Teenage moms • (AU SUPERCORP) Kara G!P [EDITANDO]

Capítulo 15

Al día siguiente...

Me di un baño para relajarme y luego busqué la ropa más decente y cómoda que tenía para ir a casa de los Luthor a recuperar a mi amada Lena, no dejaría pasar ni un segundo más.

— ¿Me veo bien?— Le pregunté a mi hermana.

— Amm, si— Me miró de pies a cabeza— Te ves excelente para caminar derechito a tu muerte.

— ¿Por qué lo dices?.

— Pues porque si te encuentras a la señora Lillian te colgará de tus limones... o de tu banana.

— No me eches tierra Alex, estoy segura de que no estará allí.

— ¿Segura?

— ¡Por supuesto!— Dije con energía— Llevo puestos mis calzones de la suerte y esos nunca me fallan, ahora me voy.

Me persigné con agua bendita por si acaso y luego salí de mi casa con dirección a la de los Luthor.

(...)

— ¡Kara!— Saludó don Lionel muy amablemente cuando me vio en la puerta, él ya me había regañado lo suficiente la primera semana que fui por Helena— Que sorpresa tenerte por aquí un día domingo, muchacha estúpida.

— Vengo para hablar con Lena, necesito recuperarla.

— Uy, me temo que no es así de fácil querida.

— Lo sé, pero estoy dispuesta a pelear con uñas y dientes por ella.

— Mmm... bueno, primero debo preguntarle si quiere verte.

— Por supuesto.

— ¡Lena!— Gritó.

Justo en ese momento se estacionó un hermoso Mercedes Benz clase e 320 de color negro y de él bajó la chica que aparecía en la fotografía con Lena, me aguanté las ganas de ir y decirle que la ojiverde era mía, pero eso no era cierto. Al vernos saludó a don Lionel desde allí y abrió la puerta trasera para sacar su bolsa.

Luego de eso dejó sus cosas en la parte delantera y se puso a acomodar algo.

— Ya llegó Andrea— Mi hermosa ex novia hizo acto de presencia con Helena en sus brazos.

— Lena— Susurré, probablemente con cara de boba.

Pasó por mi lado y ni siquiera me miró, solo esquivó mi cuerpo y caminó hasta el coche.

— Holaa— Abrazó a Andrea y le entregó a Helena— ¿La puedes cuidar mientras voy por su silla?.

— Obvio, dame a esa preciosura.

Después de que dejara a mi hija en los brazos de esa chica se adentró en la casa nuevamente y yo caminé hasta donde estaba Helena.

— ¿Me la das, por favor?— Pregunté tratando de sonar amable.