- ¡T/N! -Exclame llamándola- ¡T/N! ¿Podrías bajar?
Dije cerrando la puerta luego de dejar algunas cosas que me detuve a comprar de camino aquí. Esta niña no me respondía y al parecer no lo haría, así que decidí subir para reclamarle el por qué no me había respondido, aunque seguro, ya debe estar dormida. Subí las escaleras y me dirigí a su habitación. Al llegar a la puerta de la habitación, dí leves golpes a esta, pero otra vez no recibí señal de vida. Por curiosidad abrí la puerta poco a poco pudiendo ver parte de la habitación.
- ¿T/N?... ¿Estás viva?
Me acerqué a ella, quién estaba acostada dándome la espalda sin poder ver su rostro. Toqué su hombro delicadamente y la volví a llamar.
- T/N... -Susurré.
- ¡Booh! -Gritó con felicidad- Hola Kookie ¿Cómo estás? -Dijo volteandose a mí mientras cerraba sus ojos, levantándose un poco, sosteniéndose de sus brazos y cruzando sus piernas.
Tratarme así no era de ella, así que me dí cuenta que en el mueble a unos cuantos metros de la cama, había una botella de vino que había comprado a un muy alto precio hace unos tres años atrás.
- Carajo, T/N -La miré seriamente- De todas las botellas que tengo, ¿tenías que escoger esa? -Reclamé.
Ella con los ojos algo abiertos, hizo un esfuerzo en mirar la botella y luego a mí, agachó la cabeza como una pequeña arrepentida y se disculpó.
- Lo siento -Hizo un puchero- perdóneme señor Jeon -Dijo cerrando sus ojos por completo para acostarse a la cama poco a poco- terminaré los papeles en el jardín, el tres de octubre... Lo prometo... -Se acostó completamente, pero esta vez sí podía ver su rostro.
Suspiré y me quedé parado mirándola unos minutos, la botella ya no valía tanto, al menos no como verla dormir tranquilamente. Caminé hacia la puerta para poder irme, pero su voz me llamó.
- Jungkook...
- ¿Sí? ¿Qué pasa, muñequita? -Volteé a verla. Aún tenía los ojos cerrados y mantenía la misma postura.
- ¿Puedes quedarte? -Preguntó bajo.
Me quedé sorprendido por lo que dijo, debería tomar más seguido para pedirme esto. Sonreí y me acerqué nuevamente a ella, me acosté a su lado y sucedió algo que jamás creí que pasaría. Se acurrucó en mí delicadamente, mientras yo la abracé para que se sintiera mejor. Después de varios minutos, ahora sí ya estaba dormida.
- Talvez esto no sea significativo para tí... -Le dije aún estando dormida- pero creo que... me siento afortunado de volverte a abrazar.
Seguí mirando su hermoso rostro, sintiendo su respiración en mi pecho y el sentimiento de culpa, volvió a hacerse presente en mí. Su vida fue una mierda gracias a mí, y aún sabiendo que transcurría así, no hice nada. Todo por el peor sentimiento: Venganza. No soy yo quién merece verla muy seguido, no soy yo quién merezca tenerla cerca, no soy yo quién debería poder apreciar lo bella que es mientras duerme, no soy yo quién se merece poder abrazarla, no soy yo y jamás debí ser quién esté enamorado de ella.
- Te odio tanto, Park T/N.
[...]
Desperté y ví a T/N aún a mi lado, luego me levanté un poco para agarrar mi celular y ví la hora, era bastante tarde y nuestro vuelo salía en unas horas, debíamos levantarnos o no nos daría tiempo para hacer un par de cosas antes de irnos de Corea.
- T/N... Levántate -Le Susurré despacio- llegaremos tarde.
La moví un poco y fue despertando, luego de abrir sus ojos, me miró confundida.
- ¿Qué haces aquí?
- Bueno... Digamos que... -Sonreí de lado pervertidamente mientras acariciaba su muslo- tuvimos una gran noche.
Se había sonrojado, en verdad era tan inocente e ignorante.
- Tranquila mocosa -Me levanté de la cama- solo dormimos -Reí- además, si hubieramos tenido una gran noche -Observé detenidamente su cuerpo hasta quedar en sus pechos- no tendrías ni una prenda mínima puesta -Relamí mis labios y me acerqué a la puerta- Por cierto, arreglate linda, iremos a un lugar, y no preguntes dónde ni por qué -Le guiñe un ojo y salí de su habitación.
Me dirigí a la mía y entré a la ducha, luego de veinte minutos salí y me vestí con un traje negro y camisa blanca con cuello, acompañada de una corbata. Bajé y miré el reloj, las 12:45, nuestro vuelo sería a las tres de la tarde, tenía pendientes que hacer y no podía perder tiempo.
- ¡T/N, se nos hace tarde!
Después de unos minutos, bajó una mujer bastante perfecta ¿Cómo debería describirla exactamente? Pues Simplemente no podía. Tenía un maquillaje lindo y natural, también llevaba puesto un vestido negro apegado a su cuerpo bien formado, también llevaba un pequeño bolso dorado y tacones negros con su pelo suelto. El vestido resaltaba las partes más llamativas de una mujer: sus perfecto busto, su diminuta cintura y su inigualable trasero.
- ¿Acaso tratas de darme vergüenza? -Le pregunté.
- ¿Me veo... Mal? -Dijo con un tono y gesto inocente mirando su vestido.
Mierda ¿Acaso no le basta con que esté suficientemente enamorado de ella?.
- A lo que me refiero es que... Me siento acomplejado -Sonreí y rasque mi cuello. Me estaba poniendo nervioso- estás... Muy linda.
La miré y ella a mí, ninguno tenía algo que decir y me quedé prácticamente babeando, me dí cuenta después de que rio leve.
- Eh... Vámonos...
Abrí la puerta principal y estaba parado el tipo que trataba de robarme el tesoro. Lo odiaba completamente.
- ¿Qué puta quieres aquí? -Pregunté molesto. La sangre me estaba hirviendo de solo verlo.
- Nos volvemos a ver, Jeon Jungkook.
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Gracias por todo 🌠.
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¡ 𝐒𝐞𝐧̃𝐨𝐫 𝐉𝐞𝐨𝐧 ! [+𝟏𝟖] (editando)
FanfictionPark T/N, una chica trabajadora para su corta edad de 18 años, debido a que sus padres "no la quisieron cuando nació", así que vivió en un orfanato. Trabaja para un estricto empresario que tiene una actitud por los cielos, muy presumido, ambicioso y...