Jealousy ; DoTae

O5

Doyoung se levantó de la cama donde estaba, le dolía la cabeza y le pesaba demasiado, se levando y entró al primer baño que encontró primero se lavo la cara con agua, rápidamente se observo en el espejo y todo comenzó a dar vueltas a su alrededor, no tenía idea de cuánto alcohol había consumido pero sentí el vomito venir hasta su boca por lo que se movió rápidamente al inodoro para tirar la espesa sustancia en el cubículo. Luego de aquel acto totalmente asqueroso agarró la palanca y la bajo, salió de aquel baño que desconocía por completo y no tenía ni la menor idea de como lo había encontrado tan rápido para su urgencia.

Bajo las escaleras con una pesadez en sus pies demasiado grande y fijando donde colocaba sus pasos, encontró unas cuentas personas en la sala una de ellos era aquel chico que portaba un cabello rojo, si no bien recordaba era aquel había abierto la puerta cuando llegó a este lugar y le había causado asombro.

— ¡Taeyong despertó tu acompañante! - un chico algo alto que recordaba haber visto antes hablo.

El peli celeste se movió del sofá de donde estaba recostado y observo directamente a los ojos al menor. Esos ojos tenían un brillo único y un toque especial, ¿porque los ojos de Kim Dongyoung se miraban tan lindos recién abiertos para Taeyong? El mayor no tenía respuesta de sus propios pensamientos y con el tiempo trataría de averiguarlos.

— Doyoung, puedes sentarte si quieres — un chico con una estatura un poco más baja que los demás apareció delante suyo — ah lo siento por hablarte así no más, soy Taeil, el dueño de la casa.

— Doyoung — dijo dando una reverencia hacia el más pequeño de estatura.

— Eso ya lo sé, ahora ve a sentarte que la pizza que pedí no debe de tardar en venir — Taeil dio leve palmadas a la espalda de el azabache y se fue.

Se movió a buscar un espacio cómodo por la sala, encontró un sofá juntito a una mesa que estaba un poco aislada de los demás y tomó asiento. La casa de aquel amigo de Taeyong era totalmente arreglada con diferentes decoraciones combinadas por doquier. Saco su teléfono de uno de los bolsillos de su chaqueta y reviso la hora, eran las 1:30 y todavía no se había bañado, no podía creer que haya dormido demasiado tiempo menos en una casa ajena.

El tiempo pasó y la comida rápida había llegado a aquella casa, Doyoung tímidamente se movió hasta las mesa de la cocina y agarró una porción pequeña ya que no quería ser una molestia por lo que decidió tomar aquella porción y regresar al lugar aislado en el que están antes.

— ¡Otra vez de jamón! — el chico que tenía acento extranjero hablo desesperado. — Yo quería de pepperoni — se sentó con una rebanada de pizza con la cual no se sentía del todo satisfecho.

Doyoung ya se había tranquilizado y terminado su comida por lo que había dejado el plato sucio en la mesa ratonera que se encontraba por el lado que el había decido sentarse.

— ¿Doyoung, no vas a comer más? — Taeil preguntó al ver el plato vacío del peli negro y al recordar el tamaño de las porciones que agarró.

Tímido hablo y dijo en un tono demasiado bajo: — No, así estoy bien.

Taeyong, quien aún seguía comiendo observaba cada expresión de Kim, podía notar que se estaba comenzando a sentir incómodo por las expresiones de los ojos de el azabache. Decidió levantarse luego de haber terminado y salir con Doyoung directo al patio trasero de la casa de Moon, por lo que todos se quedaron viendo aquella acción y comenzaron a sacar teorías y claramente no podía faltar la imaginación de el japonés y pensar que estaban por pelear.

— ¿Doyoung, te quieres ir ya? — aquella pregunta había sido muy obvia pero aun así decidió preguntarla.

El peli negro no respondía la pregunta de el peli celeste, si quería irse ya que sentía que estorbaba en aquel ambiente solo que tenía miedo de cómo reaccionaría Taeyong.