Final Bueno

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― ¿Tienes algún seis, pachoncito? ―Flug se hallaba jugando cartas con 5.0.5. en el laboratorio.

― Booow (No, ve a pescar) ―el oso gigante niega con la cabeza, por lo que el científico procede a sumar otra carta a su mazo.

Ambos empleados de BlackHat Organization estaban muy aburridos debido al tiempo libre que tenían en la mansión. Afuera hacía un clima extraño, a veces hacía un calor sofocante, seguido de una lluvia torrencial, y luego se le sumó una pandemia de talla global.

― Me pregunto dónde estarán Demencia y el jefecito chulo... Mira que ya empezó la cuarentena.

― Bow (No tengo la menor idea) ―dijo 5.0.5.

Flug procedió a encender el televisor y buscando entre los canales dio con las noticias de villanos: Estragos en los dominios de Bonnivet, avistamientos de una pelea de demonios y la desaparición de un corredor de bolsa.

― Pero algo me dice que está en un lugar recóndito peleando con alguien. ¿No es así, Clarence Spencer Jr.? ―Flug se volteó lenta e intimidantemente al agente de Podemos Bailar cautivo en una de las mesas de experimentos.

― ¡No sé de qué estás hablando! ¡Déjame salir! ―se quejó el agente encubierto.

― Pues yo pienso lo contrario ―dijo Flug sonando intimidante―. Si fue el jefe que me dijo que me encargara del "espía". Y mira que hacerse pasar por un corredor de bolsa, menuda tontería. Ahora veamos qué ideas tenían esos patanes de Podemos Bailar para destruir BlackHat Organization... ―y entonces sacó unos electrodos y un detector de mentiras, seguido de un juego de inyectadoras, decidido a sonsacarle información.

De vuelta en los últimos segundos de pelea,  Alastor empezó a lanzar llamaradas hacia BlackHat, viendo como este las eludía con dificultad

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De vuelta en los últimos segundos de pelea, Alastor empezó a lanzar llamaradas hacia BlackHat, viendo como este las eludía con dificultad. Entonces se le ocurrió una estrategia de dos movimientos: Primero, con el poco poder que tenía decidió incendiar todo lo que estaba a su alrededor, escondiéndose de BlackHat en las llamas gigantes.

― ¡¿A caso crees que un poco de fuego te salvará de tu condena?! ―gritó BlackHat lanzándose hacia la llamarada.

El jefe no se dio cuenta de lo que Alastor traía entre manos. BlackHat se lanzó de lleno a las llamas acuchillando con sus manos convertidas en un par de hojas filosas, pero no consiguió más que cortar el viento y el fuego.

― ¿No se te ocurrió escapar de nuevo, o sí? ―dijo BlackHat acuchillando a diestra y siniestra como un asesino psicópata.

No, para nada.

Y fue entonces cuando Alastor se materializó de las sombras, y con su bastón bateó el sombrero de BlackHat, quitándoselo. La prenda rodó hacia la llamarada y cuando cayó a esta, empezó a consumirse de a poco.

― ¡NOOOOOO! ¡¿Qué has hecho?! ―y BlackHat desesperado corrió nuevamente hacia su sombrero para tratar de ponérselo nuevamente, pero las llamas no le permitieron acercársele.

Alastor Vs BlackHat; El verdadero combate de demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora