Ahora es un colibrí

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Las puertas del local estaban abiertas y él ya me había visto así que esconderme no era una opción, no me había dado cuenta en realidad del tiempo que llevaba parada ahí viéndolo hasta que el me pregunto con una sonrisa ¿te quedaras ahí o vas a pasar? de mi boca solo salió una especie de risilla nerviosa, camine hacia el mostrador, respire y acomode mi ropa, levante la vista y con todo mi valor dije.

-yo. Bañarme. Ducha. Doctor. - hay no de nuevo, ¿por qué me pasa esto a mí? Él se rio de mí y yo solo me escondí un poco en mi lugar, gracias al cielo que no había mucha gente y que todas estaban sumisas en sus asuntos, por otra parte, Ulises parecía divertirse con mis nervios. - no yo, necesito que me rentes uno de los baños.

-claro, son 80 pesos- el escribió algo en la computadora y estiro su mano hacia mí.

- no, es que el Doctor Elios me dijo que no habría problema, había hablado con Jimmy sobre esto.

- ok, espera déjame busco. - se acercó a un pizarrón con anotaciones en este mismo. - si aquí está tu nombre, puedes pasar el baño es el 12 B, vas hacia el fondo a tu izquierda, por cierto... hola. - me vio con una sonrisa que mostraba su dentadura casi perfecta.

-perdona, estoy algo distraída, mi madre está internada y yo

-espera ¿Qué?, ¿está todo en orden? ¿puedo ayudar en algo? - su sonrisa se había ido y ahora tenía una cara de confusión y preocupación.

-sí, es solo que mi madre está algo grave y bueno he estado aquí desde temprano.

-lamento no haberte mensajeado días después de la fiesta Mer, pero había tenido días muy difíciles, apenas en esta semana conseguí este empleo y lo que quiero decir es que si necesitas algo solo dilo, ¿de acuerdo? - le agradecí y sonreí. Camine hacia el baño que me había tocado y ya dentro era un baño un poco espacioso, tenía un inodoro y dos regaderas, había incluso un lugar para discapacitados, estaba todo muy bien equipado. Dejé mis pertenencias sobre una pequeña mesa a lado del lavabo y a lado de esta había un bote con una nota que decía propinas la verdad es que, si las merecían, pero yo no llevaba nada de dinero conmigo, ya que había salido de casa lo más rápido que pude. Había un letrero en la ducha que decía no es recomendable una ducha más de 15 minutos, me desvestí y abrí la regadera, el agua calientita se sentía tan bien, no sabía cuánto necesitaba este baño, me sentía un poco más relajada, pero no menos preocupada al menos aquí estaba sola me gustaba estar sola aunque ahora que lo pienso, si a mamá le pasa algo, no sé qué será de nosotros, debo empezar a hacer un plan, me pedirán que llame a algún tío o tía y solo conocía a una hermana de mi padre pero no sabía nada de ella en años a causa de la mudanza, y la familia de mi padre no era muy agradable con nosotros y nunca entendí el por qué, parecía muy buena idea todo, necesitaba hacer una llamada y ni siquiera tenía saldo, tal vez le pediría su teléfono a Elios, no podría dejar que se llevaran a Jaden tan solo tenía 10 años y no sabría como iba a tomar todo esto, yo estaba a punto de cumplir 17 y aun me faltaba un año para ser tomada como un adulto.

Había perdido un año de secundaria porque mi madre pagaba sus Quimioterapias, y aun que insistía en que debía estudiar no podía tomarle la palabra, ella debía descansar y yo salía a trabajar en una tienda de comics cerca de mi casa. Tenía un buen dinero juntado, ya que me quedaba días extra, y había conseguido hacer tareas de mis compañeros, hacia todo lo posible por que llegara sin las manos vacías, la situación era un poco cansada pero no difícil, mi madre había hecho mucho más por nosotros y sentía que debía hacer esto y más por ella, Jaden se quedaba con ella y le había enseñado a usar el teléfono de casa en caso de alguna emergencia.

Cerré la llave y me coloque una toalla que estaba seca colgada en uno de los percheros, camine frente a los lavabos y mire hacia el espejo, tenía unas ojeras un poco marcadas, tenía días sin poder dormir, mi cabello estaba despeinado y me sentía un poco delgada, necesitaba mejorar mi alimentación. No podía darme el lujo de enfermarme, era quien estaba manteniendo a la familia y debía estar más fuerte que nunca.

(puedes reproducir el video desde aquí)

Todo sucedió en cámara lenta.

Después de ducharme y cambiarme revise mi celular, tenía llamadas perdidas del hospital, 5 para ser exactas, tome mis cosas a toda prisa y corrí, solo escuche que Ulises me grito preguntando que si todo estaba bien, yo no me detuve en ningún momento, debía llegar al hospital.

En cuanto entre al hospital busque desesperada a Elios, cuando lo vi el volteo y me quede estática, en su rostro se reflejaba mi respuesta a todo. No, no, ella no podía estar. Camine hacia él y lo abrace, el me sujeto fuerte, intentando tranquilizarme, diciendo que habían hecho todo lo posible, pero que mi madre ya no pudo luchar ella había muerto.

***

nota: quise darles un personaje que nos ayude un poco con el parentesco de los personajes de esta historia. El chico de la foto vendría siendo Ulises.

La realidad de un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora