Teenage moms • (AU SUPERCORP) Kara G!P [EDITANDO]

Capítulo 9

*Lena*

—¿Qué hace ella aquí?—Pregunté colocándome de pie con cuidado, ya que aún seguía adolorida.

—No lo sé cariño, no me quiero entrometer en sus asuntos. 

—Está bien, voy de inmediato.

Eliza asintió, le dedicó una sonrisa y un beso a Helena para luego bajar hasta la sala.

—Kara, quédate aquí con Hele, y por favor no bajes con ella a menos de que te lo pida—Le di un beso rápido.

—Está bien, pero al más mínimo problema me llamas.

—Lo haré. 

Tomé aire con fuerza y salí de la habitación con el corazón en la mano. No quería ver a Lillian, mucho menos en el estado que me encontraba, pero tenía la esperanza de que no había ido a casa de los Danvers para pelear.

—¡Lena!—Saludó en cuanto me vio.

—Hola.

—¿Cómo estás, hija?

La vi acercarse hasta que llegó a mi lado para dejar un beso en mi mejilla.

—Ya me siento mejor, gracias por preocuparte después de ocho meses—No pude evitar mi enojo—Si mal no recuerdo, ni siquiera me llamaste el día de mi cumpleaños. Y decías que era una de las fechas más importantes para ti.

—Yo...

—¿Qué te trae por aquí?

No quería explicaciones, o mejor dicho excusas de su parte.

—Lionel me dijo que el parto había sido todo un excito y que tú y la bebé ya estaban de alta.

—Así es, llegamos hace un par de horas. Por cierto ¿Sabes si mi padre encontró el chupón de Helena?

—¿Helena?—Preguntó con una sonrisa. 

Pude ver como un leve brillo se hacía presente en su mirada, y yo solo asentí

—¿Puedo conocer a mi nieta?

Solté una risa burlona y comencé a negar repetidas veces con la cabeza.

—En serio me sorprende tu actitud, mamá. Primero no querías que naciera y ahora me pides conocerla ¿Quién te entiende?

—Lo siento hija, de verdad—Se acercó a mi una vez más—No me di cuenta de la forma en que actuaba.

—Me llamaste durante dos semanas mamá ¡Dos semanas! Para pedirme que abortara, y más tarde volviste a llamar para decirme que no ibas a permitir semejante deshonra en la familia. Hace dos meses atrás me pediste que la diera en adopción ¿Y en serio ahora vienes para conocer a tu nieta?

—Lena...

—¿Y sabes? A pesar de todo eso estuve esperando que recapacitaras para ir juntas a ver la ropita de bebé como normalmente hacen las futuras abuelas. También esperé pacientemente a que llamaras emocionada para preguntar el sexo del bebé, o al menos para saber si estábamos bien. 

Mis lagrimas amenazaban con salir. 

 —¡Pero no! Quedé como una estúpida ¿Y sabes quién estuvo ahí para ocupar tu lugar? 

La vi asentir.

—Exacto, Eliza. Me duele decirlo, pero ella ha sido más madre que tú en estos últimos tres años.

—Eh, yo creo que mejor me voy—Comentó Eliza apagando la televisión y tratando de evadir el tema. Segundos después salió como alma que lleva el diablo.