Sucesos extraños.

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Sucesos extraños.
Toque de queda.

Desperté cuando sentí la garganta seca, disgustada miré la hora, dos y cincuenta de la madrugada, aparté la frazada que tenía encima y me levanté, sintiendo el frío piso en mis pies.

Unos sonidos llamaron mi atención, sonaban agresivos, como si hubiera gente peleando verbalmente.

Me asomé a la ventana rápidamente, tocando con las yemas de mis dedos el vidrio empañado por el clima.

Distinguí rápidamente a Finn y Emmy Perry peleando frente a su casa, ¿Apenas volvían de su cita?.

Traté de oír algo, más todo resultó en vano, abrumada abrí un poco la ventana.

─¡Sabes que esto va a terminar mal! ¡Eres consciente de ello! Y aún así, ¡Estás jugando!. ─Le gritó ella.

Mi mirada se posó en la figura del pelinegro, se veía enfadado, inevitablemente lo primero que formuló mi mente fue, ¿Qué está pasando?.

─¡Deja de pensar que no puedo manejar esto solo!. ─Respondió él.

─¡No solo tiene que ver contigo, tiene que ver con todos nosotros!, ¡Fuiste a desafiarlos como un idiota! ¡Es eso lo que quieren!.

─¡No voy a permitir que ataquen y salgan ilesos!.

─¡Estás jodiendonos a todos! ¡Esto es una mierda, Finn!.

─¡Yo no te pedí tu ayuda!.

─¡Y si no hubiese ido no volverías en una pieza!.

Silencio.

Un gran silencio entre ellos invadió el ambiente.

Ella negó con la cabeza, molesta, y se subió en un coche que yo desconocía, -Así que no era el de Finn-, y se fue.
Pude ver como él caminaba hacia la puerta de su casa y entraba, cerrando de un portazo.

¿Qué demonios había sido eso?.

¿Él estaba en problemas? ¿Por qué? ¿Con quiénes? ¿Qué tenía que ver Emmy?.

Me alejé de la ventana aún confundida y abrí la puerta de mi habitación, saliendo por esta, mi garganta ardía por agua.

Bajé las escaleras lo más silenciosa que pude y me asomé a la cocina, para mi suerte las luces estaban prendidas, por que si no hubiese sido así, jamás entraría en la oscuridad para encenderlas.

Sentí como mi seca garganta daba un brinco de alegría cuando saqué mi botella de agua del refrigerador y me la bebí rápidamente, sentí un poco de frío por el líquido helado pasando por mi garganta, pero aún así, no fue molesto.

Una vez que me sentí satisfecha dejé el agua en su lugar y subí tranquilamente las escaleras, aún con dudas en mi mente.

Definitivamente había algo que Emmy sabía y yo no.

En cuanto llegué a mi habitación y cerré la puerta, sentí como me empujaban contra ella. Rápidamente reconocí el aroma a alcohol, subí mi mirada, sin saber muy bien que estaba pasando, molesta por el susto que me había dado al empujarme.

─¡¿Qué demonios haces aquí?! ¡Son las tres de la mañana!. ─Solté y le di un empujón, separándolo de mí.

Su semblante molesto y el odioso olor que tenía me hicieron darme cuenta de su estado de ebriedad, así que era eso, había bebido de más.

─¿Estás tomado?. ─Pregunté enfadada. Genial, lo había dejado unas horas y ya venía borracho, y para empeorar, bajando del auto de una chica.

Un Secreto Oscuro; FillieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora