La Pelirroja De Mis Sueños (Garen x katarina) EN PROCESO DE EDICIÓN

Capitulo 9

- Garen..!- dijo la hermana menor de la familia Crownguard, mientras su sangre salía de su boca a chorros. - ¡Ve-... por ella..!-

El chico solo podía quedarse mirando.su mente daba vueltas y vueltas, el tiempo pasaba y el joven no reaccionaba. No podía simplemente dejar a su hermana sola, seria un poco injusto para ella que prefiriera ir a salvar a cualquier noxiana que podía encontrar en un simple burdel. Tratando de convencerse de ese hecho, no se dio cuenta de que todos los campeones que habían asistido a la búsqueda habían llegado en un instante. Quinn ya se había agachado a vendarle todas las heridas a Lux para detener el sangrado y poder pasar desapercibidos.

"Tal vez simplemente debería de dejar de ser tan egoísta y dejar a esa idiota de lado. O tal vez pudiera disimular par-.."

-¡Garen..! Me estas escuchando?- Le preguntó Fiora. A lo que el chico rápidamente asintió.- Que viste?-

- Oh, sí.- dijo el chico todavía un poco perdido. hecho una ultima mirada antes de mirar a la cara a Quinn. - La entraron en una especie de laboratorio, esta justo ahí adelante.- dijo, todos giraron y lo observaron realmente pensaron que el estaría mintiendo, habían pasado por todas partes para que estuviera en un sitio tan simple como ese. Era difícil de creer.

Quinn rápidamente se levanto y empezó a caminar por donde Garen había señalado. - Cuanto antes la encontremos mejor, y saldremos de aquí antes, espérenme aquí yo la sacaré. - sugirió la chica, pero justo cuando empezaba a caminar nuevamente algo agarró su mano demasiado fuerte, haciendo que girara. Garen se le quedó viendo mientras apretaba su mano. - Que estas haciendo? Perdemos el tiempo, no me necesitan aquí, Lux esta en buenas manos Garen.- pero el comandante no parecía querer que fuera.

- He tomado una decisión. Una que los noxianos no aceptaran, pero, sabes? No me importa. Mi opinión, orden y decisión son definitivas.

- Que mierda Crownguard..! Puedes hacer tu discurso después de salvar a Katarina. Así que ahorrarlo! No perderé mas el tiempo viendo como se deciden. Suerte, la necesitaran mas que yo.- escucharon decir a Talon.

"El maldito asesino siempre tiende a hacer las cosas sin pensar, dioses son tan iguales, Basta.. sal ya de aquí maldita. No sabes las pocas ganas que tengo de verte.. y de tocarte.. y besarte! ¡maldita sea!" pensó el demaciano mientras fulminaba con la mirada a Talon. Realmente casi que prefería no haberlo conocido. 

- Bien, ve tu. Nosotros nos vamos.- aclaro Garen mientras se agachaba para recoger a Lux, levantándola solo se dispuso a dar una vuelta para ver las caras sorprendidas de todos.- No tengo porque salvarla, en este momento y siempre..Demacia y mi familia ....serán.. más importantes para mí. -  dijo, realmente no podía aguantar la mirada de todos sobre el. Sabia que tenían la importunidad, sabia que había dudado entre sus dos altares. No traicionaría nuevamente. La muerte de su padre hace unos años lo había puesto todo patas arriba, aun recordaba estar en el funeral y ver como su estricta y seria madre lloraba desconsoladamente, todo por su culpa, el no hizo nada para protegerlo del ataque de una lanza, no quería repetir eso otra vez, el sentimiento de culpa. Ahora podía sacar a Lux de ahí y ponerla a salvo, no se arriesgaría.

Pero solo con un paso pudo sentir el sentimiento. Pudo sentir como se alejaba de ella con cada paso que daba. Una vez fuera no podría volver a encontrarlos. poco a poco, esa maldita sonrisa burlona en sus labios de cereza, sus ceños fruncidos que le dedicaba a el y solo a el en cada batalla en la grieta, su cicatriz que llega hasta su mejilla, esa voz tan sensual que lo enfadaba pero a la vez le hacia querer desearla. la imagen fue desapareciendo de su mente mientras otra muy diferente se formaba en su cabeza, una en la que no se conocen, una en la que se odian a muerte, una en la que el es obligado a reclamar su vida. Sacudió enseguida la cabeza, eso nunca pasaría, tal vez si la abandonaría y la odiaría, pero realmente se hizo una idea de que nunca podrá terminar con la vida de esa mujer.