— ¿Acaso nos vas a contar todo? ¿No era un resumen? —.
La voz cargada de odio de JungKook se escuchó interrumpiendo el relato del rubio, a lo que NamJoon posó su mirada sobre el peli azul.
— Vete a la mierda JungKook, ¿Cuantas veces no hemos tenido que escuchar tus historias estúpidas de ligues? —.
El menor de los hermanos se removió en su silla, la mirada amenazante de su hermano mayor le decía que si no se callaba lo mandaría a la mierda en ese instante.
— Ya cállense —. Hablo SeokJin con sumo fastidio — Dejen que el par de tórtolos nos cuenten como llegaron hasta este punto —. Aunque SeokJin era partícipe y cómplice de la pareja, ama escuchar como JiMin cayó enamorado YoonGi.
— Como decía, JiMin se quedó en el taller conmigo toda esa tarde, ya hasta muy tarde en la noche, mientras yo terminé de arreglar su arco —.
No había pasado mucho desde ese momento, YoonGi pasó un buen rato explicándole al rubio que nadie podía obligarlo a casarse si él no lo deseaba, pues era del saber de todos los Dioses, que JiMin era virgen y deseaba seguir de ese modo.
— Pero mi hermano se enojará si no hago lo que él quiere —.
El rubio volvió a hacer un puchero mientras caminaba por el campo con YoonGi a su lado, estaban de camino a hacer la prueba de que el arco funcionara correctamente.
— Te repito por milésima vez, que no debería enojarse, si tu hermano te quiere tanto velará más por tu felicidad que por cualquier otra cosa... Bueno, si tuviera un hermano menor como tu yo haría eso, no dejaría a mi hermanito a merced de un don Juan como Jungkook —.
YoonGi se detuvo frente al campo de tiro, entregándole el arco al menor.
— Anda, quiero ver si hice bien mi trabajo —.
El rubio asintió con una pequeña sonrisa en sus labios, aquella tarde en el taller, todo su miedo hacia el Dios del fuego se había esfumado, ahora es más interesante de lo que pensaba.
JiMin caminó hasta la zona de tiro, colocando la flecha, apuntando directamente al centro de tablero, lo pensó unos segundo y después disparo la flecha, que de manera aerodinámica llegó directamente al centro de este.
— Excelente, muchísimas gracias —.
Al rubio con mucha felicidad por haber recuperado su arco en tan buen estado se lanzó a los brazos de YoonGi, abrazándolo inesperadamente, mientras seguía agradeciendo.
El hombre de tez pálida se sintió incómodo por un momento, pero le devolvió el abrazo rodeando con sus brazos mientras respondió.
— Solo es mi trabajo pequeñín, ahora puedes volver a tu habitación para que descanses, mañana puedes seguir disfrutando del arco —.
El rubio se separó del abrazo sonriendo en grande mientras asentía.
— Gracias, enserio temía perder mi arco, no creo poder acostumbrarme a otro —.
Aseguró el menor mirando el arco con felicidad pura brotando de él.
— Anda, ya vete —.
YoonGi lo miró seriamente, pues el chico parecía no querer irse.
— ¿Podrías acompañarme? Es que no quiero encontrarme con Jungkook —.
El menor hizo una carita de súplica, a lo que el mayor asintió.
— Esta bien, solo porque me estás pidiendo esto tu —.
El hombre se giró en dirección contraria, donde se encontraban las habitaciones de la mayoría de los Dioses.
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ORIGINS © ANÁNKE #1 YOONMIN
Fanfiction[EN CORRECCIÓN] El Olimpo, un amor, un conflicto y una consecuencia desmesurada solo porque el odio y la ira fueron más fuertes que el amor. Pero los dioses no pueden manejar sus sentimientos y esto está por comprobarse, porque el amor siempre puede...