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Un día soleado, generalmente se caracterizan por ser demasiado alegres o demasiado calurosos. Para Doyoung eran solo días en el que se sentía agobiado más de lo normal, estar por terminar su último año escolar era tan estresante, que hasta había pasado por su cabeza que era buena idea raparse.

— ¡Doyoung! ¡Kim Dongyoung!

El gritó que pegó su mamá para llamarlo llegó a sus oídos, no dudó en levantarse lo más rápido posible, llegar tarde ante un llamado de su madre sería la muerta estando vivo.

— Aquí estoy.

— Te llame hace un buen rato, Doyoung. Y te dignas a aparecer en este momento.

— Lo siento.

— Nada de disculpas, quiero que vayas hacer esta lista de compras al super y no quiero excusas — su madre extendió un papel con los necesario anotado.

Doyoung solo bufo — Está bien — y rápidamente salió de allí.

Al salir de su casa después de haberse colocado un enorme abrigo, pudo sentir la brisa caer sobre su cara, el aire estaba tan fresco así como tan fuerte y molesto.

El viento pegaba en su rostro tanto como su pelo — debí de haber traído un gorro — pensó luego de haber notado tal actitud del clima.

Al estar en la entrada del súper avanzo por los pasillos en busca de lo que su madre le había colocado en la lista (que ahora estaba en sus manos) después de tener todo lista, pago con el dinero que le fue entregado y agarro las bolsas que tenían sus compras largándose de allí.

Camino por los largos caminos que llevaban a su casa, no pudo utilizar el transporte público por haber comprado cosas demás haciéndolo quedar sin dinero.

El peli negro sentía temor al pasar por las calles en la noche, nunca acostumbraba pasar por lugares de mala muerte, menos en la noche. Su caminar era rápido y apresurado, el miedo de que le puedan colocar una pistola por querer robarle sus pertenencias era tan grande, sin duda odiaba haber visto esa película de crimen con su hermano.

Sin haber visto nada, pudo sentir un golpe que lo dejó en el piso agarrando su estomago por un enorme dolor.

— ¡Oye imbécil! — Doyoung grito.

Al darse cuenta que era un chico se asustó más. La luz de un foco hizo que pueda observar el rostro de aquel extraño en aquella oscuridad. La cara de el chico no tenía ninguna expresión, eso asustó más a Doyoung y se levantó con el dolor aun presente en su estómago.

— N-no se quien eres pero puedo decir no eres uno de esos de las pandillas que solo quieren intimidar — hablo con nervio en un pequeño hilo de voz.

— ¿Así me veo? ¡Wow! debo de ser tan lindo para que pienses que no te iba hacer algo — hablo el chico apegándose más a Doyoung.

— ¿Quien eres y porque viene y me golpea? si yo ni lo conozco y menos le hice algo.

— Ay rumores sobre ti pequeño Doyoung, — hablo cerca de su oído — rumores sobre tu vida que envidio de ti.

— Si, esto es una broma de mal gusto de verdad te voy a dejar sin futuros hijos seas quien seas — hablo el peli negro seguro de sus palabras, para luego proporcionar un golpe en su entre pierna dejándolo completamente en el piso a causa del dolor.

Luego de aquello dicho por Doyoung, tomó sus compras y las colocó en sus brazos sin importar el peso de las bolsas juntas. Antes de salir de ese lugar de aseguró de que el chico no lo siguiera.

Llegó finalmente a su casa dejando las compras en la mesa de la cocina y luego dar un suspiro largo y pesado.

— ¿Por qué dilataste tanto, hiciste amigos o que? — habló su mamá sacando la comida de las bolsas.

— Ya quisiera, mamá — hablo desde las escaleras.

Fue directo al cuarto de su hermano Gong Myung, en busca de curas, vendas y cremas para el dolor de aquel golpe. Aquel chico no golpeó tan duro pero aun así ardía.

— Me puedes dar unas curitas, vendas y una crema — su hermano dio una vuelta en su cama y buscó en su escritorio — Ten — le tiro lo que había pedido.

— Descansa — Doyoung se despidió, sabía que ser doctor no era algo fácil y el cansancio siempre iba a estar allí.

Aplicó la crema que le dio su hermano para después colocar unas curitas dónde no habían tantos golpes y una venda en el medio de su estómago.

Si volvía a encontrar a ese chico otra vez el iba a atacar con todas sus fuerzas hasta dejarlo hecho mierda así como lo había dejado, pero de una manera fuerte. No se quedaría de brazos cruzados no con la actitud de ese chico.

Decidió dormir a pesar de no tener terminadas algunas tareas, después de todo se las pediría a Mark ya que no confiaba que Jungwoo y Jaehyun la tuvieran. Durante toda esa noche intento de dormir pero por culpa de el dolor en su estómago al dar una vuelta en la cama le fue imposible.


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El peli celeste caminaba en dirección a su casa junto un gran dolor en su entrepierna, sabía que lo que había hecho estaba mal pero se dejó llevar por los celos. Si encontraba a Doyoung otra vez iba a pedirle unas grandes disculpas.

Abrió la puerta de la casa en la que vive junto su familia aunque dentro de unos tantos días se estaría mudando a un apartamento, estar en la universidad y vivir con su familia era un tema que sinceramente lo estresaba.

— ¡Mamá ya llegue! — dejó sus zapatos en la entrada colocándose unas cómodas pantuflas.

Su mamá apareció de la puerta de la cocina: — ¿Ya cenaste?

— Si, con unos amigos.

Se fue a su cuarto caminando pesadamente, estaba que se arrepentía de su acto pero no puede hacer nada para retroceder el tiempo.

Dio un largo suspiro al caer en su cama:—
Doyoung, me haces daño — dijo algo adormecido y dio un vuelta en su cama para acomodarse.

Otra historia que tengo en mente posiblemente no la actualice tanto ya que tengo una historia más avanzada la cual estoy ahorita concentrada en avanzarla y saber su final

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Otra historia que tengo en mente posiblemente no la actualice tanto ya que tengo una historia más avanzada la cual estoy ahorita concentrada en avanzarla y saber su final.

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Jealousy ; DoTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora