salió de la sala de Menesteres, caminó a toda prisa por los pasillos sudando del miedo que tenía, pero debía seguir adelante.

Aradia se encontraba sola en la habitación de Ravenclaw, no había dirigido alguna palabra con nadie más, el único que tenía a su lado era a Scorpius pero se encontraba en Slytherin y eso quedaba muy lejos del lugar donde se encontraba, no podía salir de su Sala Común si no le tocaba una clase, la siguiente era en una hora lo que la hizo asomarse por su ventana para ver un momento el paisaje no tan hermoso para ella, la ventana de su habitación daba a Hogsmeade, un lugar que ya no podría ser visitable por los estudiantes porque la situación se estaba viviendo muy mal, habían llegado nuevos rumores de que Voldemort volvió a tomar la varita de Saúco pero eso solo lo hacían para asustar a la gente, McGonagall y otros profesores fueron a comprobar si esto era cierto pero no, la tumba de Dumbledore estaba intacta lo único que tenía eran las grietas que Voldemort había hecho en 1998 por su propia varita.
Un Patronus de un Búho Real apareció en su ventana, era de su hermano Scorpius el cual comenzó a hablar, había escuchado decir que los Patronus podían pasar mensajes pero nunca supo cómo hacerlo, al parecer Scorpius lo logró.

Aradia, estoy con Abraxas, debes venir rápido, estamos en los baños abandonados de mujeres.

El Patronus desapareció, Aradia tomo sus cosas y salió de su recamara, habían muchos estudiantes en la Sala Común de Ravenclaw pero no les tomó importancia, bajo a toda prisa las escaleras hasta llegar a los pasillos, estos estaban completamente solos, se cuido de que ningún Auror la estuviera vigilando o peor aún que la viera en los pasillos ya que no era hora de que un estudiante estuviera en los pasillos, Aradia llegó con éxito a los baños y al entrar vio a sus dos hermanos, corrió a abrazar a Abraxas.

— Aradia— Scorpius estaba serio y algo triste

— ¿Que sucede?— pregunto ella asustada al ver también a Abraxas serio

— mis padres fueron a Azkaban, Harry los culpo del regreso de Voldemort, mi papá me dijo por medio de una carta que nos estarán vigilando a nosotros para saber si no estamos implicados en esto, también buscarán a Abraxas— Aradia cerro los ojos frustrada, cerro sus puños pero se tranquilizó al sentir la mano de su hermano en el hombro

— lo que tenemos que hacer es estar juntos pero yo me tengo que ir, aquí no estaré seguro— dijo Abraxas pero antes de que se fuera. Un Auror entro y los vió

— ¡Que hacen aquí!— desvió su vista hacia el hermano mayor— ¡Sonorus!, Atención a todos los Aurores, presentarse en los baños abandonados de mujeres, encontré a Abraxas Malfoy

Scorpius atacó al Auror haciendo que vuele por los aires, Abraxas aprovecho y le mando la Maldición asesina.

— ¡Que hacen!— grito Aradia al ver aquello— ¡Abraxas tienes que irte de aquí!— este asintió y desapareció en el acto

— tienes que irte antes de que sea tarde— Scorpius miro a su hermana mientras oían los gritos de los Aurores— ¡Ahora Aradia!— ella negó y se acercó a su hermano pero este le apunto con la varita— lo siento pero es por tu seguridad... ¡Expuslo!— Aradia golpeó con fuerza una puerta de un retrete

— ¡No te muevas de dónde estás muchacho!— un Auror llegó y le apunto con su varita— eres Scorpius Malfoy, Harry siempre tiene la razón

— mientras Harry Potter sea el jefe de los Aurores nosotros los Malfoy seremos los malos del cuento, ¡El verdadero enemigo está ahí afuera! Pero su cobardía puede más con ustedes y prefieren enfrentarse a una familia que no tiene nada que ver

— perdóname pero te corrijo— Harry entro a los baños seguido de sus tres mejores combatientes— tu papá es un Mortífago...

— el cual cambio cuando se casó con mi madre, ¡Tu amiga!— Scorpius no bajo la guardia ni un segundo. Aradia se levantó con dificultad

— en la Batalla de Hogwarts, mi padre corrió hacia ustedes para ayudar minutos antes de que Voldemort cayera

— ¡Que te quites!— Scorpius volvió a lanzar a su hermana contra el mismo cubículo, ella quedó inconsciente

— ¡Baja la Varita Malfoy!, Tu hermano Brutus y Abraxas también pelean para el lado equivocado— Harry desarmo a Scorpius, dos Aurores corrieron para detenerlo pero el chico desapareció— ¡Busquen por todos los rincones, no puede salir del colegio!— la directora McGonagall tomo del brazo a Harry

— ambos sabemos que les tendieron una trampa, nadie puede salir o entrar al castillo y escuchamos muy claro que dijeron el nombre de Abraxas, el no pudo haber entrado

— eso no me interesa, solo quiero que esa familia caiga— Harry miro a McGonagall— asesinaron a uno de mis hijos

— y te recuerdo que también murió uno de los suyos

— a mi no me interesa, solo me interesa mi propia familia

— usted está mal Señor Potter y lo sabe— McGonagall con ayuda del prefecto de Ravenclaw se llevaron a Aradia a la enfermería, Harry miro el cuerpo de uno de sus compañeros

Abraxas se miraba al espejo en los baños de los hombres, su rostro comenzó a cambiar poco a poco hasta revelar al verdadero. Fabián sonrió pero no duró mucho, de un puñetazo rompió el espejo, el les había tendido la trampa.

— solo falta una... Yo mismo me encargaré de Aradia...

— de verdad que eres estúpido— Rose entro al baño

— ¿Que haces aquí?

— ¿Cómo puedes encargarte de Aradia?— pregunto evadiendo la pregunta de Fabián

— la voy a matar

— con lo débil que eres lo dudo, estás subestimando a esa pequeña perra. Yo misma la mire como pelea, se enfrentó a su hermano, Abraxas y creeme que no perdió, tuvo ayuda pero antes le dió batalla— Rose levantó su varita— vamos, pelea conmigo, si dices tener lo suficiente para matarla pues pruébalo, ella me gano en combate la navidad pasada, si me ganas entonces tienes la fuerza suficiente— Fabián también levantó su varita pero antes de que lanzará su primer hechizo, Rose ya lo tenía tendido en el piso— patético

— me tomaste desprevenido, ¡Avada Kedavra!— Rose de giro y el hechizo impacto en la puerta haciéndola estallar

— a eso vamos, ¡Crucio!— el joven Zabini grito— ¡Crucio!

— ¡¡PARA POR FAVOR!!

— ¡Que pasa Zabini, creí que serías más fuerte, tu hermano Gideon es más hábil que tú!

— ¡Deja de compararme con él!— Fabián entre el dolor se levantó— ¡Depulso!— Rose salió volando con tanta rapidez que se pudo oír como se rompía una ventana, el chico cayó de rodillas— tengo el poder suficiente para matarla

Sacrificios y PrejuiciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora