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Hacía demasiado calor. ¿A quién demonios se le había ocurrido que fuesen a jugar baloncesto? El agua se estaba terminando y tendrían que enviar a alguien a buscar más, lo cual sería un problema ya que eran bastantes.

--Mayuzumicchi, ¿sales? --dijo Kise acercandose para sacarlo de la banca y jugar.

--No me he recuperado aún --respondió con una mueca.

El rubio suspiró y arrastró a Midorima con él. El sólo pensar en regresar a la cancha le dolía y desganaba totalmente. Logró avistar la mirada preocupada de su novio, le sonrió para consolarlo y éste le devolvió el gesto volviendo a concentrarse en el juego.

Mayuzumi sentía que pronto moriría. Intentó buscar en su bolsa un abanico pero fue interrumpido por una exclamación de dolor. Alzó la cabeza y dejó todo de lado para correr junto a Akashi quien se hallaba en el suelo sosteniendo su tobillo.

--¡Sei! ¿Estás bien? ¿Qué pasó? --preguntó acuclillandose a su lado y revisandolo.

--No lo sé, yo solo me lo hice --contestó apretando los dientes el pelirrojo --. Diablos, soy un tonto.

--No es así. ¿Puedes pararte?

Kuroko avisó que traería hielo y Kise lo acompañó mientras los demás observaban espectantes y algo inquietos. Akashi negó con la cabeza y Chihiro no dudó ni un segundo en tomarlo en sus brazos al estilo princesa y llevarlo hasta la banca.

El rostro de Seijūrõ estaba muy rojo y ambos sabían que no era solamente por el calor.

--¡Tu novio es tan tierno, Aka-chan! ¡Shin-chan! ¡Tú nunca me cargas así cuando me lastimo!

--No hay necesidad, siempre puedes caminar.

--¡Que aburrido eres!

Chihiro rodó los ojos poniendose de rodillas frente a Seijūrõ para asegurarse de que no fuese nada grave. No pudo evitar sentirse extraño pues hacía falta un pequeño objeto para que fuese el momento indicado...

Conectó miradas con su pequeño y tragó saliva repentinamente nervioso.

--¿Moriré? --preguntó burlón Akashi.

--No mientras yo viva --bufó el peliplata sintiendo golpecitos en su corazón --. Sei.

--¿Qué? ¿Deberé ir a un hospital?

--Cásate conmigo.

Apenas y acabó de hablar cuando una pelota impactó en su cabeza seguido de los gritos de Takao y Midorima discutiendo de quién había sido la culpa. Akashi acarició la zona herida preguntandole si estaba bien y él asintió.

--Chihiro, tú...

--Akashi-kun, ten. Te traje hielo.

--Ah gracias, Tetsuya --sonrió.

Mayuzumi deseaba enterrarse en algún sitio y desaparecer.

marry meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora