LECCIÓN DE ANATOMÍA.

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Estaba escondida en el baño llorando, realmente estoy saturada de esto necesito salir de aquí lo antes posible.

Pensamos que el amor se declara con flores y bombones, pero también puede ser declarado a martillazos, o con un radial. Secuestrar a un policía puede ser una declaración de amor, rescatarlo del fondo de su piscina... otra. Y es que en el amor siempre hay un reloj que hace tic tac. Siempre hay una cuenta atrás, no vale con querer a alguien tienes que llegar a tiempo.

Camino entre los rehenes vigilándolos, cuando Palermo me llama para pedirme agua.

Si me permiten el consejo... no se enamoren en un atraco. Trae mala suerte.

El profesor llegó al estanque de tormentas pensando en Raquel. Exactamente igual que Alberto entró en la ambulancia. Es curioso como se puede pensar en la misma persona, al mismo tiempo, de formas tan diferentes. Dicen que el amor mueve el mundo, pero el odio no se queda atrás.

Estábamos con Tokio en la habitación de mando, hablando con el profesor.

-tenían razón, Lisboa esta viva -miro a Tokio sonriendo.

-¿dónde está? -pregunto acomodandome el arma.

-en la carpa, imagino que la están interrogando- suspira el profesor.

-¿cuánto tiempo puede estar ahí? -vuelvo a preguntar ahora acomodandome el pelo, si, no me puedo quedar quieta.

-no lo se, pero les dará igual las 72 horas de arresto preventivo-

-en algún momento la van a trasladar -frunzo el ceño -¿puedes rescatarla?

-no en un traslado, sería muy torpe de nuestra parte. Sería un completo suicidio.-

-¿entonces que vas a hacer? -miro a Tokio preocupada -tienen a Lisboa con todo el plan en su cabeza, incluido el sitio desde donde me llamas, profesor -me toco la cara -profesor -repito al no tener respuesta.

-no lo sé. Estoy muy cansado, Venecia. No puedo pensar. Encontrare una solución, no te preocupes ¿Palermo sigue atado? -

-si -ruedo los ojos.

-acércate y dile lo siguiente.... -

-no. No le voy a decir nada, ya hablamos demasiado -me levanto de golpe del escritorio -me va a morder la cara-

-pues vas a tener que hacerlo -suspiro -dile esto: "tienes un mensaje del profesor, Lisboa esta viva. Esta detenida en la carpa y necesito que pienses algo para rescatarla." -suelto una risa incrédula.

-no lo va a hacer -niego.

-escúchame Venecia, lo único que pretendo... es que Palermo vuelva a enamorarse del plan y volver a tenerle dentro. Tú ve y díselo, ya pensaré en algo. ¿Entendido?-

-entendido -miro a Denver entrar a la habitación.

Estábamos tomando algo en un bar muy elegante.

-voy al baño, ¿no me querés acompañar Sergio? -le propone Martín mientras me acomoda el moño del vestido -¿no has sufrido el privilegio de que un hombre experimentado te ejecute una felación con devota maestría, eh? -una vez que termina de acomodarme el vestido, me delinea la cintura y se dirije al baño. La parte que más odio de mi cuerpo son las piernas, tengo el famoso cuerpo "reloj de arena" vientre marcado y piernas, caderas grandes. (Venecia tiene el cuerpo de Nathy Peluso, pero con baja estatura)

-es absolutamente impredecible -Sergio dirije la mirada a Andrés y de el a mi.

-simplemente te ha propuesto una felación, galantemente. El no sabe... -defiende Andrés.

La casa de papel (Palermo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora