Teenage moms • (AU SUPERCORP) Kara G!P [EDITANDO]

EPÍLOGO SEGUNDA PARTE

Ocho años después...

Las familias Danvers, Luthor y Ardeen se encontraban reunidas en Midvale para el almuerzo de cada fin de semana, ya era una tradición para ellos verse siempre y conversar de lo sucedido durante la semana. Sin embargo no estaban todos, cuatro personas muy importantes no podían estar siempre presentes, lamentablemente el trabajo les impedía viajar todos los fines de semana.

—Extraño a mis niñas—Lena observaba con nostalgia los puestos sobrantes en la mesa.

—Tranquila mi amor, ya verás que el próximo mes las tendremos aquí para tu cumpleaños.

—Espero que sea así, de lo contrario les voy a tirar las orejas a las cuatro—Mostró una sonrisa malévola.

—¿Y a Atenea igual?—Preguntó la rubia, con un puchero.

—Sí, a todas.

—Pero mi niña no tiene la culpa de nada, Lee.

—Sí, pero me la debe, ella lo sabe muy bien.

Fingió estar molesta y se cruzó de brazos. Kara por su parte la miro con los ojos entrecerrados, esperando que su esposa se arrepintiera de sus palabras.

—Que mi hija tenga una foto con Billie Joe Armstrong a sus cortos ocho meses no es motivo para que le quieras tirar las orejas, mamá.

La voz de Helena la hizo saltar en su lugar para luego girarse y poder verla luego de cuatro largos meses. Allí estaba Helena con su hija en brazos, y una sonrisa adornando su rostro, igual que siempre.

—¡Mi niñita!—Kara corrió para tomar a Atenea en sus brazos y depositar un beso en la suave mejilla de la bebé.

—Claro, y a la hija la dejamos en el olvido—Se quejó Helena antes de que la pelinegra la abrazara con fuerza.

—Te extrañé un montón, mi vida.

—Yo también mamá, lo bueno es que no tenemos más giras en lo que resta del año, así que estaremos en National City por mucho tiempo y podremos descansar un poco.

—Me alegra saber eso. Por cierto, lamento mucho la decisión de Selene.

—Yo también, aún me cuesta, pero estoy segura de que pronto me acostumbraré.

Ambas se alejaron para poder darse un respiro, ya tendrían tiempo para más abrazos.

—A mi no me costó mucho contigo, espero que a ti tampoco te cueste con Atenea. Además es una bebé muy tranquila.

—Sí, pero igual siento que necesito la ayuda de Selene para esto. 

—No te quejes tanto, Danvers, esta noche la haré dormir yo—Selene apareció con un bolso adornado por un osito, y unos juguetes en la mano.

Helena agradeció escuchar esas palabras, pues su esposa le había dicho que dormir a Atenea sería su tarea mientras ella escribía su libro.

—Claro, y olvidemos por completo que también tienen otra hija, ya ni se acuerdan de su hija más linda, son unas traicioneras sin sentimientos—Kieran dejó sus bolsos en el piso.

—Cariño, pensé que no...

—Nah, ya mataron a mi personaje así que estoy cesante por unos meses—Se quejó la chica, quien tenía ya dieciocho años—Espero que me tengan paciencia.

—Kieran, te tuvimos paciencia en medio de tu adolescencia y para rematar estabas en clases de actuación, no teníamos ni la menor idea de cuando decías algo en serio o estabas actuando—Dijo Kara, divertida—Créeme, podemos tenerte paciencia unos meses.