Los minutos pasaban y nos quedábamos sin excusas ni formas en las que negar las invitaciones de nuestros clientes. Pero no teníamos otra opción, debíamos permanecer juntas ya que no sabíamos cuándo sería el momento indicado para escapar. De más está decir que si los jefes se enteraban que estábamos rechazando el trabajo nada terminaría bien para nosotras...
Estaba tan metida en mis pensamientos que no había notado que Cinthia estaba a mi lado hablando animadamente con un hombre. La miré de reojo y ella también lo hizo. Escuché decir que iría al baño y fue ahí cuando entendí que quería que nos juntáramos a hablar. Ella se fue en dirección al baño sin mirar atrás.
Yo por mi parte, sólo para estar segura, busqué con la mirada a los hombres de Rodríguez que para mi suerte estaban vigilando a otras dos compañeras, las cuales parecían estar ebrias. Mal por ellas.
Rápidamente caminé hacia el baño.
Al entrar había un grupito de cuatro chicas que parecían hablar de algo importante, al verme se quedaron en silencio y salieron en fila mirándome mal. Fruncí el ceño por aquel acto. ¿Por qué lo habrán hecho? Ni idea.
—Cinthia... —susurré llamándola, ya que no estaba a la vista.
Ella abrió la última puerta de la hilera de baños individuales y sacó la cabeza para ver si había alguien más a parte de nosotras, al ver que sólo estaba yo salió arreglándose un poco el vestido.
—¿Me podés explicar qué le pasó a Sofía? —comenzó a hablar enojada pero en tono bajo.
—Estaba asustada, no podía tenerla a la fuerza en esto, podía ser más peligroso para ella y para todas.
—¿Y ahora qué vamos a hacer? —me miró directo a los ojos, pero ella sabía que yo no tenía respuesta para esa pregunta—. Laura, Pilar y Mica se fueron, ahora Sofi se sale, ¡somos sólo tres! —exclamó levantando un poco la voz a lo que le hice señas de que se calmara—. No tenemos nada pensado y tampoco podemos hablar mucho.
—Lo sé pero estoy segura de que podemos encontrar la forma de salir...
—Juli me dijo que hay dos hombres vigilando la puerta de adelante y dos más en la del patio de atrás. Seguro son gente de Rodríguez —llevó su mano derecha a la frente y gruñó de frustración—. Además de que acá adentro los siete idiotas nos tienen en la mira todo el tiempo y no nos pierden de vista.
—Dejame pensar, sólo necesito tiempo para ver cómo salir sin llamar la atención —respondí mirando al piso, tratando de buscar alguna idea en mi cabeza.
—No tenemos tiempo Tay, esto se termina a las seis, sólo tenemos tres horas. ¡Tres putas horas para salir de acá!Parte de mí quería mantenerse tranquila, pero Cinthia tenía razón, no teníamos tiempo siquiera para pensar. Faltaba poco para que la fiesta terminara y nosotras todavía seguíamos ahí.
—Yo ya pensé en algo —habló decidida y la miré—. Voy a hacer que el pibe con el que me acerqué a vos me lleve a algún hotel o simplemente que me saque de esta casa —ella hablaba aceleradamente como si estuviera emocionada de aquella idea, yo sólo la escuchaba con el ceño fruncido—, y después, cuando estemos afuera, lo golpeo con mi zapato en la cabeza y salgo corriendo. Claro que para antes de eso ustedes también deberían estar afuera para después correr conmigo.
Me quedé unos segundos procesando lo que acababa de escuchar. ¿A caso estaba hablando en serio? ¡Nunca había escuchado una idea tan estúpida!. Hasta una nena chiquita sabría que aquello era peligrosamente estúpido.
Cinthia me miraba esperando una respuesta pero sinceramente me había quedado sin palabras.
—¿Me estás jodiendo, no? —ella me miró también con el ceño fruncido, al parecer mi respuesta hirió sus sentimientos—. ¡No podes hacer esa estupidez Cinthia! ¿Te pensas que nadie te va a ver darle con un zapato y correr? No seas tonta querés.
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¿Libertad? - [𝐍𝐢𝐤𝐤𝐢 𝐒𝐢𝐱𝐱]
Non-FictionTodos los hechos en esta historia son ficticios, pero aun así, no debemos olvidar que el tráfico de personas existe. Seguramente miles de mujeres deben estar viviendo cosas peores que las que conté. Es por eso que tenemos que saber que esas cosas ex...