Al día siguiente, en el mismo sitio entre los árboles. El joven Amane camina con pasos decididos sobre la calle empedrada y cruza el portal. Es la hora de la comida.
Amane atraviesa el patio delantero vacío. Se dirige hacia el jardín trasero. Lleva sus pantalones de un gris aburrido, una camisa de botones blanca, sus zapatos están cubiertos de barro. Yashiro lo mira acercase a ella, que está sentada. Sin decir una palabra, permanecen abrazados en un beso muy largo, olvidándolo todo.
Cuando él se aparta observa la mesa blanca, el desayuno que le preparó antes de irse sigue intacto en el plato.
-No has comido nada -dice distraído.
Ella permanece en silencio. Ya no le mira, sus ojos están oscuros.
Una imagen se sobrepone, su cara se torna pálida, y sus cuencas pierden todo brillo. Amane parpadea, y ahí esta ella nuevamente. Tan hermosa como siempre, sonriéndole con ternura.
Sus ojos magentas resplandecen furiosos. Hace un puchero como una pequeña, inflando sus mofletes sonrosados.
-No me veas así -le dice- No era intención mía tardar tanto.
-Me has dejado abandonada toda la mañana. ¿Qué estabas haciendo?
-Nada importante. Voy a compensártelo.
-¿Cómo? -ella sonríe curiosa.
-Te haré pasteles de arroz con fresas, ¿Te gusta eso?
-Me encantaría -y la abraza.
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Llueve. Yashiro está sentada en el suelo bajo el porche del pasillo que separa los dos patios. Las gotas mojan la punta de los dedos de sus pies descalzos. Mira la lluvia en el gran patio vacío. Amane sale de su despacho y disfruta de la vista desde el marco de la puerta.
-¿Hace cuánto qué nos mudamos...?-Ella adivina su presencia.
-Dos meses. Eso creo no estoy seguro.
Ríen juntos, con una simpatía evidente.
-Extraño un poco a los chicos -Nene pierde su vista. No habla con Amane, repite un diálogo que dijo antes ya. En otro momento -Extraño a Kou.
El disgusto nace en el pecho de Amane. Ese nombre, no es de su agrado.
-Cariño -se muerde el labio- me haces sufrir más allá de mis fuerzas.
Ella se queda en silencio nuevamente. Él le mira con un arrebato de enojo repentino. Se siente Humillado.
-Conmigo debería serte suficiente- También esto ya lo ha dicho él antes.
Se sienta a su lado, esconde la cara en su pecho. Ella le acaricia sus cabellos oscuros. Sus manos grandes, abarcan casi la mitad de la espalda de ella. Él tiene mucho miedo. Se siente frustrado. No puede apartar ese malestar que se ha formado hueco en la boca de su estómago. Esta celoso.
-Estoy muerto por ti.
Silencio. Ella le sonríe. Y dice esas palabras, de los libros, de los trenes, del cine, de la vida, de todos los amantes.
-Te amo.
Amane oculta su rostro, fulminado por la trivialidad con la que ella las ha pronunciado. Son palabras potentes.
-¿Qué es lo que nos ha ocurrido? -cierra los ojos. Dice bajito.
Silencio nuevamente. La lluvia es la que le contesta su pregunta. Le besa la boca. Su rostro, su cuerpo. Sus ojos. Un largo silencio ha caído. El dolor del deseo es espantoso. Él hace como si lo le hubiera preguntado aquello.
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Momentos Felices
Fanfiction"Nunca volvamos a pelear" Ese es el diálogo que dará inicio a nuestra dulcemente retorcida historia. Donde las emociones embriagantes se arremolinan, un amor tan profundo que nubla cualquier rastro de razón. Este es el deseo de un alma rota. El son...