- ¿Lo dices enserio?
- Si. No se... ¡Ahgg!, siempre seré una tonta indecisa. - Se lamentó ella.
- No te culpes. Todo estará bien.
- No lo creo. Lo estoy evitando.
- No se que decir, sabes que no soy bueno para dar consejos.
- Lo se, porque yo soy así.
- Y yo estoy hecho a tu imagen y semejanza. - Holy río tristemente mientras afirmaba. - Haré que me ames tanto, que hasta olvidarás que Ralph o cualquier otro ser existe. - Comentó Constantin orgulloso.
- Ya veremos. - Respondió ella.
- Hoy recibí invitaciones para ir al baile. Fue genial rechazar a esas tipas. - Comentó orgulloso, Holy rodó los ojos.
- Oh ya eres todo un rompe corazones. - Respondió burlona.
- Por supuesto que si. - Afirmó él, bromeando. Holy se asustó al ver la imponente figura de Ralph acercándose en dirección a ella. Ya sabía que él la regañaria porque lo conocía demasiado.
- ¡Holy! - Exclamó agitado.- ¡mierda! - Maldijo y luego tomo aire para seguir hablando.-¿Porqué no respondiste mis mensajes?- Preguntó Ralph, sudando. Parado frente a ellos.
- Ralph... A-ah, no me llegó ningún mensaje tuyo. - Comentó extrañada ella.
- ¿Qué? - Preguntó confundido, vio a Constantin y siguió con sus preguntas. -¿Y este quien es?
- Nos conocimos hoy. Es nuevo, se llama Constantin.
- ¿Constantin? - Dijo Ralph curioso. Recordó a ese diminuto conejo negro que Holy tuvo una vez, esa bola de pelos se llamaba Constantin, cosa que le llamó la atención.
- Si. - Respondió ella.
- Hola amigo. - Lo saludo Constantin, estiró su mano, Ralph le correspondió dudoso.
- Holy, necesitó hablar contigo.- Pidió Ralph.
- Habla. - Pidió ella.
- A solas. - Respondió él con actitud infantil.
- Por mi esta bien. - Opinó Constantin.
- No. Habla aquí, es de mala educación hablar a espaldas de otros. - Dijo ella.
- ¿Holy, que te pasa? - Cuestionó Ralph, masajeandose la sien.
- Na-da. - Respondió ella.
- Amm, ¿Vienes luego al juego?, puedo pasar por ti. - Cuestionó cambiando de tema.
- No gracias. Estaré haciendo otra cosa. - Respondió ella.
- Bien. - Musitó Ralph, se dio por vencido y se marchó.
- Oye, eso fue difícil. Tratar mal al que te gusta debe ser horrible, ¿Porqué estas tan enfadada?
- Por nada.
- Esta bien. ¿Vendrás a verme jugar hoy, no?
- ¿Entraste al equipo? - Cuestionó ella. Él asintió. - ¿Tan rápido?
- Soy bueno. - Dijo sonriendo coqueto.
- Eres un bastardo adorable. En fin, si vendré a verte. Pero esperó que anotes algún gol.
- Claro que si, lo haré. - Dijo él convencido.
Cuando llegó la hora de la salida. Toda la escuela ya sabia de la existencia de un tal Constantin Morello, que era muy atractivo y destacaba en todo. Ya además estaría en el banco de suplentes del juego de la tarde, así que la mayoría iría a ver si Constantin jugaba y como lo hacía.
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Hechizado
Fiksi Remaja6:20 de la mañana. Se movió sobre su colchón, de repente sintió que algo la incomodó ya que estaba muy al borde de su cama. Se dio la vuelta, y al fin entendió porque estaba tan al borde. Había alguien más junto a ella. Estaba a punto de gritar, pe...