Crow

Capítulo 3

Josh
9:00 del día siguiente.

Estoy esperando por el dueño sentado en las mesas de la tienda 24 h de ayer cuando mi teléfono suena, miro la pantalla y el nombre del Detective Lonan aparece.

- ¿Si? - respondo rápidamente, mi voz ronca por la falta de uso.

-Tenemos un perfil del posible sospechoso, el doctor Noah envió algunas características generales a partir de lo descubierto en la autopsia. Te las enviaré en cuanto cuelgue. - su tono cansado me hace sospechar que estuvo ocupado toda la noche.

-Bien, gracias- respondo con una pequeña sonrisa en mis labios, las habilidades de Noah nunca dejan de sorprenderme, el chico debería estar en el FBI o algo así.

- ¿Dónde estás? - pregunta, subo las cejas ante la inesperada interrogante.

-Estoy dando una vuelta por los alrededores de la escena. - Respondo secamente, no dando más información de la necesaria.

No entiendo la necesidad de Lonan de saber todo respecto a este caso, con casos anteriores se ha destacado por hacer solo lo que le piden, su sobresfuerzo me está poniendo los nervios de punta.

El sonido de tacones a mi espalda llama mi atención, cierro los ojos rezando para que no sea lo que estoy pensando. Un ligero aroma a vainilla inunda mi nariz y mis sospechas se confirman. Me despido rápidamente de Lonan y me giro hacia el sonido. Mis ojos se encuentran con los de Kellan, su corto vestido rosa haciéndome enojar.

-¿Estamos investigando un caso de homicidio, se puede saber por qué carajos te vistes de rosa?

-Noté que a la víctima le gustaba el rosa así que me vestí para ella. Es un lindo detalle ¿no? - cierro los ojos y respiro hondo ante su absurda respuesta, suspiro resignado y la vuelvo a mirar.

Su cabello está atado en un moño alto, su rostro está libre de maquillaje y sus ojos grises me contemplan atentamente. Su corto vestido rosa resalta sus curvas y eso realmente me molesta, mi atención se dirige a sus piernas desnudas y mi ceño se frunce. Realmente odio la manera en que me hace sentir incluso después de tanto tiempo separados.

Kellan comenzó como reportera policial hace apenas un año y medio, durante ese tiempo su padre nos ha mantenido lo más lejos posible el uno del otro, es el primer caso que hacemos juntos y no estoy muy feliz con ello.

No vuelvas a ponerte algo como eso mientras trabajas conmigo- digo duramente, mi mirada en la suya, la sorpresa brillando en sus ojos.

-¿Por qué? ¿No te gusta? - dice mirando su atuendo con un ligero puchero, mi corazón comienza a saltar, su ingenuidad despertando sentimientos que pensé haber enterrado. Después de cinco años separados Kellan sigue siendo el ángel que nunca podré tener, pensé que podría olvidarla, no podía estar más equivocado.

-No es eso, simplemente no es la ropa adecuada para este tipo de trabajo. - digo secamente desviando la vista de sus suspicaces ojos grises.

Asiente y promete vestirse
profesionalmente para la próxima investigación, quisiera decirle que no habrá próxima vez, pero ambos sabríamos que estaría mintiendo.

Después de esperar media hora sentados en un silencio incómodo, llega el dueño de la pequeña tienda, se baja de su coche y se dirige hacia nosotros. Su expresión lasciva se dirige al escote en forma de corazón de Kellan, aprieto mi mandíbula y lo fulmino con la mirada, se encuentra con mis ojos y su rostro enrojece de vergüenza.

- ¿Es usted el dueño de esta tienda? - pregunto al hombre demasiado gordo mientras señalo a la tienda detrás de mí.

-Sí, ¿Hay algún problema con la tienda? Tengo todos los papeles en orden joven- dice rápidamente mientras un tic aparece en su ojo izquierdo. Sonrío ante su obvio nerviosismo.