-Déjame- su mano estaba sobre mi mejilla acariciando de arriba para abajo una sensación realmente placentera
Solo asentí y como si hubiera esperando tan solo esa señal, lo hizo.
Era un beso lento, sin prisa, como si ninguno de los 2 quisiéramos que se acabara nunca, era mágico, sus labios simplemente estaban junto con los míos pero nunca intento pasar ese límite y debo de admitir que me sentí un tanto decepcionada su dedo subía lentamente arriba y abajo sobre mi mejilla.
Nos separamos y mis ojos aún seguían cerrados, pero me entro un sentimiento de timidez y me rehusaba a abrirlos y intentar tener una conversación después de lo que había pasado...me arme de valor los abrí encontrándome con 2 ojos mieles viendo mi reacción a menos de 5 centímetros.
Me sonrió levemente, y se alejó de mí poniendo una distancia prudente entre nosotros eso me desconcertó demasiado ¿ahí acababa? claro que tonta fui para él fue un beso más, mientras que para mí fue el mejor de todos los besos que he recibido en mi vida.
Sus manos estaban sobre todo el respaldo del sillón tal cual una cara del león que espera a su presa.... estaba esperando a que dijera algo por más mínimo que sea pero que hablara conmigo. Lo único que obtuve fue que él mirara hacia el techo suspirando con los ojos cerrados y cuando por fin decidió verme con es maldita sonrisa burlona que ahora mismo me gustaría quitársela de una sola bofetada..
-Sabes una vez leí por ahí una frase que justo ahora acaba de llegar a mi mente - dijo sonriendo aún burlona y una ceja levantada-
-Sabes en esta parte es cuando dices la frase - dije intentando jugar el absurdo juego de él
Se rió como si le hubiera contado el mejor chiste de su vida
-Eres de las personas más directas que conozco ¿ya te lo había dicho?- preguntó
-Oh claro que sí es de lo único que hablas- le dije pero la curiosidad quemaba por saber la estúpida frase- pero no cambies de tema ¿Cuál es la maldita frase?
-Que impaciente señorita- dijo intentando ser gracioso pero al ver como lo fulminaba decidió hablar- Una vez en el año que me fui leí en un libro que había encontrado en casa de una amiga si así se le podía llamar-
-Si claro amiga- dije intentando hacerle una pequeña broma inofensiva pero no sonó así somo más bien como un reclamo
-¿Celosa Martha?- preguntó acercándose a mí
Lo paré con la mano, poniéndola sobre su pecho y como si me hubiera quemado la quité rápidamente
-No cambies de tema-
-La frase era "La decisión del primer beso es la más crucial en cualquier historia de amor, porque contiene dentro de sí la rendición" -🤦♀️todo lo que había dicho en esa frase era tan cierto y todavía más ya que me lo dijo sin ninguna señal de sonrisa en su cara y mirándome fijamente a los ojos - Sabe esa frase queda perfecta para este momento ¿no lo cree Martha?
No sabía que responder, era cierto y tenia sentido ya que a pesar de que nos habíamos hace poco días me había rendido a sus súplicas que no sé si considerarlas así ya que no me hice tanto del rogar que digamos pero ¿a qué se refería? con la historia de amor era solo una palabra vacía o era una tipo sorpresa....no basta me estoy haciendo en la cabeza ideas que no son ¿o sí?
-No me va a responder - preguntó pero pareció más una afirmación y volvió el Ruggero burlón
-Yo no tomaría nuestro beso como una rendición ni como el principio de una historia de amor como en los cuentos de hadas y a esto Ruggero se le llama la vida real - dije intentando ponerme a ala defensiva
-Cada quien toma las cosas a su conveniencia- tenía razón pero no se lo haría ver- Aunque aquí nos podemos dar cuenta de que yo jamás rompo una promesa-
Fruncí el ceño realmente confundida
-¿De qué hablas?- pregunté mirándolo
-De la promesa que le hice hace unos días en la cual decía que algún día usted caería y que lo iba a disfrutar y al parecer se cumplió - dijo parándose yendo hacia la cocina dejando a uan karol enojada con él y con ella misma
-Idiota- susurró en voz baja
-Te escuché y gracias por el cumplido- dijo desde la cocina
Karol sonrió inconscientemente pensando en el beso de hace rato, se había besado con el futuro rey de Berslovania ahora un príncipe pero lo que le alegró más fue haber besado al verdadero Ruggero sin ninguna máscara y eso le encantaba aún más.
-Ya ha dejado de llover ¿podemos irnos?- dijo una Emma saliendo de la recámara soñolienta, era una niña demasiado adorable
-Si junten sus cosas mientras yo preparo a los caballos- dijo Ruggero besando la pequeña frente de Emma y cuando paso por mi lado me guiño un ojo para después salir de la cabaña
-Puedo preguntar ¿Qué fue eso?- dijo una Emma sonriendo exageradamente
-Solo fue tu hermano siendo un idiota- respondí sin ningún interés
-mmmm no te creo - me dio un leve empujoncito de manera juguetona
-Vamos tu hermano nos debe estar esperando- dije saliendo de la cabaña asegurándome que todas las luces y puertas estuvieran cerradas y los tres tomamos camino hacia el palacio.
(....)
Al llegar a las caballerizas comenzó a llover, así que tomamos la inteligente decisión de correr hasta llegar al palacio mojándonos de pies a cabeza
Llegamos al salón principal todos empapados y riéndonos que no nos dimos cuenta de los 8 ojos que nos veían fijamente frente a nosotros.
-No los esperábamos tan tarde hijo- dijo la reina pidiendo a unas mucamas que pasaban por ahí algunas toallas para nosotros
Giré a ver a Ruggero en busca de que respondiera pero su mirada estaba fija en una chica frente a nosotros sujetando una caja de regalo....la chica era de pelo negro muy oscuro, era mucho más alta que ella pero desde aquí se le veía lo arrogante que sería y lo mal que me caería
Todos al ver que Ruggero no respondía, la chica lo miró y sonrió ......se acercó hacia mí, mirándome de arriba para abajo se presentó y lentamente sentí como mi corazón crujió.
-Mucho gusto soy Samantha duquesa de Antaño y ex novia de Ruggero.
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Tutora de la princesa.....?
RomanceKarol Sevilla una joven curiosa y que daría lo que fuera para conseguir un ascenso en su trabajo le otorgan un caso que debe cubrir viajando hasta Berslovenia y que le daría la oportunidad de cumplir su sueño pero ¿Qué podría pasar ? Lo único que ti...