Narra Antonella :
Me consideró una mujer con mucha suerte, tengo 4 hijos hermosos, un esposo magnífico al cual amo con locura y una familia que me adora ¿que mas puedo pedir? No lo se, lo tengo todo, no creo necesitar nada.
En estos momentos voy camino a la casa de playa en Los Ángeles, estoy cumpliendo 7 años de casados con Austin, mis planes para este aniversario, son :
Preparar una deliciosa cena italiana, acompañada de mucho vino con velas aromáticas, un baño en el jacuzzi y una buena ración de sexo.
Llego al portón que extraño hay un auto, no es mio por cierto, un auto amarillo no lo usaría jamás y menos ese tono, el portero me ve y se pone pálido como el papel, ¿maldición tan buena estoy para que tome esa reacción? Ni puta idea.
- ¿Que esperas para abrir? Le pregunto algo molesta por la falta de cortesía, esté comienza a temblar, me preocupa esa maldita reacción.
- L... lo... s... siento, no puede pasar estan haciendo algunas reparaciones.
Que coño esta pasando aquí, yo no se nada de reparaciones y esté portero esta muy nervioso, esto no me gusta nada.
- Abre la puerta, quiero entrar, apurate y ni se te ocurra decir que no puedes, muevete. Grito malhumorada.
El portero abre a regañadientes, lo miro mal, entro a la sala, todo esta perfecto, el comedor igual, la piscina y los jardines también, entro a la cocina mas perfecta y explota de tanta perfección, escucho risas y luego unos malditos gemidos, ¿esté portero alquiló mi casa para encuentros sexuales? Esto es el colmó.
Me adentro a la sala y llegó en un pís pás al inicio de las escaleras, el portero va detrás de mi, lo miro mal y digo :
- Mas vale que esos malditos ruidos vengan de una televisión y no de lo que imaginó. Esté tiembla aún mas rápido y dice :
- Sra... n...no s...suba por f...favor . Volvió a tartamudear, lo miro mal y comienzo a subir los escalones mis tacones rojos de cinco mil dólares hacen un eco tremendo, cada escalón que subo es un centímetro que sube mi vestido blanco de encaje, cada paso hace mas pesada mi cartera y la botella de vino, cuando llego a la parte de las habitaciones me entra un escalofrío en mi columna vertebral y un pensamiento que dicta mi mente a mi cuerpo.
No sigas caminando.No me puedo detener debo llegar al lugar, es mi habitación, la que comparto con Austin, esta abierta, debo seguir, mis pies no deben detenerse y mis rodillas no deberían temblar en estos momentos, no ahora no.
Doy dos paso mas, me sorprendo demasiado, no me creo lo que veo, como me hace esto maldito bastardo, con su puta socia, maldita sea, esta escena esta demasiado repetida, osea no puede ser otra forma, maldito seas Austin Johnson.
Ella esta sobre MÍ cama con las piernas abiertas mientras el bombea su erección dentro de su vagina, esa erección a entrado tantas veces en mí, asco maldición, se la habrá follado antes que a mí, asco.
- Maldito seas Austin Johnson. Esté hace un movimiento con su mano que da a entender *cinco minutos mas*.
- No mejor les doy una hora mas. Se escuchan mas gemidos y un gruñido brutal, signo de que han llegado al clímax.
Una pregunta navega mi mente, ¿he hablado en un tono muy bajo? Creo que sí, tendré que utilizar mis cuerdas vocales.
- MALDITO SEAS, HIJO DE PUTA, BASTARDO MISERABLE. Ya volteo, no puedo contener mas las lágrimas una parte de mi espera que todo esto sea una pesadilla, la otra parte sabe que no es así, sabe que esto es muy real, siento una decepción tremenda, esto es agobiante, y las lágrimas ya no se pueden contener mas.
- Antonella, te lo puedo explicar todo. Esta nervioso. Que cínico, osea esta escena esta muy trillada, no se consiguió otra frase.
- No me expliques nada, ya todo esta visto y creeme esa posición la he practicado, al parecer es tu favorita. Le digo señalando la cama lo mas chula posible.
- Antonella deja que te explique... lo interrumpo se lo que va a decir.
- No Austin, todo esta visto, no se necesitan explicaciones. Con cada palabra me acerque a él, estamos frente a frente. El me mira espectante.
- Esto es por haberme sido infiel y lo que mas me duele es que lo hayas hecho en MÍ cama. ¡Zas! Le di una bofetada, se lleva las manos a la mejilla, le he dado muy fuerte, le veo la mano y noto que no tiene la argolla de matrimonio.
Me doy media vuelta con el corazón destrozado y el respeto y orgullo que sentía hacia el, pisoteado.
Me vuelvo de nuevo hacia los tortolos que siguen desnudos, lo miro y digo :
- Antes de irme y dejarlos continuar (sorbo por la nariz) quiero saber, ¿desde cuando me has estado siendo infiel? Me mira incrédulo, no articula palabras, sonrió abiertamente y le digo a Katherina, la socia y zorra que esta en MÍ cama y con MÍ albornoz.
- Dime tu Katherina, ¿desde cuando? Ella suspira y dice :
- Desde hace un año y medio. Casi me da un infarto, me volteo y comienzo a caminar hacia la puerta, antes de salir debo botar lo que siento, debo partir algo, la botella de vino que llevo en las manos la estrelló contra la pared al frente de ellos y me suelto el moño excesivamente elaborado que llevo en la cabeza.
- Que pasen unas muy buenas tardes, ya que yo no las pasaré. Tiro la puerta, se me acerca el portero.
- ¿Esta bien Sra.? Su pierna esta sangrando. Me veo la pierna y noto el ardor, algún vidrio se me debió haber enterrado. Lo miro muy mal y digo :
- Recoje tus cosas estas despedido.
Bajo las escaleras me monto en el coche y arranco sin un rumbo fijo, gracias a dios que mis hijos no estan aquí...
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Creo Que Lo Superé (2da. Temporada)
RandomLuego de haber conocido el amor y tocar un séptimo cielo de placer junto a Austin, se cae al suelo repentinamente. Nada es lo que parece, la confianza da asco, frases como estas son las que rigen la nueva vida de Antonella. ¿Publicar un libro de su...