- ¿si tu te cansas de mi primero?-me pregunto el entonces- esto va en ambos sentidos Anahi, si no podemos dar al otro lo que necesita, entonces no hay ninguna otra razón en continuar ¿estas de acuerdo?
Mis manos se apretaron en mis rodillas
- Estoy de acuerdo-susurre-
- No hay reglas, Anahi pero de ahora en mas no significa no. Si no lo quieres, entonces dices la palabra-me dijo- ¿entendido?
estaba nerviosa
- Cada noche te empujare mas lejos. Cada noche aprenderás algo nuevo sobre ti. No estés asustada sobre mi o de ti-el sabia como reaccionar a cada pregunta que le daba solo atinaba con una voz tierna y firme-
- Ninguna otra mujer-yo lo queria claro desde el principio- no se siquiera si puedo manejar a otro hombre... Pero no puedes tener a ninguna otra mujer
- No quiero a otra mujer Any-me aseguro el- y no habrá ningún otro hombre a no ser que sea algo que decida-su voz se endureció- hay un placer particular en compartir a tu mujer, que tal vez tu nunca puedas entender. Pero no cualquier hombre será digno del privilegio, nena confía en mi
- Si no tenemos relaciones ahora, saldré de esta casa y no volveré-susurre- estoy cansada de esperar Alfonso
Yo habia girado las tablas sobre el, entonces me moví antes de que Alfonso pudiera pararme, girando y apretando sus hombros contra el colchón hasta que el yacio sobre su espalda. Alfonso ya estaba duro enganchando mis manos en la cinturilla baje sus pantalones
- Me preguntaba cuando te cansarías de la espera-dijo el riéndose, aunque su mirada estaba caliente, con malvada lascivia-
Me saque mi vestimenta por sobre mi cabeza, luego se subió a mi cuerpo. Christopher escucho mi dificultosa respiración cuando mi húmeda rozo su miembro, pero siguió, yo queria su beso... Yo moría por un beso
Mientras mis labios tocaban los de Alfonso, los brazos de el me rodearon, girándome, tirándome sobre mi espalda mientras se elevaba encima mío... Su lengua perforaba mi boca, sus labios se inclinaron sobre los míos mientras el convirtió la caricia en un banquete carnal
Gemí interrumpidamente, sintiendo la ternura, el calor completo de su toque, su cuerpo encima del mío, la fuerza de sus músculos mientras me mantenía contra el
- ¿Estas tomando la píldora o necesito un condón?-dijo Alfonso entre dientes-
- Píldora-jadee-
Narra Alfonso
Mis labios se arrastraron a lo largo de su cuello, moviéndose hacia abajo... Hacia las puntas duras, sensibles de sus pechos. Cuando mi boca cubrió uno, mi matriz se contrajo dolorosamente, oh si. Esto era bueno, tan bueno
Mi lengua raspaba la punta, mi boca la chupaba con un movimiento fuerte que dejaba a Anahi temblando. Entonces mordisquee el pequeño brote, el pellizco leve llevo mi excitación aun mas alto por el filo del dolor
- Maldición, estas tan caliente que me estas quemando vivo-gruñí, moviéndome hacia atrás, hacia sus labios-
- Quémate mas entonces-jadeo dulce- por favor, tómame ahora
Me eleve encima de ella moviéndome entre sus muslos, separándolos mientras ella me miraba
- Esto podria doler-le advertí-
Ella hizo rozar sus caderas, atormentada por la punta de mi miembro mientras daba pequeños golpes contra su feminidad
- Esta bien-gimoteo- tu puedes manejarlo
Narrador omnisciente
Alfonso se hundió en Anahi, el aliento abandono el cuerpo de Anahi mientras se doblaba un grito estrangulado rasgo su garganta por la forzada separación de los sensibles músculos de su feminidad... El ardiente placer mezclado con dolor la consumía, viajando por ella mientras se retorcía contra Christopher
- Dulce misericordia-grito el mientras se acomodaba sobre ella pesadamente, sus codos afirmándose para soportar su peso, sus caderas rodaron en un suave movimiento entre sus muslos enviando dardos agudos de éxtasis a viajar por su cuerpo-
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El no iba a durar mucho tiempo. Alfonso sabia que el no tenia un ruego para ello, lo mejor que podia esperar era que Anahi tampoco pudiera, el agarro sus caderas, su cara se enterró en la curva húmeda de su cuello mientras comenzaba un movimiento fuerte, firme, dentro de su cuerpo
Alfonso gimió ante su calor. El empujo en Anahi mas duramente, sus empujes ganaron velocidad, lanzándose dentro de ella deslizándose por el sensible tejido que lo agarraba, luchando para sostenerlo... Su alrededor de el mientras ella gritaba, sacudiéndose entre sus brazos, su orgasmo golpeando en ella al mismo tiempo que el perdía el control
- Any. Dios Any...-alfonso no creia que las llamaradas de placer se terminaran alguna vez. Rezaba por que nunca lo hicieran-
Estas subieron por su columna vertebral, por su miembro y disolvieron el duro y solitario centro de su corazon. Esta mujer era suya y antes de que la semana estuviera terminada, el se lo demostraria