Cada paso que daba solo lo hundía más profundo en la oscuridad. La sensación de desesperación inundó su pecho. Cada paso que daba podía sentir cómo arrastraba pesados grilletes. A la distancia podía ver una figura y, con todas sus fuerzas, se arrastró a gatas hasta la silueta femenina. Apenas logró tomar uno de sus tobillos. No tenía las fuerzas para levantar su cabeza y ver el rostro de la desconocida.
— ¿Qué es este lugar? -
Sus párpados se sentían pesados. Buscaban cerrarse. Era una tarea titánica mantenerse despierto. Aquella misteriosa silueta parecía una estatua.
— Debes dejarme ir - la voz que escuchó en ese momento le erizó la piel. Usando todas sus fuerzas, levantó la cabeza y abrió bien los ojos.
Frente a él se encontraba la persona que lo hundió en el mismísimo infierno.
— Debes soltarme - la voz de Sara resonó más fuerte en sus oídos, pero su mano se negó a soltar su tobillo. Quería levantarse y estrangular su delgado cuello. Quería desquitar la ira que llevaba siglos dentro de él, pero no pudo. Su cuerpo se negó a responderle.
Sara se agachó y acarició su rubia cabellera. Su mirada parecía guardar tantas cosas que él no logró descifrar.
— Debes soltarme. Te vas a hundir más si sigues aferrándote a mí -
Naruto apretó su mandíbula tratando de sacar sus colmillos. Quería desgarrarla. Quería que sintiera al menos un poco del dolor que le había causado a él, pero su voz no salía. Su cuerpo no respondió como él quería.
— Hay alguien esperando por ti. Debes irte. Debes soltarme para que puedas vivir -
La oscuridad comenzó a tragárselo rápidamente, mientras que Sara se alejaba. Desesperadamente trató de alcanzarla. Mientras la miraba desaparecer, pudo verla mover sus labios diciendo algo, pero no pudo escucharlo. La oscuridad se lo había tragado
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Una vez pasado el susto inicial, movió su cabeza en un intento de reconocer dónde se encontraba. La habitación estaba a oscuras. Los muebles no eran nada destacables. Ninguno le daba una pista clara de dónde se encontraba. Las suaves sábanas de la cama eran agradables al contacto con su piel desnuda.
¿¡Desnuda!? Toda ropa había desaparecido. Levantó la sábana para asegurarse y, efectivamente, no había ni una sola prenda en su cuerpo. No había nadie a su lado y estaba seco, así que no había caído en el mismo problema de siempre.
—No nos hemos acostado, así que deja esa expresión de pánico -
La silueta en la oscuridad de la mujer que era su castigo era inconfundible para él. La conocía a un nivel de detalle tan profundo que caía en lo impresionante.
— Lo siento - fue lo único que salió de sus labios para su compañera. No sabía qué decirle. Se había comportado como un idiota. Incluso en esta ocasión se encontraba en deuda con ella.
— No necesito disculpas vacías. Tu amigo me contó que padeces de una enfermedad y que necesitas mi ayuda -
Sus palabras duras dolieron en el orgullo y, de manera extraña, también en su corazón. Al final, su amigo tuvo que intervenir de nuevo.
La azabache tenía el corazón blando. Su amigo se debió aprovechar de ella con esa excusa para ayudarlo, al menos a mantenerse vivo lo suficiente para quitarse la maldición.
— No tengo información sobre mi enfermedad y parece que tu sangre calma mis síntomas. Perdón por no haberlo dicho antes -
Por primera vez en siglos se sintió diminuto, como un niño tratando de conseguir sus preciados dulces, diciendo mentiras a sus padres para obtenerlos.
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Blood / (Naruhina)
FanfictionNaruto es un vampiro cansado del nuevo estilo de vida de los humanos, los mira como simples presas y sólo se acerca a ellos para obtener su alimento.Pero el destino tiene un castigo preparado para sus crímenes contra la humanidad y el mismísimo ciel...