Capítulo 5

67 11 10
                                    

No tardaron en consolidar una rutina juntos, unos días cocinaba Dib que por lo regular era en la cena o los fin de semana y otros días lo hacía Zim y es que les había tocado que durante la temporada de exámenes del escolarizado no tenía tiempo ni de prepararse algo, y pasando a traer al otro por no tener quien le prepare algo este se ofreció a hacer el desayuno los días en que el humano no pudiera, se levantaba minutos antes del otro y cocinaba primeramente al que estaba más apurado, una vez finalizado y asegurándose de no haber quemado de más la porción servida, se dirigía a servirle a Gir una lata de atún para después regresar a prepararse algo para el, GIR se había ofrecido muchas veces para ser el que cocinara para su amo pero le negó y prohibió rotundamente, primero, que el departamento era de Dib y se estaba esforzando en no causar una desastre y segundo, no quería comer waffles con jabón tal como su sirviente robot los hacía y por más que le recalcaba que eso no era comestible terminaba por no hacerle caso así que se ahorró toda esa situación al prohibirle su acceso a la cocina.

Dib no se quejaba, le estaba yendo mejor que esos días en que llegaba sin desayunar a sus exámenes forzándose más de la cuenta y terminando la jornada con dolores de cabeza a la falta de alimentos. Y es que le había sorprendido la amabilidad del más bajo, dudó mucho para aceptarlo y convencerse que no tuviera nada malo lo que este le servía, pero al final se dio cuenta de su paranoia y que es tonto pensar que Zim tuviera más planes para herirlo o realizar unas de sus fechorías. Simplemente se quedó sin pruebas y excusas. Si bien no era el mejor desayuno que haya probado porque el que el alíen no degustara los ingredientes en el momento de la preparación afectaba en el sabor, no era asqueroso pero si algo insípido pero al fin era comida y con la intención de que el otro la había preparado le bastaba.

Durante esos días se habían estado conociendo más aunque los dos se sumergían en sus actividades hasta altas horas de la noche, la cena era el momento para hablar un poco, los primeros días fue incómodo y no sentían que ningún tema de conversación fuera a romper ese hielo, aún habían cosas que no querían tocar como la situación que tenían antes de que el ex-invasor se fuera y en general los problemas de este, como lo del Pak que descubrió semanas atrás.

Pero si que les gustaba hablar de buenos momentos y es que el humano estaba particularmente interesado en lo que el Irken le contaba del planeta en que había estado durante ese tiempo. Agregando el como se había convertido en tío sin esperarlo.

Su raza no tenían esos lazos parentales por el hecho de ser creados por clonación, pero él se había encontrado una pequeña familia que lo acogió y ahora puede decirlo con orgullo.

Hablaba con emoción y ese particular brillo que el humano no pudo pasar desapercibido y es que nunca lo había visto con tanta energía radiante, lo había visto años antes cuando ejecutaba sus planes de invasión pero ninguno era igual de intenso.

Dib tenía mucho que pensar ahora que el semestre estaba por terminar y sus vacaciones se acercaban, tenía la situación por la que junto con Gaz decidieron hacerla durante ese descanso para no interferir con sus actividades, pero cada que hablaban esta siempre soltaba o preguntaba cosas sobre su compañero espacial, indirectas generalmente sobre su relación, el cual terminaba negando cualquier objeción de su hermana ya que realmente no había nada, el otro se pasaba todo el día en su laboratorio al otro lado de la ciudad apenas y podía decir que tenían una amistad. Y lo había puesto a pensar en la situación, ya que algo dentro de el lo molestaba, una confusión y muchas dudas habían sido desempolvados, el problema mayor era que no podía distinguir que clase de sentimientos eran los que había estado reprimiendo en los últimos días.

La temporada de lluvia estaba cerca y el ex-invasor era el más afectado, la temperatura había estado bajando conforme los días pasaban y el frío era algo que el Irken no soportaba. Así que adaptó el departamento con un calefactor siendo su habitación la que más artefactos tenía. Había tenido discusiones recientes con el humano porque desaparecían colchas y sudaderas de su propio armario y el otro le negaba la entrada al querer recuperarlas. Se convenció que una vez que terminara la temporada fría este pararía con su actuar raro así que lo dejó ser.

Bulletproof Heart 🪐| ZaDrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora