Creo Que Lo Superé (2da. Temporada)

Capítulo 13 Una Nueva Realidad

Pensé tantas veces que regresaba al pasado, que todo lo bueno que me había pasado era solo una cortina de humo, un camuflaje para la tristeza, pero no, me doy cuenta que nada cambia, si una persona siempre te ha odiado, te odiara siempre, si le ha gustado verte sufrir, le gustará siempre y eso lo estoy comprobando en este dia, por mas que Carlos me pida perdon siempre será el mismo infeliz, esto no es una cortina de humo y mucho menos un camuflaje es la realidad, maldita realidad.

Veo esa luz al final de un largo túnel, esa luz que se ve en las películas cuando alguien muere y cruza al otro plano espiritual, pero algo me interrumpe, abro los ojos y estoy en una habitación de hospital, no estaba muriendo, estaba soñando, uff que alivio.

Roto mi cabeza y veo a todos conversar en los sillones, no los quiero ver a ninguno, solo a tres personas y ya las enfoque.

-Quiero que se vayan todos, menos papá Vicente, Austin y Samuel. Gimo por el dolor y término casi llorando, me duele demasiado.

- No nos vamos, esto fue un error muy grande todo lo que hicimos, perdon. Dice Christian.

- En estos momentos no creo poder razonar, los odio de una forma inimaginable y lo mejor es que se vayan.

- Nos iremos, pero volveremos.
Afirma nada sutil Carlos, quien se había mantenido en segundo plano.
Se retiran uno a uno poco a poco, algunos me lanzan una mirada de súplica, otros se acercan a darme un beso pero al final solo es un camuflaje de su alma, esconden su verdadero yo tras una coraza, yo soy muy transparente por eso estoy jodida.

- ¿Porque dejaste que nos quedaramos? Samuel esta algo triste, yo no le quiero hacer daño pero tampoco quiero estar con el.

- Porque ustedes me hacen daño y lo saben remediar.

- Pero al final te hacemos daños.

- Si pero no tanto como ellos. Asienten en silenció.

- Debo decirte esto Samuel, te he tomado cariño en estos dias, tu insistencia es admirable. Asiente y veo que se le aguan sus ojos pero no debo seguir dándole esperanzas.

- Por favor no lo digas, me vas a destrozar. Solloza en silencio provocando en mi un dolor desgarrante.

- Debo hacerlo aunque me duela, te he tomado mucho cariño, no sabes cuanto, pero mi realidad es otra, estoy casada tengo cuatro hijos y aunque Austin la haya cagado yo lo amo, se que a partir de hoy estaré sola así nací, todos jugaron conmigo y no los perdonaré, pero como odio que jueguen conmigo no puedo hacertelo a ti, lo siento Samuel has sido el amante perfecto y si pudiera me quedará con los dos pero como no puedo debo tomar una decisión que nos ayude a todos. Asiente y se da la vuelta para irse.

- ¿A donde vas? Le preguntó cuando toma el pomo de la puerta.

- Me voy ya tu tomaste tu decisión. Abre la puerta y lo vuelvo a detener.

- Exacto he tomado mi decisión y en esa estas incluido tu. Se voltea con una sonrisa gigante, parece un modelo de revista.

- ¿De que hablas Antonella? Por fin habla el estúpido pero sensual de Austin.

- Si mí amor lo tomas o lo dejas, es muy simple yo a ti te amo con locura, y a Samuel también asi que me quedó con los dos, ¿Estan de acuerdo? Asienten con su cabeza y se escucha de fondo la risa de papá Vicente.

- Todos hacemos lo que tu quieres siempre. Dice riéndose de mis nuevos hombres.

- Siempre será asi. Digo con superioridad.

*Tres Meses Después*

- ¿Porque cojones lo hiciste? Grita por enésima vez Samuel, esta cabreado.