Capítulo 4

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Miré el reloj que marcaba las 3:30 am.

Nikki al parecer no se había percatado de la breve presencia de Amy ya que estaba muy concentrado mirando a un chico rubio que cantaba animadamente sobre uno de los sillones. Supuse que tal vez sería un amigo suyo.

Era gracioso verlo porque además de llamar la atención, bailaba de forma muy extraña y no pude evitar reír. Mientras él se movía con la música una chica subió a hacerle compañía y las cosas se pusieron algo... interesantes. Ahora ambos bailaban y cantaban al ritmo de la música, todo venía bien hasta que el rubio comenzó a subirle la remera a la chica hasta sacársela. La desconocida no se opuso, todo lo contrario, se la veía muy animada en querer continuar con el show. El rubio tiró la remera lejos y ella empezó a desabrocharse el short...

—¡Vince! —gritó un hombre furioso mientras se acercaba a ellos.

Cuando los tuvo enfrente agarró por las caderas a la chica y la bajó del sillón, seguido de eso le regaló un par de gritos al rubio como si fuera un nene chiquito, pero a él no le importó y en realidad parecía no escucharlo. En cuanto aquel hombre se alejó "Vince" le hizo señas graciosas a su espalda, luego alzó su vaso mientras sonreía y todos hicimos lo mismo riendo.

—Él es Vince —dijo Nikki señalando al rubio—. Es el cantante de la banda.
—¡Creo que me agrada! —exclamé divertida y ambos reímos.
—¿Te parece si mejor seguimos charlando sentados? Es que estoy algo cansado, estuve de pie todo el día.
—Sí, está bien, vamos —respondí amablemente.

Caminamos juntos entre la gente hasta llegar al centro de la sala para luego sentarnos en uno de los sillones. Nikki tuvo que correr a algunas parejitas que no dejaban de besarse intensamente para que nos pudiéramos sentar. No pude evitar mirar hacia otro lado avergonzada ante tal escena de demostración de amor entre desconocidos.

—Me gustaría saber más de vos —empezó a hablar intrigado mientras se acomodaba mejor en el sillón para quedar frente a mí.
—¿Qué querés saber? —sonreí dejando mi vaso ya vacío sobre la mesita, él hizo un gesto de pensar.
—¿Edad? —preguntó apoyando un brazo sobre el respaldo del sillón para luego recargar la cabeza sobre su mano.
—Tengo 22, en Abril cumplo 23 —respondí acomodándome el pelo tras la oreja—. ¿Y vos?
—27, pero no estamos tan lejos eh —dijo en tono divertido y reí.
—Estamos bien —le seguí el juego, quería saber hasta dónde iba a llegar.
—¿Vivís cerca de acá? —bueno, no tenía respuesta a esa pregunta.
—Un poco —mentí, ni siquiera sabía exactamente dónde nos tenían.
—¿Vivís con tus papás? —«Si supieras.» pensé.
—Algo así, no sé si se le podría llamar familia, la verdad es que no puedo rescatar muchas cosas buenas viviendo con ellos. Aun así, si no te molesta, prefiero no hablar del tema...
—Entiendo, a veces los padres pueden ser insoportables. Yo me fui de casa cuando era más chico.
—¿De verdad?
—Aja, y no me fue para nada mal —se inclinó hacia atrás extendiendo los brazos señalando a su alrededor.
—Creo que tuviste suerte —le sonreí.
—Eso creo, los chicos son muy buenos en lo que hacen. Mick por ejemplo hace unos solos de guitarra increíbles, Tommy en la batería no tiene comparación y Vince, bueno, Vince canta bien —ambos reímos.
—¿Y hace cuánto que tienen la banda?
—Empezamos en el '81 así que ya llevamos casi 7 años juntos —tomó de su vaso—. En unos meses ya largamos nuestro cuarto disco.
—¡Que bueno! ¿Y ya tienen el nombre y todo?
—El nombre sí, nada más nos falta terminar un par de finales de las canciones y arreglar algunos detalles. Pero ya casi está todo listo.
—¿Y cómo se va a llamar el disco?
—Girls girls girls.
—Interesante —reí.

De nuevo se formó un silencio incómodo, ¡es que no podía no distraerme al mirar sus ojos! Eran de un color verde muy lindo aunque me ponía nerviosa cuando me miraban. Necesitaba salir de ese silencio ya mismo...

¿Libertad? - [𝐍𝐢𝐤𝐤𝐢 𝐒𝐢𝐱𝐱]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora