é r a s e u n a v e z

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"Art of life" definitivamente era eso, arte. X-Japan era una de mis bandas favoritas, y aunque ya había escuchado esa canción miles de veces, era la primera vez que consideraba comprarme el álbum, hasta ese momento, no había tenido dinero para comprarlo, pero ahora que había comenzado a trabajar en una pequeña tienda de conveniencia que estaba por mi casa, podía permitírmelo, después de todo, esa había sido la regla que mis padres nunca se cansaban de repetir "cuando ganes tu propio dinero, podrás comprarte lo que tu quieras". Bueno, ahora lo hacía. Por eso mismo, ahora me encontraba en una de esas máquinas de las tiendas de discos en las que podías escuchar los discos con audífonos compartidos, probando el CD aunque no hacía realmente falta, sabía que me lo compraría, solo me gustaba escuchar esa canción.


Mientras tamborileaba con mis dedos el ritmo de la batería sobre el muslo de mi pierna derecha, ya casi en mitad de la canción, sentí como alguien se paraba al lado mío, yo no podía escucharle, pues tenía los audífonos de la máquina de discos puestos, pero pude sentirla. La miré y casi pude sentir como mis pupilas se dilataban. Era la chica más hermosa que había visto en mi vida, de piel pálida, grandes ojos marrón oscuro, labios delicados pero llenos...ella me sonrió y yo casi quedé deslumbrado, encandilado por aquellos dientes blancos y relucientes. Me tomó un buen rato darme cuenta de que ella ya no me miraba, se había puesto los audífonos contiguos a los míos, escuchando la misma canción que yo, y había empezado a inspeccionar la caratula del CD, que se encontraba exhibido en frente de nosotros por montones. Yo traté de controlarme y de no quedarme mirándola, pero era casi imposible, parecía una muñeca y era inevitable sentirme atraído por ella. Mientras ambos escuchábamos la canción, yo la miré de reojo, pude ver un lunar suave que tenía en el pómulo, y las largas y espesas pestañas que adornaban sus ojos...de verdad era muy bella. Dejé de prestarle realmente atención a la canción y comencé a enumerar los infinitos bellos detalles de aquel rostro, siempre intentando parecer discreto y no ponerme a babear ahí mismo. Algo casi imposible, si me preguntan.

Fueron casi quince minutos de tortura, pues de por si Art of life duraba mucho tiempo, y aunque la canción me encantaba, no pude concentrarme de nuevo en ella, tenía a la muchacha más bonita del mundo a mi lado ¿cómo podría? Mi mirada viajaba de vez en cuando hacia su rostro y se perdía en ella...en la forma en la que sus labios se movían mientras tarareaba la canción, o al menos eso parecía, la forma en la que sus pestañas subían y bajaban cuando parpadeaba, la manera en que sus ojos se giraron hacia mi y me miraron. Yo le sostuve la mirada y luego ella me sonrió de nuevo, se quitó los audífonos, tomó uno de los discos y se dio la media vuelta, marchándose.

Cuando ella me dio la espalda, fue como si me dejara respirar por fin, sentí como si mi corazón se hubiera detenido todo ese tiempo y solo ahora comenzaba a latir una vez más a la velocidad más inverosímil del mundo, no importaba que estuviera yo solo al inicio de mis quince años...estaba bastante seguro, esa era la chica más guapa que había visto y que vería nunca. Art of life comenzó a dar sus notas finales y yo reaccioné por fin ¿que hacía allí parado? Tenía que correr, ir detrás de ella, preguntarle su nombre, invitarla a tomar algo, salir a dar un paseo o lo que fuera...¡tenía que hacer algo! Tomé uno de los discos son rapidez, me quité los audífonos casi con violencia y corrí hacia donde se había ido la chica antes. La buscaba como poseído, volteando de un lado a otro, pero olvidaba que aquella tienda de discos era enorme, y que aparte de eso, saliendo de allí había una plaza mucho más gigante y llena de gente...si no la encontraba ahora, no lo haría nunca. De verdad corrí y busqué lo más que pude, casi salí de la tienda sin pagar el maldito CD, pero luego de pagarlo y salir hacia la plaza, supe que no podría encontrarla. Veía mucha gente, pero nunca ese cabello oscuro, lustroso y bonito de antes, vi muchos ojos, pero no esos ojos grandes y cálidos de antes, vi muchos rostros...pero ya no volví a ver ese rostro de muñeca que tanto me había cautivado.


—Que estúpido eres Yuzuru...— Jadee para mi mismo, agitado y sudoroso de tanto correr en búsqueda de aquella chica que me había robado el corazón solo con su sonrisa.




El tiempo pasó, pero nunca me olvidé de aquella chica. Cada vez que escuchaba Art of life la recordaba, cada que veía algo bello la recordaba, pero no volví a verla. Hasta que después de un año, estando mis compañeros y yo, en el inicio de nuestro segundo año de instituto, la vi entrar al salón de clases junto al profesor. Se veía preciosa en el uniforme, con el cabello suelto y las mejillas rojizas, sonriendo con timidez a todos los que estábamos en la clase...¿es que acaso era un sueño? ¿Acaso estaba viéndola de nuevo? ¿De verdad estaría con ella en el mismo curso? Shoma, uno de mis mejores amigos, pasó la mano en frente de mi rostro, tratando de llamar mi atención mientras el profesor nos decía que ella era una nueva alumna que se iba a transferir a nuestro curso desde una escuela diferente

—¿Yuzu? ¿Que te pasa?— Yo reaccioné y lo miré, pero no pude resistir mucho y volví a mirar hacia aquella chica, que ahora estaba a punto de presentarse ante nosotros. —No, nada...no me pasa nada— Entonces Keiji, otro de mis buenos amigos, comenzó a reír por lo bajo, tratando de pasar desapercibido para que el profesor no lo notara, negando al verme, sin embargo no hubo tiempo para nada más, pues aquella chica comenzó a presentarse.

—Buenos días compañeros, mi nombre es Fujita Hatsumi, soy alumna transferida del colegio Nozomushi del este de la ciudad, espero podamos ser buenos amigos— Todos aplaudimos ante su presentación, yo todavía algo atontado, y cuando ella fue a ocupar un lugar vacío al lado de la ventana, yo la seguí con la mirada, entonces sucedió algo que no esperaba para nada. Keiji se giró hacia aquella bella chica, que ahora sabía su nombre era Hatsumi, y levantó una mano, como saludándole


—¡Hola, Hatsumi!— Keiji habló en un susurro y la susodicha se giró al escuchar su nombre y al mirar a Keiji, también levantó la mano, saludando, y de nuevo apareció en su rostro aquel bello gesto, ese gesto que podría ponerme de rodillas en cualquier circunstancia...su sonrisa. ¿Keiji la conocía? ¿Cómo?

❛  𝙎𝙞𝙚𝙩𝙚 𝙖𝙣̃𝙤𝙨  ❜  ● ● ● 〘 𝚈𝚞𝚣𝚞𝚛𝚞 𝙷𝚊𝚗𝚢𝚞 〙《TERMINADA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora