Prologo Parte 4

1K 130 4
                                    

No estaban seguros de cuál era el camino. Las manos que se agarraban fuertemente eran su única ancla y sabían que pronto tendrían que aterrizar. Se olvidaron de sus nombres, se olvidaron de lo que realmente habían estado haciendo, antes de que hubieran caído. Ahora sólo se escuchaba una risa tintinéate y los dedos pálidos parecían estar bronceados.

....Sam espera, espérame Sam...

El agua cubría el suelo, era fresca y calmante que refrescaba su piel seca, la arena entre los dedos sus pies se sentía familiar pero a la vez extraña. En la distancia podía aprecia una luz brillante y dorada, pero demasiado pequeña para ser el sol porque no alcanzaba a iluminar el cielo nocturno dejándolos solo con una luz tenue parecida a la de las estrellas.

...Madre, ¿por qué me tratan de otra manera?...

Un puente algo desmoronado empezó a salir del agua, para luego convertirse en polvo que fue llevado por una ráfaga de viento, parecía extraño ya que no se sentía ni una sola brisa en el lugar donde estaban. Sin saber dónde ir, se quedaron quietos en el agua, empapándose con ella hasta sentir que también se habían convertido en líquido. Parecía que estuvieran en círculo, que no tenía principio, ni fin, era como una rueda que giraba, giraba, giraba...

...Mami, ¿Por qué no me miras?...

Un hilo de oro se fue formando y se fue atando a los huesos del pecho de cada uno, amarrándose, era tan delgado que se podía rasgar al menor tirón. Aguanta, aguanta, no respires porque puede romperse. Quédate quieto.

...Quédate...

Despierta

Spock se sentó abruptamente. Jim estaba acostado junto a él, respirando pesadamente, mientras dos lágrimas bajaban por su rostro. "Jim, ¿estás bien, te he lastimado?"

"¿Qué paso?" Jim lo miró, los ojos estaba aún más azules por el rastro de lágrimas.

"Yo...no estoy seguro. No es así cuando me fusiono con mi Padre o mi Madre"

"Huh". Jim parpadeó. "¿Qué es fusión?"

"La fusión mental, es lo que acabo de ocurrir"

"Ooh" Jim se retorció un poco, haciendo que Spock frunciera sus cejas en confusión.

"Bueno, fue realmente extraño, pero genial, aunque no lo entendí."

Spock asintió cautelosamente. Su mente volvió nuevamente a la tranquilidad a la que estaba acostumbrada, sin embargo había quedado una sensación extraña y un poco dolorosa que todavía no podía entender. Al parecer Jim tenía un problema similar, ya que se reflejaba en su rostro como si le estuviera pasando algo "me siento muy... muy raro, Spock. ¿Tú crees que se irá esta sensación?"

"Si, debería. La transferencia emocional es una de las consecuencias que queda después de una fusión mental"

"No tengo ni idea de lo que eso significa, pero... está bien" murmuró Jim, frotándose un poco los ojos.

Spock movió sus cejas a la vez que un recuerdo pasaba por su mente. "Jim, sabes que me quedaré a tu lado, ¿verdad?"

"Hm? Pensé que habías dicho que me quedara"

"No lo hice"

"Bueno, yo tampoco lo dije"... dijo Jim al tiempo que acurrucaba al lado de Spock, recordándole a este último a un gatito Sehlat. "Tal vez los dos lo dijimos juntos y no nos dimos cuenta" dijo Jim mientras que Spock colocaba su mano cuidadosamente en su cabello

"ilógico"

"¿Por qué?"

"Porque... porque no tiene sentido"

"Oh, ¿cuándo volverán tus padres?" Jim, se sentó para luego apoyarse en Spock un poco cansado.

El reloj biológico de Spock parecía haber dejado de funcionar mientras se encontraba en la fusión mental, porque en ese momento no podía decir qué hora era como de costumbre. Su mirada se dirigió hacia el cronómetro digital que estaba sobre su escritorio y sus ojos se abrieron al darse cuenta de la hora. "Estuvimos en la fusión por casi cuatro horas"

"¿En serio?", pregunto Jim tirando del brazo de Spock. "Me parecieron dos minutos"

"Mis padres regresaran a casa pronto, ¿tienes hambre?"

