Bulletproof Heart 🪐| ZaDr

Capítulo 2

- Hola.

- ¿Podemos vernos?

-La anciana de la entrada me dió tu número.

-Lo siento.

Un número desconocido, no era difícil adivinar. 

-¿Qué quieres ahora? Déjame en paz, Diana.

-No sé quién es Diana.

-Soy yo

-Zim.

''Oh cielos, ¿qué clase de broma pesada es esta?, peor aún, ¿cómo demonios lo había encontrado?, está abajo, ¡¿QUÉ HACÍA ÉL AQUÍ?!. No, esto es alguna forma de extorsión de parte de Gaz''

''¡¿Y QUÉ HAGO YO YENDO HACIA LAS ESCALERAS?!, estúpido impulso que decide por mi, solo lo voy a echar de aquí y regresaré a estudiar, si, nada más. ''- Pensó, todo un lío.

Llegó al living y se acercó a su casera. 

-Alguien te está buscando, no te vayas a meter en problemas por favor.- dijo en voz baja la anciana con notable preocupación.

-Descuide, gracias por no dejarlo pasar, solo veré qué es lo que quiere.- contestó con el mismo volumen de voz que la otra usó. Abrió la reja y subió el cierre de su chamarra, ya había parado de llover pero no quería resfriarse. 

Estaba oscuro, e intentaba con todas sus fuerzas enfocar su vista, solo pudo observar personas esperando el transporte al otro lado de la acera, pero no a él, ''De seguro ya se fue'', pensó. 

-¿A quién estás buscando?.- esa maldita voz chillona, sonaba algo apagada y sin ese acento narcisista que usaba pero definitivamente era él, volteó hacia un lado y ahí estaba, su disfraz no era el mismo, obviamente lo había perfeccionado, ahora realmente podría pasar desapercibido, nada de piel verde, ¡Incluso creció de tamaño!, él también había crecido un poco y aún así no lograba revazarlo, podía decirse que se llevaban por una cabeza, siguió sin decir nada, pues qué podía decir, no todos los días te pasa que vuelves a ver a alguien después de muchos años, agregando que es ¡un maldito alien!, observando notó que no llevaba su ropa de invasor, era ropa extraña, una chamarra con parches de insignias ¿Regresó a la armada?,  también llevaba un dispositivo parecido a un celular ¿de donde lo había sacado?. Su cabeza seguía perdiéndose más y más a pesar de los pocos segundos que transcurrieron. 

-Hola.- Por fin pudo vocalizar algo sonando como un susurro. 

-¿Estás bien?, luces algo pálido.- respondió ante el silencio que los seguía acompañando. Y ahí Dib reaccionó, qué mierda le pasaba. 

-¡Tú!, maldita cucaracha verde.- Se acercaba al otro con un obvio enojo en su mirar y apuntándole acusatoriamente, como si un poco de agua helada le había caído, recordó todo lo que había sufrido después de su partida, ¿cómo se atrevía aparecerse como si nada?.

-Espera, espera, lo lamento, en serio, lo lamento, solo que no sabía cómo comunicarme contigo.- contestó cubriéndose con sus brazos. Y es que no le estaba mintiendo, desde que planeó regresar a la Tierra no se le había ocurrido ni una forma de hablar o acercarse correctamente, hizo lo que mejor le sale, improvisar. 

-Mentiroso, y ¿por qué?.- aún enojado cruzó los brazos esperando una respuesta que le convenciera para no asesinarlo ahí en la entrada. 

-Por todo, por haberme ido sin decir nada, por aparecer de sorpresa, por no haberte mandado alguna señal de que seguía vivo.- se sinceró.