La competencia entre nosotros

Capitulo 3

Jack

Mierda, mierda y mierda.

Solo a mí se me ocurre semejante estupidez ¿Que hago ahora? ¡¿Que hago?!

Tenés tanta razón, solo a vos se te ocurre. Me da tanta gracia que hagas este tipo de cosas, yo te tengo una pregunta ¿Acaso soplas el helado?

Mira, vos no te metas porque todo esto es gracias a ti y solo a ti. Yo sé que obligaste a mi cuerpo a hacer esto.

¿Perdón? Si yo te pudiese obligar a hacer cosas, no estaríamos aquí. Es obvio que lo hiciste porque te encanta Stella.

Si claro.

La voz de Stella me saca de la conversación que tenía con mi conciencia.

-Y... ¿Por qué me ayudaste? -pregunta cabizbaja.

-S-si te soy sincero, nose -digo en un susurro.

-¿Me tenés miedo?

-¡No!

-Entonces... ¿Porque te comportas así cuando estamos juntos?

-Así ¿Como?

-Nose... -se rasca la cabeza-como si yo te gustara -ríe.

Te descubrió...

Cállate.

-¿What? ¡No! -digo con un hilo de voz y me hecho a reír.

-¿De qué te ríes? No me sorprendería, osea ¿Vos me viste? Soy una diosa -dice con la cara mas arrogante que mi ojos han visto.

-Si, la diosa de la fealdad -digo reboleando los ojos.

-Bueno por lo menos no soy la diosa de los chismosos.

-Yo no estaba siendo chismoso -desvíe la mirada para que no se diera cuenta de mi mentira-, es que justo cuando yo dirigí mi mirada hacia ti cuando vos la desviaste hacia mí, entonces pareció que yo estaba chismoseando ¿Entiendes?

-Si seguro -dice con un tono sarcástico.

Al llegar a las duchas ella comienza a acomodar a Cloe y me hace una seña para que prendiera el agua.

-Oye, deberías tener cuidado con pararte bajo las duchas -dice con tono juguetón-. Hay una leyenda que paso de generación en generación, trata sobre un fantasma que cuando veía bajo las duchas a un nenito de mamá no desaprovechaba la oportunidad de empaparlos -ríe acercándose hacía mi.

-No te atreverías -la miró con recelo-¿O si?

De repente da un salto y