Cuando el Big Bang sucedió en el inicio de los tiempos, todo era un montón de caos sin fin, hasta que llegaron los primeros Titanes, ellos comenzaron a darle forma a lo que conocemos hoy como nuestro universo.
Poco a poco los Titanes fueron destronados por sus propios hijos, siendo enviados al mismísimo trataro, un lugar en el profundo vacío del universo -más utilizado como una prisión- la cual te cohíbe de tus poderes supremos, quedando en una total vulnerabilidad, donde el conocimiento es la única arma. Este lugar es más conocido como: "La prisión del olvido".
La civilización humana comenzó a avanzar rápidamente, creando avances en cuanto al armamento, creando las espadas por medio de la ayuda de los dioses del Olimpo, quienes son gobernantes y protectores de la humanidad actualmente.
Grecia y Roma adoran a los mismos dioses, pero por su inmensa rivalidad dicen no hacerlo, cambiando así el nombre de estos para evitar conflictos.
El inicio de un nuevo caos está a punto de suceder, puesto que los dioses entrarán en un conflicto poco racional ya que los sentimientos son algo que ellos no pueden controlar y mucho menos son dignos de juzgar, ya que no existe ni existirá nunca una ley que sobre estos mande.
- Mierda HoSeok, no puedo dejarlo ir, lo amo, él me ama y no nos dejaremos jamás, poderoso Dios, ¿Comprendes la palabra "amor"? -.
JiMin, al borde de las lágrimas, se aferraba al cuerpo de su amado YoonGi, ambos cuerpos se encontraban en el centro de un círculo en llamas, el Dios del fuego se negaba a dejar ir al hombre que hacía acelerar su frío corazón.
- Pero tu corazón no puede pertenecerle a él, sabes perfectamente bien que JungKook te ha comprometido con TaeHyung -.
La potente voz de NamJoon se escuchó por todo el Panteón de los dioses, mientras los demás empezaban a hacerse presentes, era hora del juicio y presente los involucrados debían estar.
TaeHyung se encontraba tenso, no daba crédito al ver como JiMin prefería a YoonGi, en vez de a él, el tercer Dios más importante del lugar, ¿Acaso estaban jugando con su paciencia?
- Mi hermano TaeHyung no puede mandar sobre mí, yo tengo mi propia voz y voto, no amo a JungKook, amo completamente a YoonGi y no tienes el poder para cambiar mis sentimientos por el hombre que amo HoSeok , lo sabes perfectamente, es lo único que tú poder lo puede afectar -.
JiMin seguía refutando con ira y dolor contra Hoseok, es incomprensible que Hoseok, siendo el Dios de los hombres, no comprendiera aquel hermoso sentir que tenía por su querido YoonGi, ¿Puede ser tan ciego?, es imposible no notar como los ojos oscuros de YoonGi se iluminan con emoción al ver al pequeño rubio, YoonGi había cautivado completamente al hombre.
- Aquí el rubio tiene razón, HoSeok, ¿Por qué mierda estás juzgando nuestro amor?, es un sentimiento mortal que todos llegan a experimentar, ¿No te das cuenta de lo mucho qué nos haces sufrir al querer separarnos?, JiMin y yo somos felices juntos, ninguno de los dos deseamos alejarnos, somos el complemento ideal -.
Por primera vez se escuchó la poderosa y ronca voz de YoonGi en el lugar, al hombre tomó con sus grandes manos el delicado rostro de su dulce JiMin, acercando sus rostros para dejar un beso cargado de miles de emociones, robándole el aliento al menor.
- Yo lo amo, y si debo hacer una guerra para defender y proteger lo que amo, lo haré, mis sentimientos por él son infinitos como el cosmos, el tiempo es infinito y a la vez es muy poco para todo el tiempo que desearía estar con él... HoSeok, que tu no hayas amado nunca, no significa que puedas ponerle fecha de expiración a lo que ambos sentimos -.
JiMin, que tenía su rostro escondido en el pecho de su mayor, se encontraba soltando lágrimas de felicidad, mezcladas con un amargo sabor, odiaba tener que pelear, ambos eran Dioses pacíficos, que solo se enamoraron, ¿Acaso es un delito en la tierra enamorarse?... No, entonces, ¿Por qué habría de serlo en el olimpo?
- Mierda HoSeok, ¿Qué vas a hacer? -. La voz de SeokJin estaba cargada de furia, al ver cómo tenían acorralados a sus amigos. - ¿Eres idiota o te haces? -. Cuestionó nuevamente al ver a TaeHyung allí sentando, escondido detrás de JungKook. - Tú... Maldito cobarde, vendes a tu hermano por poder y en ves de querer verlo feliz lo quieres condenar, eres un infeliz de Quinta, TaeHyung -.
- SeokJin, por favor cálmate -. NamJoon, quien aparecía entre llamas azules en medio del Panteón, mira con desprecio a todos los presentes. - ¿Por qué los tratas cómo traidores? -. Preguntó con indignación. - HoSeok -. Reprochó el mayor de todos observándolos. - ¿Podemos hablarlo cómo Dioses civilizados?, YoonGi, por favor quita las llamas y JiMin, deja de llorar cielo -.
La presencia de NamJoon era muy poco usual en aquel lugar, HoSeok aún siendo Dios dejaba que sus sentimientos y favoritismos afectaran su juicio, por otra parte, el monarca del inframundo era mucho más selectivo y serio con su trabajo.
Pocos minutos después, todos estaban sentados en sus respectivos lugares en la mesa redonda, con la única variable de que JiMin estaba ahora ocupando el lugar de SeokJin, y este ocupada su lugar junto a TaeHyung.
- Voy a ser el medidor de esto, no permitiré injusticias, ni faltas de respeto, así que SeokJin, te calmas o te largas -. NamJoon, quien dirigió su mirada neutra a todos los presentes, después se fijó en la pareja, quienes tenían sus manos entrelazadas.
- Lo primero que necesito es un resumen de este embrollo, así que inicien, a los demás, quien se atreva a interrumpir sin mi permiso lo voy a sacar de aquí a patadas y su opinión no será válida en el juicio -.
Todos asistieron, NamJoon era un Dios serio y estricto, sus palabras no eran un juego para nadie.
- Así que todo inició cuando mi arco se dañó... -.
La voz temblorosa de JiMin de hizo presente mientras posaba su mirada sobre YoonGi, quien imaginaría que una historia de amor se ocultaba tras aquel fino y aerodinámico arco que complementaba a la perfección con aquel rubio chico de mejillas color carmesí y labios abultados.
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ORIGINS © ANÁNKE #1 YOONMIN
Fanfic[EN CORRECCIÓN] El Olimpo, un amor, un conflicto y una consecuencia desmesurada solo porque el odio y la ira fueron más fuertes que el amor. Pero los dioses no pueden manejar sus sentimientos y esto está por comprobarse, porque el amor siempre puede...