s i e t e

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Mis pensamientos jamás habían estado más claros. Si, quería mucho a Rika, podría decir que me había enamorado de ella...pero mi corazón nunca había dejado de pertenecerle a Hatsumi, la distancia, las ocupaciones y mi propia indiferencia me habían llevado a cometer el error de mi vida de dejarle marchar, pero eso había sido, un error, y estaba dispuesto a enmendarlo. Tan solo al día siguiente de aquella llamada con Hatsumi, me reuní con Rika, le pedí mi más sincero perdón y le dije que no quería lastimarla más, que esperaba que encontrara a alguien que la tratara como ella se merecía y que esperaba pudiéramos tomar caminos separados en buenos términos. La verdad salió mejor de lo que esperaba y no hubo más drama ni escenas, solo dos personas que terminaban una relación normal. Esto me hizo recordar a la ruptura con Hatsumi, y me di cuenta también de algo importante...la diferencia aquí era que con Hatsumi me había sentido entumecido, como si no pudiera sentir nada. Con Rika era que no sentía nada, absolutamente nada más que alivio y tranquilidad, eso me dio la pauta para saber que estaba haciendo lo correcto.


Por mucho que me hubiera gustado viajar a Tokyo al día siguiente e implorar el perdón de Hatsumi, arreglar las cosas, todavía tenía otras cosas importantes que terminar, y no quería presentarme ante Hatsumi sin nada, dependiendo aún de mis padres o teniendo que atenerme a vivir en Sendai y verla solo cuando tuviera el dinero suficiente, no, quería volver con ella como un hombre independiente, que pudiera darle todo lo que se merecía, por ello, me esforcé bastante en mi último año de universidad, trabajé muy duro en mi tesis y en mis exámenes y cuando me gradué por fin de la universidad, ya tenía una oferta de trabajo en una de las empresas más importantes de Japón, la misma tenía una sede en Tokyo y yo esperaba poder ser asignado allí para mudarme, asentarme, ganar dinero y entonces si, ir en busca de Hatsumi. La vida, sin embargo, tenía otros planes para mi, y me mandaron a la sede de Osaka, no podía quejarme, era una ciudad hermosa, pero no coincidía para nada con el plan que yo tenía para mi vida. Por lo mismo, atrasé un poco más el plan de buscar a Hatsumi, aunque mi primera noche viviendo en Osaka, le llamé, queriendo escuchar su voz, aferrarme a ella para que me recordara el por qué hacía todas esas cosas.

—¿Hola? ¿Yuzu?—

—¡Sumi-chan! ¿Cómo estás? Ya tiene mucho que no hablamos ¿no? ¡Ya hasta me gradué!— Escuché la risa un tanto corta de ella y luego un suspiro algo ausente —Ah, felicidades Yuzu, lamento no haber podido ir a la ceremonia, me alegra mucho que te hayas graduado por fin ¿has conseguido ya un empleo?—

—Oh vaya que si, de hecho ya hasta me trasladé en la sede en la que me asignaron, en Osaka ¿puedes creerlo?— Ella tardó un par de segundos en contestarme pero finalmente volví a escuchar su voz —Vaya, hasta Osaka...que bonito debe de ser, espero estés disfrutando el mar y todo eso...oye Yuzu, tengo que irme ahora, hablemos luego ¿si? ¡Bye bye!— Y entonces ella me colgó. La conversación fue tan corta y tan fría de su parte que sentí una opresión en el pecho. Hatsumi nunca había sido tan fría conmigo, ni siquiera cuando habíamos terminado ¿por qué ahora si? Mientras dejaba mi teléfono a un lado, suspiré, resignado. Sabía que ahora mismo no podía exigirle nada a ella, por mucho que yo lo quisiera, ella y yo ya no eramos nada así que ¿que sentido tenía pedirle cosas que ambos sabíamos no era su obligación darme? Era absurdo. Solo esperaba que cuando fuera el momento correcto, y yo volviera a ella, no sucedieran mas cosas así.


Pasaron los meses y yo me concentré bastante en el trabajo, se corría la voz de que asignaban a la sede de Tokyo a los trabajadores que tenían mejor rendimiento, así que de verdad me esforcé para que al término de mis plazos yo fuera el mejor, de esa forma me trasladarían a Tokyo y podría buscar a Hatsumi, buscarla de verdad. De vez en cuando hablaba con ella o nos mandábamos mensajes, diciéndonos muy brevemente como nos encontrábamos y que estábamos haciendo con nuestras vidas. Hasta que por fin, luego de casi otro año entero en aquel primer trabajo mío, me dieron la noticia...me iban a trasladar a Tokyo. Esa misma noche, al llegar a casa comencé a hacer las maletas, sin poder dejar de sonreír ¡por fin! Ese día, cuando ya estaba a punto de dormirme, decidí llamar a Hatsumi, quería escucharla...pero el timbre de su teléfono sonó y sonó y yo no obtuve ninguna contestación. Con un suspiro, dejé el teléfono a un lado, pero sonreí y cerré los ojos, no importaba...ya pronto estaría con ella.

❛  𝙎𝙞𝙚𝙩𝙚 𝙖𝙣̃𝙤𝙨  ❜  ● ● ● 〘 𝚈𝚞𝚣𝚞𝚛𝚞 𝙷𝚊𝚗𝚢𝚞 〙《TERMINADA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora