Historias cortas y Oneshots (Sasuhina) [✔]

SAN VALENTÍN, DULCE SAN VALENTÍN

Naruto y Sakura caminaban tranquilamente por las calles de Konoha, habían regresado de la torre del Hokage, ya que debían dar el reporte de su anterior misión, que por culpa del rubio se había extraviado, teniéndolo que rehacer, por lo que ella lo había acompañado para que esta vez fuera entregado correctamente, no querían tener que volver a repetirlo.

Fue entonces cuando vieron de lejos a su pelinegro amigo que tenía el ceño totalmente fruncido y murmuraba algunas cosas ininteligibles, augurando nada bueno. Ambos intercambiaron miradas, conocían muy bien al azabache y reconocían perfectamente aquella expresión en la faz del Uchiha. Había vuelto a pelear con Hinata Hyuga, la novia del chico desde hace un año. Ella era la única capaz de alterar la usual máscara de indiferencia que el morocho siempre llevaba.

La verdad es que si alguien hace tres años le hubiesen preguntado a Naruto o Sakura sobre quien tendría más posibilidades para ser la novia del chico habrían salido miles de nombres antes que el de la Hyuga, incluso el de la propia Haruno, porque en ese entonces todavía albergaba sentimientos por el último Uchiha. Aunque ahora ambos sabían que no existía nadie mejor para su mejor amigo, ella sencillamente era perfecta para él, la única capaz de aguantar ese horrible carácter del azabache y conseguir apaciguarlo.

Sasuke al ir tan metido en sus pensamientos no se dio cuenta de la presencia de ninguno de sus compañeros, por lo que pasó de largo, pero Naruto, tan curioso y metiche como siempre sencillamente no podía ignorar a su rival, por lo que haciendo caso alguno a las advertencias de la ojijade siguió al exvengador. Quien seguía susurrando cosas incomprensibles, metido en su mundo. Mientras la Haruno solo negaba, dejaría que esta vez el rubio se encargara, esperaba que tuviera el suficiente tacto, ya que el morocho a veces era muy irascible.

Después de un rato de caminata se sentó en la orilla del lago, mientras tiraba una piedra al lago. El rubio se acercó a su amigo y se sentó a su lado, y aunque el azabache lo notó no le dijo nada, haciendo que Naruto se sintiera ofendido porque lo ignorara, a pesar de que eso era lo habitual.

—Como eres, teme—dijo el Uzumaki molesto mientras cruza los brazos y por fin obtenía un poco de atención de su amigo. —Uno se sienta aquí, preocupado al ver que te encuentras en problemas, pero me ignoras por completo. De verdad que eres un malagradecido—dijo un tanto indignado.

Sasuke suspiró con cansancio y chasqueó su lengua en señal de molestia, dejó su seria posición para luego girar la cabeza para encarar a su amigo. Que le miraba con reproche, pero el morocho estaba agotado y no quería responder antes las provocaciones de su rival, por lo que solo le devolvió la mirada.

—Si eres lo suficientemente listo como para darte cuenta de que estoy molesto también deberías saber el motivo, me decepcionas dobe—le dijo devolviéndole por el insulto que el Uzumaki le había dicho antes, haciendo que el rubio sonriera.

—Sí, tienes razón y como soy muy listo por supuesto que también sé la razón porque estas así, dattebayo. No hay que ser un genio o adivino para saber quién es la culpable de tu estado de ánimo—dijo con aire de superioridad que hizo poner los ojos en blanco al Uchiha.

—Bueno, entonces ilumíname un poco—dijo el morocho con un tono sarcástico al ver el ego del ojiazul.

—Seguro que te has peleado con Hinata-chan, dattebayo—dijo haciendo que el azabache lo mirara sorprendido, ya que en verdad no esperaba que su despistado amigo de verdad supiese el porqué de su enfado. —Y aunque no sé el porqué, estoy seguro que tú eres el culpable, pobre Hinata-chan—dijo con convicción haciendo que el morocho gruñera, no era así, no era su culpa, sino todo lo contrario, esta vez era cosa de la peliazul.

—Si no sabes porqué nos hemos peleado no deberías culparme usuratonkachi—dijo molesto.

—Supongo que tienes razón—dijo con esa usual sonrisa zorruna haciendo que el Uchiha pusiera los ojos en blanco. —Pero no pasa nada, porque ahora mismo me vas a decir que es lo que ha pasado con Hinata-chan—dijo risueño haciendo que el pelinegro elevara una ceja.