"Un poco" el estómago de Jim dio un fuerte gruñido lo que hizo que se riera de su sonido. "Bueno, tal vez mucha"

Spock asintió y bajo de la cama. "Espera aquí, volveré"

Se sintió un poco tembloroso mientras se dirigía a la cocina. Había un plato lleno de frutas kray en el mesón y como había visto a su madre comer estas frutas más de una vez, rápidamente cogió unas cuantas. No se atrevía a tocar la estufa; su madre se lo había prohibido, siempre y cuando ella no estuviera cerca. Al regresar encontró a Jim apoyado sobre dos almohadas y con una manta que lo cubría todo.

"Jim, ¿sientes frío?"

Jim sacudió un poco la cabeza y con una expresión insegura en su rostro contesto "No lo sé"

Spock se sentó rápidamente a su lado, pasándole una fruta kray. Jim parpadeó y tomó la fruta puntiaguda en sus pequeñas manos. "Esto se ve gracioso, ¿cómo se come?"

"Debes comenzar quitando las púas, si no lo haces, puede que lastime tu paladar"

"¿Debo que pelarla?"

"No"

"Oh, bueno" Jim cortó una de las púas con fuerza, y luego mordió la fruta. Sus ojos se abrieron un instante. "¡Esta rico!"

En cuestión de segundos el resto de la fruta se había ido y quince minutos más tarde, las otras frutas que Spock le había llevado también desparecieron. Jim suspiró contento mientras se recostaba nuevamente en las almohadas; su boquita se había manchado de jugo violeta, pues se había comido las frutas tan entusiasmadamente, que no puso cuidado en la forma de comérselas. De hecho tenía las manitos manchadas y hasta algunas gotas se habían caído en la almohada azul de Spock.

"¿Spock, Jim?" dijo la Madre de Spock al abrir la puerta, sus ojos estaban brillantes y se observaba en su cara que estaba conteniendo su risa al ver el rostro manchado de Jim. "Al parecer ya comiste jovencito"

"Sí, no sabía que fruta era, sin embargo, estaba riquísima"

Spock frunció el ceño ante la extraña palabra, pero no la cuestionó. "¿Madre, qué dijo el consejo?"

Jim agarró la mano de Spock bajo la manta, apretándola fuertemente.

"Se le permite quedarse" dijo el Padre de Spock al entrar en la habitación, para luego observar seriamente a Jim. "Pero tendrás que seguir nuestras reglas, Jim, esta no es la tierra, aquí es diferente ¿entiendes?"

Spock observo como su madre giraba sus ojos para luego guiñarles un ojo. Jim sonrió y asintió con entusiasmo "Entiendo"

El padre de Spock no respondió y salió del lugar. Jim parpadeó, recostándose mucho más en lugar de la cama donde se encontraba. "A él no le caigo bien, huh?"

"Jimmy, él Siempre es así, no te preocupes" la madre de Spock sonrió suavemente "Sólo intenta seguir las reglas cuando Sarek esté presente y todo saldrá bien, te lo prometo"

"Lo intentaré, señora... huh"

"Amanda cariño, sólo dime Amanda" dijo para dirigirse a la puerta. "Prepararé un poco de sopa, parece que ambos la necesitan. Spock, enséñale el baño a Jim para que se limpie, antes de que su cara se quede violeta por completo"

Dicho esto, Amanda salió del cuarto. Jim esperó hasta que la puerta se cerrara, para poder expresar su gran alivio y alegría con un fuerte; "Sí!". Luego Spock se encontró abrazado fuertemente por Jim, correspondiéndole inmediatamente dicho gesto

"Ahora, podemos estar juntos"

"Sí"

"Esto va a ser tan estupendo, podemos ser mejores amigos para siempre"

"Ilógico"

"Shush"

Spock callo y apretó a Jim un poco más fuerte en sus brazos. Mejores amigos.

Para Siempre.

En Tus Ojos (Spirk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora